Sin Botón

Dos en uno

La gran tarea de la vida, me senté a pensar lo difícil que se me hace poder hilar las ideas cuando estoy de boca en boca de cualquiera, y lo fácil que se me hace poder llevarlas al papel, me percaté cuán fácil es ser dos personas distintas en el mismo momento, una que frente a cualquier cosa sabe entregar una muy buena respuesta, pero es ajena a mirar a los ojos, ya que sus manos se encuentra guiada por teclas que hacen bailar a los dedos intentando cumplir con lo que se siente en el momento y el receptor se convierte a un amigo virtual, y otra que se le escapan las ideas y no logra concentrarse en lo que realmente está aconteciendo. Cuando los escenarios cambian y el amigo virtual transforma mi personaje, los nervios se apoderan de la situación y ya no es tan fácil poder hablar y poder encontrar esos temas que se hacen tan ágil cuando no existe la presión de esos ojos que están mirando, esperando impaciente una respuesta a aquello que de alguna forma se busca un poco de los grandes consejos que por pantalla se pueden entregar, y en persona se sienten algo distintos, pero en la vida real los tiempos de espera no son manejables, es acción y reacción inmediata, no existe la otra ventana de atrás que te lleva a centrar tu mente en una nueva idea que te oriente a responder a lo que tienes al frente, así comienzan los titubeos y las redundancias. Es como que de pronto toda mi vida fuera como una foto alterada con sinfín de filtros, te das a mostrar de una forma diferente a la que realmente eres en la normalidad del día, te ven y te sienten desde peldaños superiores al real, y esperan que tu actitud sea conforme a la idealización que tienen de ti. Y ahora qué, cuando sé que ambas personas viven en mí, aquel que tiene doctorados de consejos y respuestas cuando los momentos más difíciles de la vida pasan en el rededor de los otros, y el otro que es una persona común y corriente que le cuesta encontrar las palabras para darte el aliento y se esmera en ser tan fuerte como el primero. Crear la fusión de ambas personas es la meta a alcanzar, poder llegar a ser tan cercano como el primero y tan real como el segundo, sin que exista un tercero y solo sea uno entero.