Maldición.

346 43 0
                                    

-Velkan.- dije al momento en que sentía como Sadja se alejaba de mi para mirarme a los ojos.

-En serio creías que podrías huir de mi Nina?.- sonrió de oreja a oreja y por primera vez pude apreciar sus colmillos. Velkan la había mordido.

-Sadja.- apenas y podía escuchar mi propia voz.

Cerro los ojos y por un momento la presión que hacia con su cuerpo sobre el mio cedió un poco, parecía estar en trance.

-Ya esta aquí Nina.- me miro de nuevo, sus ojos al igual que los de Velkan parecían dos agujeros negros, ya no quedaba nada de la tonalidad azul que tanto la caracterizaba.

-Por qué crees que luzco diferente?.- preguntó con una sonrisa.- Porque soy como el Nina, me hizo como él. Un jodido vampiro... - hizo a un lado su melena rubia para dejar al descubierto dos pequeños orificios de un color rojizo sobre su yugular.- Y sabes que?.- me tomo del cuello con una sola mano y me golpeo contra la pared.- Me encanta, soy aun mas hermosa, tanto que parezco irreal.- hizo una pausa y me miro de arriba abajo.- No sabes el placer que me dio... si no fueras tan tonta ya te habrías entregado a él desde hace mucho.- sentía como su agarre sobre mi cuello se iba cerrando cada vez más, haciéndome más difícil el respirar.- lástima que quiera seguir cogiendo en tu cuarto, parece que tu aroma lo vuelve loco, y no lo culpo....hueles exquisito.- lamio sus labios.-....quizás pueda darte la primera mordida.- dijo acercándome a su boca.

-Suéltala.- escuche su voz en el pasillo de la entrada al departamento.

Sadja me soltó de inmediato y caí al piso con fuerza.

-Que hiciste Velkan?.- dije sobándome el cuello e intentando desaparecer el nudo que se formaba en mi garganta.

-Levántate.- pidió con seriedad en la voz.

No hice caso, mi mirada estaba enfocada en Sadja quien no dejaba de mirarme con cierta superioridad.

-Levántate o te levanto yo.

Sentí sus manos sobre mi cuerpo, pero las aparte de un manotazo. No quería que me tocará.

Me levanté poco a poco, y hasta quedar completamente erguida lo mire. A pesar del frio iba vestido con una camisa de manga corta, que se acoplaba a su cuerpo como una segunda piel, dejando al descubierto los tatuajes sobre sus brazos y cuello, sus ojos estaban carentes de cualquier emoción, parecía tranquilo y era esa tranquilidad lo que más me aterraba. Me miro y su quijada se tensó al igual que su cuerpo.

-Pensabas que no te encontraría?.- pregunto señalando mi ropa y cabello.- Tus intentos pendejos no sirvieron de nada, eres valiente Nina lo reconozco, pero no muy inteligente.- dijo con desprecio.- La has cagado bastante.

Escuché a Sadja soltar una pequeña risa.

-Vete al carajo Velkan y déjame en paz.- sentía como la adrenalina corría por mi cuerpo.

-Solo te dejare en paz cuando estés muerta.- dijo riéndose.

-Pero cuando yo muera, morirás tu también.- contesté casi escupiéndole.

Velkan entrecerró los ojos mirándome, y parecio que su estatura aunmentada. Tomo una posición desafiante.

-Déjanos.- dijo sin apartar sus ojos de mí.

Sadja asintió y sin decir una palabra salió del departamento dejándonos solos.

Soltó una risa que hizo que cualquier rastro de valentía abandonara mi cuerpo, coloco una mano sobre su boca en gesto pensativo y después de unos segundos volvió a sonreír.

-Quizás.- contestó divertido.- Pero eso es algo que no pienso averiguar aun.

-Por que Velkan?¿Por que lo hiciste?.-nuevamente sentía el nudo en mi garganta amenazando con hacerme llorar.

Mía.Where stories live. Discover now