Capítulo 12: The Letter

2.1K 276 533
                                    

NOTAS DEL AUTOR

Con gripe y todo, aquí estoy, ¡un poquito tarde, lo sé, pero estoy! ¿Estáis preparados para lo que se viene? Advertencia: capítulo corto pero intenso. 

Credits by @tomitamanu

:::::::::::::::::::::::::::::::

La tormenta se había desatado en su mente.

Se encontraba al volante de su coche, aquel que tanto amaba conducir, mientras sentía el corazón latirle a toda velocidad en el pecho.

Todo lo que acababa de descubrir se estaba todavía aclarando en su mente. Era una gran revelación que le había removido las entrañas. Todavía recordaba la mirada preocupada de Gavin, su antiguo amigo, mientras cogía sus cosas con violencia y se marchaba de la oficina de policía sin despedirse de nadie.

Desde que aquel informe había caído en su mesa y había ojeado las fotografías de Connor, vestido con aquella ropa característica del Eden Club... no se lo había podido creer. Su mente, algo en lo más profundo de ella, le negaba la realidad. Pero los datos en el informe estaban muy claros.

Fue poco después, como si algo en su interior se hubiera activado, que los recuerdos acudieron a su memoria como un balde de agua fría. Recordó la mirada apocada del androide cuando él le había ayudado a recoger los cristales rotos, recordó lo ansioso que estaba aquella noche, su primera noche como teniente de homicidios, con Gavin Reed hinchando las pelotas por no haber sido escogido como el candidato idóneo para ascender a su puesto. Desde ese día la amistad que los unía se había roto para siempre. ¡Y hasta había sido padre recientemente! Ahora los recuerdos eran nítidos, pero sabía que después de aquello jamás se habían vuelto a ver. ¿Cómo era posible que se fuera a acordar de algo tan insignificante como ayudar a alguien a recoger una botella rota del suelo? No entendía cómo era posible que Connor hubiera acudido de nuevo a su vida. ¿Era todo una gran casualidad del destino?

Pisaba el acelerador a fondo para llegar y averiguarlo de una vez por todas.

Mientras tanto, en su mente se mezclaban diferentes sentimientos. La rabia, la vergüenza, la decepción, las dudas y la confusión jugaban a un macabro juego, bailaban rápidamente y en círculos, haciendo que su paciencia se agotara; hasta hacerle perder el juicio.

¿A qué has estado jugando, Connor?

Se preguntaba una y otra vez si todo había sido una farsa. Una mentira. Si él había protagonizado una obra de teatro ejecutada por un androide desequilibrado. No podía creer que hubiera caído como un tonto en la trampa... No podía esperar a hablar con el androide para sacar sus propias conclusiones, y es que la historia no podía ser más perturbadora.

Seis años después de su primer encuentro, de su único y primer encuentro, aparece nuevamente en su vida, llenándolo de mentiras mientras lo seducía lentamente, obligándolo incluso a destruir la vida por la cual había luchado tanto.

- Maldito seas, Connor... -gruñó el teniente de policía cuando empezó a entrar en la urbanización en la que vivían los Anderson.

Como de costumbre, aparcó el coche cerca de la casa del androide, con la intención de ir a verlo inmediatamente, no le importaba nada más en ese momento. Se bajó rápidamente del vehículo, sintiendo el estómago totalmente revuelto.

Se escurrió, como de costumbre, por el jardín del androide y llegó hasta la puerta principal, tocando con los nudillos con cierta demanda. Escuchó ruidos tras la puerta y pronto vio la cara del androide tras la madera. Su rostro, sin poder Hank evitarlo, seguía pareciéndole extremadamente bello; al contemplarlo sintió un escalofrío.

Forbidden [HANK x CONNOR]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora