Bloqueo Mental

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No me gusta andar con el ceño fruncido, pero últimamente se me ha hecho más común de lo que me gustaría, culpo al agotamiento físico, después de mucho tiempo sin lograr un descanso y un relajo de tanto pensar, me hacen sentir sin ganas de seguir adelante en el día. Se cubre de un manto negro el diario vivir, esas cosas que por lo general no son importantes se hacen relevantes y toman una mayor fuerza.

Parado frente al mundo los ojos expectantes de aquellos que están dispuesto a apuntarte con el dedo, empujarte más abajo de donde ya estás, mientras este río de mierda te cae solo a ti, llevando todo aquello que tu llamabas dignidad, en el reflejo de los vidriosos ojos de tu público.

Me cuesta levantar la cara, aceptar que no estoy bien, y en todos los sentidos, me cuesta saber que estoy mal, he ahí el inicio de todo. Creo no tener orgullo como para reconocerlo, pero me niego a mí mismo, al no ser capaz de reconocer que puedo saber quién soy. Conocer los caminos que he transitado, reconocerlos, aprenderlos y sí es necesario repetirlos o simplemente tomar la siguiente vía, saber que el siempre puede ser un concepto que más que todos tiene a la zeta en su final, y entendiéndolo junto al nunca, la solo claridad de que existe un inicio, no supongamos términos cuando nos hace falta solo vivir, saber que existe, ya es lo suficiente como para poder respirar con ellos, para que darles un final con un siempre o un nunca, existamos y dejemos que existan junto con nosotros. 

Sin BotónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora