Capitulo 12

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La región de Espiens en Francia parecía sacada de un cuento o de una película independiente, el verde se colaba por los bordes de la ruta y ocasionalmente era realzado por hermosas construcciones que parecían estratégicamente colocadas en el lugar correcto para embellecer el paisaje, como si alguien hubiera estado jugando al Sims con cada edificación.

Si alguien me hubiera dicho cuando me inscribí en la beca para el doctorado que seis meses después iba a terminar yendo a la boda de un desconocido en el sur de Francia no le hubiera creído, el lugar es casi idílico y el hecho de que sea Lucas el que va conduciendo al lado mío con una exhausta cara de preocupación hace que toda la situación sea aún más surreal.

- ¿Estás nervioso? - Le pregunté mientras buscaba una canción en el reproductor.

- En una situación ideal pensé que tal vez hubiera sido yo el que te preguntara eso.

- ¿Y cuál hubiera sido la situación ideal?

- ¿Por qué quieres que verbalice algo que entiendes perfectamente? Te gusta torturarme es todo.

- No me gusta torturarte, te estoy acompañando porque me dijiste que tu familia iba a torturarte si no venías con alguien, en todo caso estoy haciendo lo contrario, te estoy evitando el boicot familiar.

- En ese caso gracias. Y no, no estoy nervioso solo preferiría no tener que atravesar este tipo de situaciones - Dijo frustrado.

- ¿Te incomodan las bodas?

- Me incomoda la boda de mi hermano menor a los 32. O sea no per se, no me interesa casarme ahora, pero ya puedo sentir las miradas reprobatorias y me exaspera mucho.

- Uno piensa que a tu edad ya manejarías el don de dejar las cosas pasar e ignorar las miradas reprobatorias.

- Lamento decepcionarte - Me respondió con una sonrisa ladeada.

- No me decepcionas, en cierto punto lo encuentro tierno - Le dije sonriendo y evitando su mirada.

- ¿Por qué?

- Supongo que si te interesa tanto lo que tu familia quiere y espera de vos, debes amarlos mucho. Eso es lindo.

- También es una carga pesada sobre los hombros.

- Bueno puedo darte un masaje después de la ceremonia para que te descontractures.

- Esperaré con ansias – Me dijo y volvió a posar sus ojos sobre el camino.

El casamiento de Amelia y Dante fue todo lo que Olivia auguraba y más. Con Lucas acordamos que me iba a presentar como una colega de la universidad. Todo el mundo se alegraba de verlo, él saludaba tímidamente a cada uno de los invitados con una copa de vino rosado en la mano. Le hice un chiste sobre embriagarse para hacer las cosas más tolerables y si bien se rió, se terminó lo que estaba tomando y no volvió a pedir nada más. Nos movimos con parsimonia por el lugar hasta llegar al castillo propiamente dicho donde se estaban preparando la novia, su hermano y seguramente el resto de su familia.

- Que te quede claro que van a pensar que estamos en algo y van a hostigarte a morir en cuatro idiomas distintos. Te pido perdón por eso de antemano – Me dijo con una sonrisa amarga.

- No te preocupes, creo que puedo ingeniármelas bastante bien, es el vestido de Olivia, tiene poderes – Le respondí ondeando la falda, era un vestido celeste, largo, con detalles en amarillo y azul. Le había dicho a Olivia que quería estar arreglada pero no llamar demasiado la atención y me enfundó en ese vestido.

- Tú tienes poderes – Me dijo y me besó con voracidad, yo lo dejé, si eso le sacaba los nervios era lo mínimo que podía hacer por él.

#1 ¿Qué quiere un hombre de una mujer que no quiere nada de él?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora