Capítulo 3

2.3K 185 27
                                    

Y esa pregunta se repetía todos los días de clase durante un año. Pero en las vacaciones, Fred te invitó a pasar unos días con su familia. Un año había pasado desde que fuiste por primera vez a Sortilegios Weasley, y tú no lo podías creer.

Conociste a toda la familia Weasley, no era por presumir, pero Molly simplemente te amaba. Siempre que ibas a la Madriguera era ella la primera en abrazarte. Y ni hablar de Arthur, sus obsesiones por cosas muggles los unieron mucho durante el tiempo que estuviste yendo.

Fred, George y tú, se habían vuelto los mejores amigos. Los tres eran muy unidos, pero con Fred tenías algo que con George no se presentaba. Tal vez era porque siempre era Fred quien te hacia reir, o quien se reía de tus malos chistes, o porque era él el culpable de muchos de tus sonrojos, o porque simplemente Fred Weasley te gustaba, y George se dió cuenta de eso. Fred se había vuelto algo más que un amigo para tus ojos, era demasiado cursi de tan sólo pensarlo.

Fred y tú no se animaban a decir lo que sentían por el otro, y eso era una completa ridiculez. Pero ninguno hablaba, simplemente se callaba y dejaban hablar sin importar el dolor que traería eso consigo. 

Las cosas trancurrían bien, estabas terminando tu sexto año, estabas deseosa por terminar el colegio, pero triste porque capaz no sigas yendo tan seguido a ver a Fred.

Hoy era un tarde de sábado de Hogsmade, por lo que Fred te estaría esperando. Pero no contabas con que de repente, una mano se aferrara a tu cintura haciendo que termines frente a una persona con la cual no querías ni ver en fotografía.

- Hola, hermosa. - dijo Cormac.

- Suéltame. - dijiste tratando de safarte.

- Anda, ¿por qué tan molesta, nena? - preguntó el muy cerca tuyo.

- Mclaggen, sueltame de una buena vez. - dijiste otra vez. Pero Cormac te besó, y no contabas con que Fred estaba mirandote. Éste sólo apretó el puño, se dió media vuelta y se fue. Cuando Cormac te soltó, tu mano fue directo a su mejilla, la cual quedó demasiado roja.

- Tienes buenas manos, nena. - dijo Cormac en forma seductora.

- Cierra tu maldita boca y pierdete, idiota. - le dijiste y salieste corriendo a Sortilegios Weasley, necesitabas hablar con Fred.

Corrías demasiado rápido que chocabas con demasiadas personas. Estabas anocheciendo, ¿cuándo pasó la tarde? ¿Y los demás? No te importaba, necesitabas hablar con Fred. Al llegar, saludaste a George (ya habías aprendido a reconocerlos), y subiste al pequeño cuarto.

- Fred... - dijiste con la respiración entrecortada. - tengo algo que decirte...

- Y yo algo que preguntarte, ¿Cormac besa bien? - dijo serio.

- ¿Qué? No. No es lo que pareció...

- ¿En serio? Porque pareció que Cormac te besaba con demasiada pasión, y tú siguiendole.

- ¿Cuál es tu problema? Sabes bien que no quiero a Cormac.

- No vi que no te haya gustado - tu nombre salió de su boca con una gota de decepción, lo que te hizo realmente mal. - Sabes bien que los tipos como Cormac no cambian, no te hará bien.

- Fred, ¿qué te sucede...?

- ¡Tú! ¡Tú me sucedes! - gritó. - Necesito aire. Me iré. Dile a George que le diga a Dumbledore que te quedarás, es tarde como para que vayas de vuelta, también dile que te cocine algo. - te miró por última vez y se fue. Sin nada más que decir. Las lágrimas comenzaron a brotar de tus ojos. ¿Qué bludgers pasó?

- ¿Sucedió algo malo? - fue George el que preguntó. - ¿Estas bien? - no pudiste hablar, sólo te giraste para mirarlo. - Creo que deberías decirle, sería bueno para ambos.

- Él no siente lo mismo que yo, George.

- ¿Es broma? Es mi hermano gemelo, sé lo que siente, sé como te mira. Está loco por ti, no deberías dejarlo ir. - dijo acariciando tu espalda. - Anda, cocinaré algo.

- Que no esté quemado como la...

- ¡Ya, superalo! - gritó y reiste. 

Ángel guardían Where stories live. Discover now