1er final alternativo (1/?)

1.3K 102 28
                                    

Nota de autora: quería decirles que este final es el que yo tenía planeado al principio.
También quería comentarles que ambos finales comenzarán igual, pero su resolución será distinta.
Gracias por leer.
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

- ¡Hey, niña tonta! - gritó un mortífago. Te diste vuelta para verlo. - ¿Acaso estos son tus padres? - preguntó mientras señalaba a dos cuerpos flotando en el aire. Si, eran tus padres. Ahogaste un grito. - Atrapalos si los quieres. - y comenzó a correr seguido de los cuerpos. Lo seguiste sin pensar. Iba muy rápido, pero no dejarías que se vaya. No se saldría con la suya. De un momento a otro lo perdiste, y tú también. - ¡Avada Kedavra! - gritó alguien y lograste esconderte detrás de una columna a tiempo. Echaste un ojo a revisar.

- ¡Desmaius! - gritaste y escuchaste como un cuerpo golpeó contra un muro.

Al girarte, encontraste al mortífago tendido en el suelo. Una sensación de temor te recorrió al pensar que lo habías matado. Pero en ese momento, lo único que te importaba era salvar a tus padres. Corriste hacia ellos y los bajaste. Te pusiste de rodillas frente a ellos.

- Mamá... - dijiste sacudiendola despacio. - Papá... - giraste hacia él. - Despierten, por favor... - dijiste con lágrimas en los ojos. De pronto, escuchaste un quejido proveniente de tu padre.

- ¿Hija...? - preguntó y asentiste. - Estas bien... - dijo aliviado y te abrazó. Jamás te habías sentido tan bien. Cuando se separaron, sus ojos se dirigieron a tu madre. - Cariño... - dijo desesperado. 

- No despierta... - dijiste llorando. Tu padre seguía sacudiendo a tu madre. Tú no parabas de sollozar. De repente, sentiste una mano en tu hombro. Sabías que era Fred. Te paraste y saltaste a sus brazos. Otro quejido se escuchó, ésta vez era tu madre.

- ¿Cielo...? - miró a tu padre y éste asintió - ¿Hija...? - preguntó llorando y tú asentiste. - Están bien... - dijo y los abrazó. Te sentías bien. Estabas completa. Al separarse, todos se quedaron viendo a Fred. - Ven, Fred. Tú también. - dijo. Fred sonrió y se les unió en aquel abrazo.

- Yo no quiero interrumpir este hermoso momento, pero estamos en medio de una guerra. - dijo Fred.

- ¿¡Qué!? - gritaron ambos padres.

- ¡Avada Kedavra! - se escuchó y todos se agacharon.

- ¡Desmaius! - gritaste y el mortífago salió volando.

- Esa es mi niña. - dijo tu padre y recibió un golpe de tu madre. - ¿Qué? ¿Has visto como ha lanzado ese hechizo? Fue excelente. - dijo y tu madre sonrió sin querer.

- Vamos. - dijo Fred y tus padres comenzaron a correr. - Estuviste excelente. - dijo y te dió un beso en la mejilla. - Anda, hay que salvar al mundo como sólo nosotros sabemos hacerlo. - dijo y tomó tu mano. Juntos comenzaron a correr. Si, estaban en peligro, pero juntos nada los detendría.

Mientras corrían y lanzaban hechizos para defenserse entre ambos.

- ¡Freddie! - se escuchó un grito. - ¡Hermano ayudame! - se escuchó a Percy.

- ¿Cómo sé que eres mi hermano? - te tomó el brazo y te puso detrás de él.

- En serio, ¿quién se querría transformar en mí? Si descepcioné a mi familia sólo por un trabajo totalmente innecesario.

- Eres mi hermano. - dijo Fred. Él te tomó, pero soltaste su mano lo que hizo que el chico te mirara con cara íncredula.

- Ve tú, yo voy con mis padres. - dijiste segura. Fred se acercó a tí.

- Cuídate, por favor. - asentiste. - No olvides que eres lo que más amo en todo el mundo mágico - dijo para luego besarte.

- También te amo, Fred. - dijiste sonriendo. Después de esto, ambos salieron corriendo para lados distintos.

- ¡Hija! ¿Qué haces sola? ¿Y Fred? - preguntó tu padre.

- Él estará bien, está con su hermano. - dijiste segura.

- Bien, estamos juntos, y esta familia ama patear traseros de mortífagos. - dijo tu padre empuñando su mano.

- Ni que lo digas. - dijiste riendo.

Pelear contra las personas vestidas de negro y con hambre de muerte junto a tu familia, fue lo mejor, aun que suene raro. Nunca habías visto a tu padre con tal sonrisa de triunfo, y tu madre... oh, tu madre jamás se había lucido más, te habían dicho que era muy hábil, pero jamás pensaste que fuera tan cierto.

De pronto, la voz de Voldemort resonó en todo el lugar. No te gustaba nada lo que decía, pero lo que pudiste darte cuenta era que todos los mortífagos se habían ido.

Tu familia y tú salieron corriendo hacia el Gran Comedor, donde se encontraba gran parte de la gente que había presenciado la batalla. Cuando llegaste a la entrada, pudiste ver como la familia Weasley se encontraba en un círculo, pero entre ellos pudiste diferenciar a Fred, por lo que corriste hacia él.

- ¡Fred! - gritaste cuando llegaste a su lado. Pero éste se giró despacio y con la cabeza baja. - ¿George? - preguntaste y éste asintió. - ¿Y Fred? - preguntaste preocupada. George no hizo otra cosa que sollozar y correrse para un costado, mostrandote un cuerpo tendido en el suelo. - No... - dijiste caminando hacia el cuerpo y te arrodillaste frente a él. - Fred... - lo llamaste. Tus ojos ya tenían lágrimas. - Fred... no es momento de bromas, despierta... - pero no había señal de vida. - ¡Fred, no te vayas! Quédate conmigo... por favor. - dijiste llorado en su pecho. Sentiste como la mano de George se apoyaba en su hombro mientras ambos sollozaban. - No quiero perderte... - terminaste por decir.

Sentiste como algo se había derrumbado dentro tuyo. Fred, tu pilar, tu hombro para llorar, ese chico que te había sacado millones de sonrisas, el único chico que habías amado verdaderamente, lo habías perdido aquella noche. Habías perdido a tu protector, a tu ángel guardian que estaba contigo en la vida.

Ángel guardían Donde viven las historias. Descúbrelo ahora