El techo descolorido de su vieja y descolorida habitación se había vuelto lo más interesante en el mundo prácticamente desde que había vuelto a casa.
A casa, no a su hogar.
Ese lugar ya no se sentía como su hogar y no consideraba otro sitio como su hogar, éste le había sido arrebatado
Sus ojos miraban aquel techo lleno de manchas de humedad como si se encontrara en una especie de transe, uno doloroso, a pesar de lo que podría expresar su rostro inexpresivo. Su cuerpo podría estar inmóvil, sus ojos podrían no despegarse del techo pero su interior estaba completamente agitado.
Los recuerdos y los sentimientos que estos provocaban no dejaban de fluir una y otra vez.
"¿D-Dijiste... n-nuestro bebé?"
"Oh Ken, eres un padre tan genial"
Tenía la sensación de dibujar una amarga sonrisa en sus labios pero no pudo hacerlo, no se sentía lo suficientemente motivado para mover sus labios. No se sentía con las fuerzas para hacerlo.
Desde el día que Tammy se fue, no se sentía con las fuerzas para hacer nada.
Era una suerte que sus padres fueran unos vagos alcohólicos, ellos nunca hacían nada por eso nunca le reclamaban o exigían que saliera de su habitación y buscara un trabajo. Siempre supo que toda su vida sería pobre pero se había prometido que nunca sería igual de vago que sus padres, una promesa que había roto desde hacía 3 años y que parecía seguiría rompiendo por muchos años más.
El sonido de pequeñas pisadas corriendo por los pasillos hacia su habitación, provoco que su rostro de piedra cambiara y que abriera un poco más los ojos, como si fuera una computadora encendiéndose de poco a poco.
-¡Tío Kenny! -.
Aquella vocecita entro a la habitación junto a su portador, un pequeño niño de cabello rubio cenizo, ojos verdes y mejillas regordetas al igual que sus pequeños brazos y piernas.
Kenny sólo tuvo que girar su cabeza para verlo y fue como si el resto del sistema de la computadora se encendiera de inmediato con sólo ver al pequeño y su sonrisa. Se sentó con las piernas fuera de la cama y abrió sus brazos al pequeño con un gesto similar a una sonrisa amigable.
El pequeño niño no dudo en correr y abrazar al joven rubio, tratando de rodear todo su cuerpo con sus brazos y enterrando su rostro en el estomago ajeno por un momento.
-¡Estoy aquí! -.
-Bienvenido Tommy - Kenny trato de sonreír para el pequeño.
-¡¿Podemos jugar?! - pregunto desenterrando su rostro y mirando al mayor con una gran sonrisa.
-¡Tommy! - una mujer con el mismo color de ojos que el niño, entro en la habitación y se cruzó de brazos.
-¡Mamá! - el pequeño salto sentado en la rodilla del rubio.
-¿Qué te he dicho de correr así y de molestar a Kenny? -.
-Pero... - el ánimo del niño recayó y sus hombros se encogieron - ...quiero jugar con el tío Kenny -.
-Lo siento, Kenny, ya he hablado con él para que no te moleste tanto pero... -.
-Está bien, Claire, no me molesta pasar tiempo con éste pequeño - Kenny sonrió y revolvió el cabello del niño - es un chico muy divertido -.
-¿Estás seguro? -.
-Sí, adelante, tú y Kevin diviértanse -.
-¡Lo ves, mamá! ¡el tío Kenny también quiere jugar! - el niño volvió a saltar.
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Mi Pasado, Nuestro Futuro - South Park
FanfictionButters Stotch tenía una vida perfecta, cumplía un año de noviazgo con el chico que más amaba en el mundo y estaban apunto de mudarse juntos a otra ciudad para ir a la universidad, pero todo cambió de manera repentina. Sin poder prevenirlo su mundo...