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Protector.

Hybrid AU.

La chica de cabellos (color) se encontraba acostada al lado de su acompañante, que era un híbrido de zorro

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La chica de cabellos (color) se encontraba acostada al lado de su acompañante, que era un híbrido de zorro. El joven zorro dormía plácidamente mientras se aferraba al cuerpo de su ama, pues estaba teniendo una pesadilla y la chica lo sabía.
Las pesadillas del zorro eran demasiado frecuentes en las noches heladas y frías, pues al zorro le recordaba a las incomodidades de las calles, pues al ser un híbrido, sin un humano (prácticamente) no eras nada.
La joven dió media vuelta sobre la gran cama para abrazar a su híbrido, pues era la única forma de calmarle. El zorro amarillo, más calmado, logró dormir sin percance y su ama, más tranquila durmió junto a su híbrido.
Esperando a la mañana.

[ . . . ]

El híbrido comenzaba a despertar, mirando aquella cabellera (color) que tanto amaba y quería, aquella chica que lo salvó de las solitarias calles.
Comenzó a acariciar los cabellos de la joven mientras mantenía sus orejas a gacha y aquella cola que lo caracterizaba como zorro, moviéndose tranquila de un lado a otro.
La joven se removió en su lugar para poder abrir los ojos aún somnolienta.

— Buenos días (Nombre)... - Dijo el híbrido de zorro mientras miraba directamente a los ojos (color) de su 'dueña' quien se rasgaba los ojos para devolver el buenos días. - ¿Cómo dormiste?... - Preguntó el zorro.

— Eso debería preguntarlo yo - Enunciaste mientras te levantabas y caminaba al armario para sacar ropa limpia para vestir. - Yo no soy la que tiene pesadillas casi todas las noches y tiembla como un Chihuahua. - Comentaste con burla para después cambiar tu pijama por la ropa que habías tomado.

— L-Lo siento, no volverá a pasar. - Dijo el zorro sonrojado mientras te daba la espalda y esperaba a que terminarás de alistarte.

Al terminar de vestirte, fuiste con el zorro para proporcionar unos besos en su nariz levemente roja, pues sabías que estaba nervioso.
Lo mimaste un rato para después salir de la habitación e ir a la cocina a preparar tu desayuno, poco después el zorro bajó rápidamente las escaleras para estar a tu lado.
El desayuno pasó entre risas y anécdotas graciosas de tu trabajo, de como Eijiro se tropezó contigo derramando la taza diaria de café, hasta de Shoto quien calló al suelo por llevar un montón de papeleo con el.
Terminaron de desayunar, el zorro lavaba los platos en la lavavajillas y tú inspeccionabas el almacén de comida, solo había comida para toda la semana, en la noche irías a comprar las provisiones.

[ . . . ]

La tarde cayó, eran las 8;37 de la noche y tu estabas vistiendo algo abrigado par ir a la tienda y comprar provisiones para otras dos semanas.
El zorro se negaba a dejarte ir sola pues sus instintos le decían que algo malo te podía suceder, pero con tranquilidad negaste a su petición y saliste de casa sola. Dejando con la preocupación al zorro híbrido.

El supermercado no estaba del todo lleno, fué una ventaja para tí. Compraste lo básico que los mantenía, ramen, arroz, algunas carnes y uno que otro dulce o bocadillo.
Pagaste en la caja registradora, tomaste tus compras y saliste del recinto. Las calles estaban oscuras y solitarias de camino a casa, un escalofrío recorrió tú espina dorsal al ver calles tan desoladas, algo extraño pues siempre había gente ha esta hora, hasta que un recuerdo fugaz apareció; "Raros homicidios y secuestros en el distrito de Osaka". Ya estuvo, sentencias te tu firma de muerte.
Pues eso pensaste al ser arrastrada por un desconocido a un callejón que daba a un contenedor de basura.

[ . . . ]

Dos horas y media, es lo que el zorro llevaba esperando a su amada dueña en la puerta de entrada, moviendo su afelpada cola impaciente y sus orejas extendidas a cualquier mínimo sonido a la distancia.
"Necesito buscarla" pensaba el zorro, "Pero los híbridos tenemos prohibido salir sin nuestros dueños" contraatacó el mismo. Se levantó del frío suelo y corrió al piso de arriba por una sudadera negra y una bufanda para volver a bajar y salir del hogar para rastrear a su dueña con su desarrollado olfato.

— A la mierda las reglas, me importa más ella. - Dijo decidido para emprender a la búsqueda de su secreta amada.

...
El tiempo pasó, exactamente eran las 12 con 23. El zorro llevaba tiempo buscando a su dueña y no dió con su paradero, o su olfato estaba mal, o sus instintos de orientación.
Mientras estaba a punto de rendirse, pateó lo que sería una lata de conservadores, lo extraño fué que estaba llena de comida. Se dirigió al objeto y lo analizó, para después mirar dos bolsas de supermercado con sus productos fuera, estás estaban llenas de provisiones. Lo que horrorizó al híbrido de zorro, fueron los característicos pokys de Té verde que su dueña le compraba, con prisa se adentró al oscuro callejón notando como los productos se encontraban aplastados y otros abollados, pero lo que más no quería ver, fué el cuerpo de la joven de cabellos (color) tumbada en el suelo, con heridas en el rostro y piernas.

El zorro, cuidadoso pero ansioso, tomó el cuerpo de la joven y lo analizó, pues se notaba que está había forcejeando con su secuestrador.
Golpes en su rostro, cortadas en sus piernas y rasguños en sus brazos, pero no rasguños de un humano cualquiera, al parecer fué atacada por un híbrido, eso pensó el zorro.
Con cuidado la colocó sobre su regazo y acarició su melena, rogando que despertara de su "sueño" mientras estaba al borde de lágrimas de preocupación.
Y así fueron pasando los minutos, hasta dar las dos y punto de la mañana. El joven zorro seguía lamentándose por no haber acompañado a su dueña cuando sabía que algo saldrá mal, su quinto sentido se lo advirtió, pero todo por confianza no hizo caso.
La joven seguía sin despertar de su "sueño" el joven zorro, cargó a la chica en el típico "princesa" y se encaminó a su hogar con su corazón hecho pedazos.

Llegó a la humilde morada y entró, caminando rápidamente su calzado y adentrándose en la planta alta para dejar reposar a la joven en su acolchonada cama. El zorro se acurrucó contra su amada y la abrazó con delicadeza, pues pensando que con el más mínimo movimiento en falso, la pobre muñeca de cristal se rompería más de lo que estaba, y el lo sabía, sus sueños se lo advirtieron.
Pues la joven de cristal no despertaría, la fuerza ejercida en su cuello le arrebató la vida, el zorro volvería a estar solo en las calles una vez más.

Pues él se culpaba de no haberle cuidado bien y haber sido un mal protector.

「 Escenarios 」Kaminari Denki.Where stories live. Discover now