Capitulo 14

37 7 0
                                    

El Doctor Becker murió a las 13:15. Con Lucas llegamos a Lisboa a las tres de la tarde. Cuando se enteró de lo sucedido salió eyectado del hospital hacia la calle dejándome ahí sola con su madre y sus hermanos, inaugurando así el momento más incómodo que atravesé en mi vida. No sabía qué decir, ni con quien hablar. Mis pobres capacidades en diplomacia hicieron que me ofreciera a buscar bebidas para todos y a charlar brevemente sobre alguna trivialidad que no apesumbrara más las cosas. Veinte minutos después, pedí disculpas y me fui.

No encontré a Lucas en los alrededores del hospital. Caminé sola por algunas callecitas pintorescas que contrastaban demasiado con mi estado de ánimo de abandono e incertidumbre. Me compré una bebida fresca y finalmente busqué en google maps algún hotel cerca. Si Lucas no me llamaba para el día siguiente me iría.

A las 11 de la noche pedí la cena a mi habitación y me quedé en la cama viendo si encontraba algo decente para ver en la televisión. Me topé con "Relatos Salvajes" en un canal de cine. Una hora después Olivia me llamó por teléfono.

- ¿Y?¿Cómo va todo?

- De perlas.

- ¿Y Lucas?

- No tengo idea.

- Clara...

- ¿Qué?

- ¿Dónde está Lucas?

- No lo sé, para cuando llegamos su padre había muerto, entró en pánico y se fue del hospital. Me quedé un rato con su familia y después me fui, no tenía nada que hacer ahí.

- ¿Y dónde estás tú?

- En el hotel Lis.

- ¿Y no se te ocurrió llamarlo para ver dónde está?

- ¿Qué caso tiene?

- ¡¿Clara no te preocupa lo que puede estar haciendo?!

- No, solo creo que debe necesitar tiempo para el mismo, procesar la información... Si no me llama para mañana me vuelvo en el primer tren ¿Si?

- Bien...

- Oli...

- ¿Qué?

- El está bien.

- ¿Y tu?

- También.

- Nos vemos mañana.

- Adiós.

***

El sonido de mi teléfono me despertó sobresaltada. Me había quedado dormida con la televisión prendida porque estaba exhausta. Lucas respiraba entrecortado al otro lado de la línea. Me pidió perdón y me preguntó dónde estaba. Le pasé mi ubicación por mensaje y media hora después lo tenía en la puerta de mi habitación.

Nos recostamos sobre el respaldo de la cama y compartimos una botella de vino del mini bar. El volvió a pedirme perdón por dejarme sola con su familia en el hospital y yo volví a repetirle que no había problema, que lo entendía, que cuando uno atraviesa experiencias como esas por lo general no sabe cómo reaccionar. Le pasé la mano por la cara en un acto de consuelo que mutó en caricia interminable y me besó. Primero despacio, después con necesidad. Me desabrochó la camisa y se deshizo de mi corpiño con agilidad, me mordió con lujuria y yo gemí. Me acomodó debajo de su cuerpo y me miró con esa mirada de él, la que pone cuando está a punto de admitir algo despreciable: "Podría besarte para siempre" confesó. Mi corazón se detuvo, un sudor frío me bajó por la espalda y mi ropa interior se empapó.

Me sentía como si hubiéramos entrado en una burbuja secreta de transparencia donde éramos emocionalmente íntimos, pero libres de la carga de los celos y la propiedad, de su familia, de mi novio, de nuestros miedos. Podíamos explorar en las entrañas del otro porque ya no teníamos nada que perder. Lo habíamos perdido todo hacía un par de meses.Y nuestros cuerpos eran los únicos que se habían hablado con honestidad todo este tiempo. Dos horas después caímos marchitos sobre el colchón.

***

Le pregunté a Lucas sobre el funeral cuando nos despertamos y me dijo que lo único que sabía era que iba a estar concurrido, yo entré en pánico pero no dije nada hasta que llegamos a la puerta del lugar.

- Yo... No sé si debería... - Le dije casi temblando.

- ¿Entrar? - Preguntó él, tenía los ojos enmarcados en un enorme par de ojeras.

- Si.

- No te gustan los funerales.

- No, pero no me molesta ir a uno para hacerte compañía - ¿En que me convertí?

- Necesito que seas clara conmigo esta vez - Suplicó él. Y se lo merecía.

- Bueno... Hace un mes y medio fuimos a la boda de tu hermano y ahora venir al funeral de tu padre es... No sé qué va a pensar tu familia... - Le confesé. Me iba a ir a Canadá en un mes, no quería generar lazos con nadie más.

- Clara, mi padre acaba de morir. Mi madre me odia porque no llegué a verlo en el hospital. Nuestra relación o lo que sea que pase entre nosotros es lo último que le interesará a mi familia hoy. No voy a obligarte ni a pedirte que entres conmigo al funeral si realmente no te sientes cómoda, no tienes que hacerlo. Pero no es el momento para preocuparte por eso - Dijo y me tranquilizó.

- Lucas, perdón, yo...

- No me pidas perdón, no has hecho nada malo, al contrario. Puedes volver al hotel si quieres, ya has hecho demasiado por mí acompañándome hasta aquí y te lo agradezco infinitamente. No se que hubiera sido de mi si no hubieras estado conmigo en ese auto - Me miró suplicante.

Lo besé en la boca con ganas como si eso pudiera al menos anestesiarle un poco el dolor. Él me tomó de la cara y correspondió a mi gesto con urgencia. Cuando nos separamos, lo tomé fuerte de la mano y entramos al lugar.

#1 ¿Qué quiere un hombre de una mujer que no quiere nada de él?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora