Lucas y Clara se parecen en muchas cosas, pero hay algo en lo que no coinciden en absoluto: su forma de vivir el amor. ¿Se pondrán de acuerdo o tendrán todo para perder? ¿Se darán cuenta de que cuando 2 son inseparables, el 3 es número par?
Esta his...
- ¡Clara! - Escucho que alguien grita mientras hago el check in. Una voz inconfundible.
No nos vemos desde el funeral de su padre en Lisboa. El se quedó haciendo trámites y yo volví al otro día, abrumada por toda la situación. Que su madre me dijera que una chica como yo era lo que siempre había querido para su hijo me desestabilizó tanto que huí sin decirle nada y por supuesto él no volvió a escribirme hasta hoy. Olivia le avisó que mi vuelo salía a las dos de la tarde, y ahí está gritando mi nombre como si fuera una película, como si esto fuera a tener alguna especie de final feliz.
- Volverás a Madrid? - Me dice agitado.
- No lo sé.
- Sabes que estás rompiéndome el corazón ¿Verdad?
- Lucas, yo...
- Sabes que estás rompiéndome el corazón y que podría pedirte que te quedes. Por que se que sientes algo por mi.
- Yo...
- Pero no lo haré. ¿Sabés por qué? Me has enseñado tantas cosas... En mis 32 años nunca me había cuestionado demasiado sobre el amor romántico, nada a decir verdad. Simplemente tomé esa estructura socio cultural y me la apropié como el resto de los seres humanos. Y luego viniste tu y rompiste con todo eso, rompiste con todas mis estructuras, con todo lo que daba por hecho, tomaste mis ideales por la nuca y los hiciste morder el polvo como nadie lo había hecho jamás. Me volaste el cerebro y me enamoraste. Me enamoraste y me dejaste en claro que no podía reclamar absolutamente nada sobre ti, porque ya pertenecías a otro, o mejor dicho, porque ya habías elegido pasar tu vida con alguien más. Franco es afortunado de tenerte, y podría tenerle envidia o rencor, pero he aprendido tanto de ti que no puedo hacer otra cosa que admirarlo. Lo admiro por ser digno de ti, por dejarte libre, por estar tan seguro del amor que se tienen que me haya dejado formar parte de tu vida aunque sea por un instante. Y la verdad es, que yo no soy Franco. No puedo ser como él. Al menos no por ahora. Tengo mucho que aprender aún sobre el tipo de relación que pretendes. Pero me he propuesto hacerlo porque también creo que si se hace bien, es lo más sano. Has puesto mi vida de cabeza y te agradezco por eso, espero que si en algún momento nos volvemos a encontrar podamos tomar un café y yo pueda contarte que finalmente aprendí que amar es querer la libertad del otro.
- Lucas...
- Voy a besarte una vez más y te dejaré tomar tu vuelo. Y perdona por lo de Lisboa, mi familia es muy....
- No tengo nada que perdonarte.
- Te amo, Clara. Eres una cosa salvaje y adorable y no soy digno de ti.
- ¿Por qué será que cuando abrimos los ojos hay un incendio frente a nosotros?
- Porque al final resultó que no solo yo estaba jugando con fuego, pequeña.
Me besó,como si fuera la última vez. Me atravesó con sus ojos transparentes. Me sonrió con ¿ternura? Y me dejó ir. Fue una respuesta que no esperaba, pero fue absolutamente esclarecedora, él sabía lo que yo sentía por él, sabía que no tenía ganas de irme, sabía que estaba enamorada. Tal vez debería haberle dicho que yo también lo amaba. Pero cuando la realidad te cae encima con una fuerza abrumadora, las palabras sobran.
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