Capítulo 2: Promises I can't keep

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NOTAS DEL AUTOR

¡Siento haber tardado un pelín en actualizar! Pero por fin aquí os traigo el segundo capítulo. Gracias a todos y todas por los comentarios y el amor que me dais, de verdad. Me siguen lloviendo ánimos y palabras bonitas por "El verano de Connor" y yo todavía estoy cómo que no me lo creo. No me creo que os haya gustado tanto. Gracias, muchas gracias. 

Responderé a los comentarios atrasados, lo prometo! Iré un poco lento, pero estoy pendiente ^^ 

Credits: Ilustration by @Krabat__ (Twitter) 

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- ¿Mamá, puedo llevarme estos cereales? –preguntó el niño, cogiendo la colorida caja de la repisa a la que casi no alcanzaba.

Hank y Katherine se encontraban tirando de un carrito de la compra en unos grandes supermercados cerca de las afueras. Era final de mes y las alacenas de la familia se encontraban casi vacías, sobre todo para el joven Cole, que requería un gran arsenal de porquerías azucaradas que su madre evitaba comprar pero que su padre consentía.

La mirada de Katherine reprobaba la elección de cereales de Cole, pero el niño puso un tierno gesto y juntó sus manitas como en un rezo, repitiendo varias veces "por favor" en un ruego. No pudo evitar ablandarse y coger la caja, metiéndola dentro del carro. El niño lo celebró con un satisfactorio "¡Bien!" antes de salir corriendo, imitando un avión que planeaba por la sección de cereales y que se desviaba en el primer pasillo a la izquierda, desapareciendo de la vista de sus padres, que caminaban lentamente, despreocupados.

Cuando giraron la esquina, Hank se encontraba hablando con su mujer sobre las próximas vacaciones que debía cogerse del trabajo –ya que le debían unas semanas del año pasado-, cuando el niño les sacó de la conversación:

- ¡Mamá, papá! ¡Aquí está el chico con las luces en la cabeza! – Y sonrió de oreja a oreja a su nuevo amigo.

Hank interrumpió la conversación con su mujer para mirar al frente. Se encontró con la mirada amigable del androide que vivía delante de su casa.

Connor.

- Cole, eso no se dice...-reprendió Katherine al niño, al que colocó entre sus piernas mientras se acercaba a Connor con una sonrisa jovial-. ¡Hola, ¿qué tal?! –saludó animadamente-. ¡Cuánto tiempo! –bromeó.

- Buenas tardes, señores Anderson –Connor sonreía y se mostraba amigable. Tenía una pequeña cesta con unos productos de limpieza y de bricolaje-. Estaba comprando algunas cosas para mi nueva casa, cuando este piloto de altos vuelos me interceptó  –dijo el androide, mirando hacia abajo, a la carita iluminada de Cole.

- Sí, es un poco travieso, ya lo irás conociendo –dijo Katherine, acariciando la cabeza de su hijo.

- ¡Me cae bien, mami! –le dijo el niño, antes de irse otra vez del pasillo, planeando como un avión con los brazos levantados.

Los adultos rieron, aunque Hank observaba taciturno la escena. Se sentía tremendamente incómodo, y no quería abrir la boca. Pero su mujer le dio un codazo, como instándole a ser amable con el androide.

- Hank me estaba diciendo que pronto tendrá vacaciones –comentó la mujer, para abrir un tema de conversación. Quería que el chico se sintiera aceptado en la pequeña comunidad que tenían montada en su barrio y ella se sentía en la responsabilidad de facilitarle el tránsito en el nuevo entorno-. La verdad, es un alivio, en esa comisaría le sacan el cuero, ¿verdad, cariño?

Forbidden [HANK x CONNOR]Where stories live. Discover now