Capítulo 1: Fuerza magnética

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NOTAS DEL AUTOR

Bienvenidos y bienvenidas una vez más a una de mis historias... ¡loca loquísima! 

Yo soy Daikiraichan y estoy muy feliz de tenerles aquí otra vez, leyéndome. Antes de empezar, aclaro: 

-Esto es un universo alternativo, he modificado eventos que ocurrieron realmente en el juego y he creado una realidad "paralela" donde Hank ha sido el más afectado. Espero que os sorprenda a lo largo de la lectura. 

- Habrá contenido sexual, no en este capítulo, pero sí más adelante. Cuidado al leerlo, ¡no estar cerca de personas con problemas del corazón! 

- Ilustración: no es mía (ojalá) y no conozco al autor/autora, tiene la firma en el trabajo pero no consigo leerla. Si alguien lo sabe, por favor, que me lo deje en los comentarios para darle sus correspondientes créditos. 

- Portada: ¿Os gusta? ¡La he hecho yo! Para ello he utilizado una plantilla de KevsitaaJonas (DevianArt)

Agradezco de antemano todo el amor que me deis, como siempre, estaré contestando vuestros comentarios <3 ¡Ahora sí, a leer!


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La tarde había caído ya sobre el frío Detroit cuando el teniente Anderson pulsaba el mando a distancia de la puerta de su garaje. La puerta hizo un chirriante ruido mientras se abría lentamente, dejándole paso para aparcar su viejo Mustang del 68, al que tenía tanto cariño.

Había tenido un día duro de trabajo, archivando casos antiguos de los que no había pistas nuevas y clasificando documentación. Odiaba el trabajo burocrático del departamento de policía de Detroit. Hank siempre había sido un hombre de acción, de atrapar a los malos en la calle.

Lo único que le consolaba era saber que Katherine le esperaba en casa, con la comida preparada y con una sonrisa en su rostro. Aquella sonrisa que curaba todas sus heridas.

Bajó del coche y cerró la puerta del garaje, poniendo rumbo hacia su casa. Echó un vistazo a su barrio. Era una zona residencial de clase media, donde diferentes casitas de tejados adornados con tejas, eran habitadas por buenos ciudadanos de la ciudad, que se escabullían del bullicio de sus vidas en el centro una vez caía la noche.

Justo en frente de su casa, donde habían vivido los Evans durante tantos años, el cartel de "Se vende" había sido modificado con una pegatina de "Vendida". Se preguntó cuándo llegaría el nuevo inquilino y se permitió la idea de fantasear que fuera fan de los "Detroit Gears". Echaba de menos compartir un partido con otro hincha como él.

Sacó las llaves de casa y al meterlas en la cerradura, escuchó el estruendo que Sumo hacía por el pasillo, solo para recibirle a él en la puerta. Al abrirla, el gran San Bernardo le saludó con un ladrido de alegría y se puso a dos patas, para abrazarlo y besarlo. Hank le correspondió el cariño mientras escuchaba otra voz dándole la cálida bienvenida.

- ¡Papá, ya has vuelto! –Gritó el niño pequeño desde el salón, corriendo a saludar a su padre, que vestía su característico uniforme de teniente.

Ya había llegado a casa. Aquella vocecilla llena de admiración y cariño era lo que él llamaba su hogar.

Abrazó fuertemente al niño y pronunció su nombre con especial delicadeza.

Forbidden [HANK x CONNOR]Where stories live. Discover now