Atracción Rusa

CAPITULO 8

canción: perfume - Britney spears

No sabía que responder quizás hacerlo con la misma pregunta porque Mishenka estaba allí porque había cancelado todo a última hora, porque se encontraba allí. Me sentía como una completa tarada, porque me había tropezado intentando no llamar su atención y había ocurrido lo contrario.

- Bueno habíamos quedado en una cena – enarco una ceja-. Fue una casualidad el verte aparcar aquí en el cementerio.

- Lo siento tanto – su mirada se fija en otro punto-. Charlotte me llamo, dijo que habían algunos problemas en la empresa, he dejado el móvil en mi casa, cuando intente pasar por ti ya no estabas en tu casa, así que decidí.. - sus palabras se entrecortan-. Decidí visitar a alguien que hace mucho no visitaba.

- ¿Esa persona?

- Pertenece a mi pasado y es allí donde debe quedarse – responde de manera tajante.

- Hace cuánto qué...?

- Ocho años, no vengo desde hace ocho años – una pequeña sonrisa se dibuja en su rostro una cargada de tristeza-. Puedo compensar la cena fallida.

- ¿Como? – enarco una ceja-. Ya casi son las once.

- ¿Te apetece ir a mi casa a cenar?

Mishenka nunca me ha llevado a su casa, la mayoría de veces cenamos en un restaurante o en mi casa, pero jamás me ha hecho este tipo de invitación.

- De acuerdo – es lo único que menciono, no dejo de sentir rabia, por el hecho de que me haya dejado plantada.

- Lo siento en verdad – responde en cuanto escucha el tono de vox que estoy utilizando con él.

- Bueno..Relativamente no impo...

- Si importa – me corta-. Si importa porque no es de caballeros el dejar esperando a una dama, debí llamar, soy un idiota.

- Está bien, has dicho que pasaste por mi casa y luego terminaste en el cementerio.

- No volverá a suceder.

Porque se oculta detrás de ese hombre que disimula no importarle en lo más mínimo su pasado, sé que alguien lo marco para siempre, y se niega a decirme eso, no quiero presionarlo ni lo hare a menos que él lo haga.

El auto aparca en su mansión, hay algunos hombre en la entrada, hombre con armas en sus manos, no me intimidan después de todo no es ajeno el conocer a lo que él se dedica.

- Adelante - me abre la puerta de la entrada, las puertas están reforzadas en oro, las paredes tienen pequeñas incrustaciones de diamantes, adentro las cosas son diferentes, no hay casi personal y todo permanece en la oscuridad, a excepción de la sala, esta es luminosa, y mi vista se fija en una fotografía en especial, es una mujer, una hermosa mujer que jamás había visto, sus cabellos son castaños, su color de ojos es café y su sonrisa es hermosa, la foto esta rodeada de flores sintéticas un hermoso portarretratos, y en ese instante deduzco que es ella, la persona que mantiene oculta en lo profundo de su corazón.

- Es ella – admite finalmente-. Es ella la persona que visitaba en el cementerio.

- Yo..

- No tienes por qué sentirte mal por preguntarme, fue hace mucho.. – toma la fotografía en sus manos-. Ahora solo está grabada en mis recuerdos.

- ¿La extrañas? – enarco una ceja.

- No hay día en el que me lamente el estar vivo y ella no – su mira se congela en esa fotografía, la deja en el puesto y me ofrece a pasar a la cocina.