CAPITULO 11

166K 9.2K 2.3K
                                    

canción: MICHL - Broken roots

Las actitudes de Charlotte no las podia tomar como normales, porque simplemente iban más allá de la amistad que tuviera con Mishenka, esas eran actitudes claras de que estaba enamorada de él, o que al menos le interesaba como hombre, así que una vez pasamos al comedor no deja de mirarme como si no tuviera el derecho de estar sentada al lado de ellos, me siento como intimidada, y en arte avergonzada cuando no tendría por qué estarlo.

- Te compre un regalo – rompo el silencio que se ha creado entre los tres y saco la caja azul con un enorme moño de color gris.

- No tenías porque – me responde con una sonrisa.

- De igual manera lo hice – le extiendo la caja en sus enormes manos que se abren para recibir el obsequio.

- Veamos que me has dado mi musa – retira el moño y abre la caja al tiempo que una ligera sonrisa se dibuja en sus labios.

- Pensé que te gustarían.

- Son perfectos – sostiene los gemelos en forma de pica que le obsequiado.

- Sé que te gusta el póker, así que decidí darte unos que combinaran con tu broche.

Charlotte por el contrario no pronuncia ninguna palabra, solo se queda en silencio

- Están muy bonitos – dice finalmente con una diminuta sonrisa.

- Iré por los chocolates – me levanto de la mesa con dirección a la cocina per su mano me detiene.

- Deja que lo haga Martha.

- No es problema para mí – suelto su mano y sigo mi camino a la cocina encontrando a Martha terminando de arreglar algunos platos en las bandejas-. Te ayudo – acomodo uno a uno los chocolates rellenos de maní que he hecho para él.

La figura de Charlotte se atraviesa en mi campo de visión, sostiene una copa de vino tinto y se apoya en el marco de la puerta.

- ¿Te molestaría dejarnos un momento solas? – se dirige a Martha quien asiente y sale de la cocina.

La peli roja se acerca hasta donde estoy y se queda mirándome fijamente solo para abrir sus labios al cabo de unos segundos.

- ¿Te puedo hacer una pregunta Laurent? – enarca una ceja.

- Por supuesto.

- ¿Lo amas? ¿Amas a Mishenka?

- ¿Disculpa? – parpadeo-. ¿Porque me estas preguntando eso?

- Solo contesta.

- Escucha Charlotte – dejo de acomodar los chocolates en la bandeja de plata y acorto la distancia entre las dos-. Admiro que seas su amiga, y que hayas compartido su dolor durante estos años, pero creo que en lo que respecta a mi relación con él, solo es asunto que nos concierne únicamente y exclusivamente a nosotros, así que si deseas detalles de nuestra vida, de mi parte no tendrás ninguno, pero puedes pregúntaselo a él, en caso de que no te sientas cómoda.

- Te lo estoy preguntado porque Mishenka no es cualquier hombre, cuando se meten con lo que más aprecia o con lo que más adora, se convierte en el peor demonio que pueda existir, en el hombre que siempre será – dice al tiempo que toma un sorbo de vino de la copa-. Espero hayas comprendido esa parte.

- Sé qué clase de hombre es, siempre lo he sabido y no me importa – tomo de nuevo la charola entre mis manos y me dispongo a salir de la cocina-. Y respecto a tu pregunta, si lo amo.

Salgo camino hasta el comedor tratando de contener mi frustración de rabia, estoy segura de que ella planeo lo del collar, lo hizo con la única intención de dejarme quedar mal, es una mentirosa de primera, estoy segura que lo hizo por celos. Me tranquilizo volcando mis pensamientos hacia otra cosa que no sea el dejarme afectar por la presencia de Charlotte.

Atracción RusaWhere stories live. Discover now