Capítulo 7

2K 145 3
                                    

Volviste a Hogwarts después de que tu tobillo sanara. Debías dar tus exámenes tarde o temprano. Además, cualquier cosa que haga Fred para que te quedes en Hogsmade, no serviría, tenías que volver con tu familia, algún día.

Cuando llegaron a la estación, bajaste muy emocionada buscando a tus padres, querías contarles todo lo que había pasado. Mientras tú buscabas, las demás familias se alejaban. Hasta dejarte sola, completamente. De repente, una luz celeste y brillante con forma de ardilla, te llamó por nombre y apellido.

- Lamentamos informar que sus padres estan desaparecidos, creemos que fue el Señor Tenebroso. Sentimos la noticia. Que tenga un buen día. - dijo y la luz se fue dejandote con lágrimas en los ojos. ¿Buen día? ¿Cómo tendrías un buen día después de eso? Caiste al suelo de rodillas y lloraste en silencio por un momento pero luego, una voz llamó por tu nombre. Era Ginny.

- ¿Estas bien? - preguntó preocupada. Negaste. - ¿Quieres hablar? - volviste a negar. - ¿Quieres ir a la renovada Madriguera? - preguntó en chiste, pero no logró divertirte. - Ven aquí. - dijo dandote una mano, la cual aceptaste - Les encantará volverte a tener de invitada. - dijo sonriente.

<<La sonrisa contagiosa era genética. >> pensaste. Salieron para encontrarse con sus padres y la voz chillona de Molly retumbó por tu cabeza.

- Ay, hija. ¿Qué es lo que ha pasado? - preguntó Molly preocupada.

- Yo... no quiero hablar de eso ahora... disculpen... - dijiste entre lágrimas.

- No te preocupes, puedes quedarte con nosotros lo que necesites. - dijo Arthur.

- No sé como agradecer esto...

- No es necesario. - dijo Molly.
- Anda, hay que ir a casa. - y todos se aparecieron en la Madriguera.

Tú sólo avisaste que irías a dormir, y agradeciste que nadie hiciera otra pregunta. Ningún Weasley sabía lo que pasaba y tampoco querías que ahora lo supieran. Sólo querías a tus padres contigo y eso no sería posible. Lo único que hiciste al acostarte en la cama en el cuarto que compartías con Ginny, fue tomar tu almohada, abrazarte a ella, y dejar que las lágrimas fluyan, dejar que el dolor se vaya con ellas, todo en silencio, sin que nadie oiga tu dolor, porque después de todo, no querías que nadie supiera sobre tí en ese momento. Quedaste profundamente dormida hasta escuchar golpes en tu puerta.

- Toc toc - dijo uns voz conocida. - ¿Puedo pasar? - dijo Fred entrando.

- No sé para que preguntas. - dijiste seria.

- ¿Vas a levantarte en algún momento? - negaste. - Anda, no puedes quedarte allí todo el día.

- Míra y ve como sí puedo. - dijiste cortante y desafiante.

- ¿Qué te sucede? - preguntó sentandose en la cama.

- ¡Muchas cosas, Fred! - gritaste con lágrimas en los ojos. - No he visto a mis padres hace mucho tiempo y ahora ni siquiera sé ni donde ni como estan. - dijiste llorando. - Los extraño demasiado, Fred... - sentiste como el mencionado te abrazaba.

- No estas sola, y jamás lo estarás. - dijo limpiando tus lágrimas con sus pulgares. - Estaré contigo siempre que lo necesites. - dijo volviendote a abrazar. Sin poder evitarlo, lloraste en su hombro. - Tranquila, estoy aquí contigo. - dijo mientras acariciaba tu cabello. - Ahora, limpia tus lágrimas y ponte esa sonrisa que ilumina el mundo. - dijo haciendote sonreir. Fred se sintió orgulloso por lograr eso.

Tal vez, todo lo que necesitabas era a Fred. Recordabas las cosas que él te había dicho, y pensaste lo mismo que él aquella noche. Querías que Fred fuera tu ángel guardían, el único que te protegiera de cualquier mal, esten en donde esten, sea él quien te cuide, siendo así, al único que ames.

Ángel guardían Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang