「 Escenarios 」Kaminari Denki.

7. ⚡

Cachorro.

Puppy!Denki

No sabias como habías llegado a esto, pero en este momento estabas acostada con un pequeño cachorro de huskie de peculiar color.
Al pequeño lo habías encontrado en una caja mojada por la lluvia en las calles. El pobre estaba muy mal herido y decidiste apiadsrte del pobre animal y lo llevaste a tu hogar.
El pequeño era de; raramente, de color amarillo anaranjado, y en la punta de sus orejas, las adornaba un color negro y unas botitas del mismo color.
El pequeño cachorro se encontraba en un profundo sueño, acurrucado en tu cuerpo. Con cautela, sacaste al pequeño animal, evitando el despertarlo. Te pusiste tus pantuflas favoritas y en "pijama" bajaste a la planta baja de tu hogar, y a la cocina por algo de comida y un poco de agua para poder quitar el hambre de la noche.

Todo tranquilo, hasta que escuchaste un pequeño llanto debajo de la barra de la cocina, con curiosidad miraste debajo de allí y allí se encontraba el pequeño huskie amarillo tratando de llamar tu atención, ¿Cómo bajó de la cama? ¿Cómo bajó las escaleras?
No lo sabrás, y no te gustaría saberlo.
Así que, interrumpiendo tu comida, tomaste al pequeño cachorro en brazos y le diste un poco de tu comida, el la comió gustoso y de forma rápida. Una escena muy adorable a tu parecer.
Te encantará tenerlo a tu lado.

[ . . . ]

Te diriges a casa después de una larga jornada de trabajo, pues en la florería que trabajas, tuvieron muchos clientes últimamente.
Abriste la puerta de tu hogar siendo recibida por una bola de pelos amarilla con botitas negras. Sí, aquel cachorro que adoptase ya era "Todo un adolescente" como solías decir.
Lo acariciarte y mimaste antes de entrar, mirando atentamente aquella placa plateada con el nombre asignado de "Denki".
Dejaste al chachorro que te seguía hasta tu habitación y miraba atentamente a tus movimientos, meseseaba su esponjosa cola de izquierda a derecha.

Al cambiar tu vestimenta volviste a mimar al perro y bajaste las escaleras, de igual manera este te siguió.
Al estar en la cocina, sacaste una lata de comida para el can, no comida de perro, porque la última vez se intoxicó el pobre animal. Mientras tú comías un yogurt de fresa.
El animal comía lo que le habías dado en su plato de comida con su nombre estampado, lo veías atentamente, pues desde que el animal llegó a tu vida, buenas cosas te han pasado.
El camino lanzó un ladrido dando de aviso que a terminado de comer, tú seguías disfrutando de tu yogurt de fresa. Bueno, esto hasta que alguien llamó a la puerta.
A mala gana te levantaste, abriste la puerta dejando que el animal se asomara antes que tú.
El can identificó a tu vecino y héroe pelirrojo y  lo jaló de su pantalón para adentrarlo a tu hogar, esa era su rutina, a los conocidos los metía a la fuerza y si no los conocía les gruñía.

— Hola Eijiro. -  Saludaste al pelirrojo teñido que mimaba al canino. Este te miró unos segundos para después volverse a tu altura y besar tu frente. - ¿Que te trae por aquí?..

— Vengo del trabajo, hace mucho y no nos vemos y me dije "¿Porque no?" Y aquí estoy, en tu hogar con la intención de pasarla el mayor tiempo posible. - Comentó con una sonrisa, mostrando sus puntiagudos dientes mientras volvía a mimar al animal amarillo de botitas negras.

— Aprecio tu visita. - Dijiste mientras caminabas a la sala seguida del pelirrojo y del can, te sentaste en el sofá y Kirishima se sentó a tu lado pasando su brazo por tus hombros abrazándote. Mientras el animal se acostaba en el regazo de ambos. - Oye Eijiro... - Llamaste, tú compañero musitó un "Hmm" dando a entender que tenías su atención. - ¿Sabías que Denki puede decir "Te amo"? - comentaste graciosa.

— ... ¿Que?

— Así, mira, mira. - te paraste y el can te siguió, te sentaste enfrente suya y mandaste la orden para que esté se sentara. Mandaste "La patita" y el can obedeció, mandaste "Acostado" y volvió a obedecer. - Denki, ¡Te amo!. - Dijiste con una sonrisa al canino, esté se acostó en el suelo con las orejas inclinadas hacia atrás y este soltó un ladrido para después musitar un mal dicho "Te amo", te morías de ternura cada vez que tu mascota hacia aquello.

El pelirrojo solo miraba la escena frente a sus ojos con ternura, para después sonreír al ver cómo te abalanzabas al can y este intentaba morderte juguetón.
Kirishima comenzó a reír al ver como el animal se abalanzó hacia ti comenzando a lamer todo tu rostro con su legua, el pelirrojo no lo soportó y se unió a la diversión siendo también víctima del can Denki.

— ¡Denki malo! ¡Eso no se hace! - Regañaste al canino quién inclinó las orejas por el regalo, este volvió a acostarse y musitar su "Te amo", hay que admitirlo.

No te puedes enojar con el hermoso canino Denki.