Mía.

La Cena. Parte 2.

El pasillo era grande, parecía tener mas de los diez metros de longitud, pasamos alrededor de seis puertas ubicadas en ambos lados del pasillo hasta llegar a las escaleras, eran de madera, sin embargo tenían acabados que le daban un toque formal y una alfombra color turquesa adornaba el centro de la misma hasta llegar a su final. Llegamos a la planta baja, había un candelabro ubicado en el centro de la sala y cuadros de paisajes fúnebres, lo que le daba un toque siniestro al lugar. Llegamos al comedor y pude observar la mesa, la cual parecía ser de madera fina, tenía pequeñas velas en línea recta sobre la misma, lo que le daba una iluminación tenue e intima al comedor, había todo un banquete sobre la misma, y pude notar solo comida que me gustaba...me hizo recordar una cena de navidad con mis padres; donde el pavo, ensalada de manzana y pay de zarzamora eran los platos principales, me deshice de esa idea...no era navidad, mi familia ya no estaba y en pocos días yo moriria para ser otra cosa, algo muy lejano a la Nina Santino.

-Todo lo que deseas.- sentí su voz en mi oído.- Esta aquí.

Mire la mesa y mi corazón se detuvo.

Nikki estaba sentada en una de las sillas del comedor, estaba amordazada, tenia moretones en la cara, estaba llorando. Sadja estaba detrás de ella con sus manos sobre los hombros de le pelirroja... y su sonrisa... En ese momento entendí que Sadja se había ido hace mucho tiempo.

-Nikki.- quise correr hacia ella pero las manos de Velkan se enredaron en mi cintura, me pego a su cuerpo.

-No Nina.- beso mi cuello.- Tu aroma es aun mas deliciosa cuando tienes miedo.- sabia que estaba sonriendo.- Quizas me atreva a comerte aquí mismo, démosle a nuestro publico un buen espectáculo.

Me gire para encararlo.

-Que hace Nikki aquí Velkan?.- le pregunté, tomando su rostro entre mis manos, quería que me mirara.

-Viene a cenar.- contesto tranquilo.

-Dejala ir!.- le ordené.

Velkan me miro con una media sonrisa en la cara y me obligo a tomar asiento en la silla que estaba frente a Nikki, el se sentó de mi lado derecho, lo que lo hacia quedar en la parte angosta de la mesa y del lado izquierdo de Nikki. No dejaba de mirarnos.

Se veía cansada y débil.

- Sé que no viene a cenar Velkan.- me enojaba que me creyera estúpida.- Déjala ir.- le ordene.- Déjala ir, ya me quitaste a dos personas que queria...no dejaré que me quites a la última que me queda.

-Me estas amenazando?.- se recargó sobre el respaldo de la silla.

-No.- contesté.- Pero te prometo que me mataré esta noche si no las...

No pude terminar de hablar, me tomo con una mano del cuello y en un abrir y cerrar de ojos me tenia contra la pared, el golpe casi me desmaya.

-Termina la oración.- dijo siseante.- Terminala Nina y te juro que mataré a tus amigas frente a ti para después hacer lo mismo contigo. Empiezas a hartarme.- no podía respirar.- Y no te conviene hacerlo.

Su cara empezaba a deformarse, iba a morderme cuando una daga atravesó su pecho quedando a centímetros de mi cuerpo.

-Estabas tan enfocado en Nina, que no escuchaste ni por un momento los pensamientos de tu propia estirpe.- le dijo la rubia al oído.- Quizás debiste prestar mas atención a tu alrededor.

Saco la daga de su pecho y Velkan no pudo evitar gruñir como un animal enjaulado. Sus alaridos me enchinaban la piel, me arrojo contra la pared más lejana del comedor y al caer al piso cerré los ojos perdiendo el conocimiento.

(*)

-Nina.- escuchaba a lo lejos.

-Vamos morena no me hagas esto.- sentía unas delgadas manos dar pequeños golpes en mis mejillas. Abri los ojos.

-Sadja.- susurré.

-Hola.- me sonrío.- estaba herida, no dejaba de sangrar del estómago y de la boca.

-Tienen que salir de aquí.- dijo apresurada. Nikki estaba a su lado vigilando que Velkan no se acercara a nosotras.

-Donde esta?.- pregunte intentando levantarme pero un dolor en mi espalda me hizo gritar, algo de mi cuerpo se había roto.

-No puedo Sadja.- las lágrimas empezaban a salir.

-Esta inconsciente.- dijo mirando su cuerpo inerte a no más de un par metros de nosotras.- Era una daga de plata pero no tarda en despertar, lo puedo sentir.

La mesa del comedor estaba partida a la mitad por lo que la comida estaba regada en el piso, las velas habían empezado a quemar el piso de madera y las cortinas de la estancia. Era cuestión de minutos para que se viniera encima.

-Váyanse de aquí.- dije llorando.- Tienen que salir de aquí.

-No.- contestó Sadja.- Saldrán de aquí.- dijo para después morder su muñeca, haciéndome beber el líquido rojo que emanaba de ella.

Tenía un sabor desagradable, sabia ácido y al final dejaba una sensación amarga en la boca. Me obligo a levantarme, quede sentada sobre el piso, no sentía dolor alguno.

-Que has hecho?.- Nos giramos las tres para mirar a Velkan. Su cuerpo temblaba de coraje.

(*)

-Las amo. Corran.- dijo Sadja corriendo hacia Velkan, estampando su cuerpo contra el suyo haciéndolo caer.

Nikki paso uno de mis brazos sobre su espalda y me ayudo a levantarme, me gire para ir a ayudar a Sadja pero Velkan la tenia tomada del cuello, su mirada de agonía me partío en dos.

-No!!!.- grité intentando correr hacia ella.- No Velkan!!!.- suplique, no me importaba pedirle perdón de rodillas una y otra vez.- Por favor no lo hagas!!!.

El me miro y me dedico una sonrisa de oreja a oreja. Mis ojos fueron hacia Sadja quien me miraba.

-Lo siento tanto.- dijo con hilo de voz.- Salvense.

Velkan giro para encarar a Sadja.

-Mírame.- le dijo y sus ojos atraparon su atención y después de un segundo Sadja parecía estar en trance, como hipnotizada, no apartaba sus ojos de el.

-Ahora.- dijo Velkan mirándola y una sonrisa empezaba a dibujarse en su rostro.- Hazme feliz y sácate el corazón.

Sadja dirigio sus manos a su pecho...

-Noooo!!!! Sadja!!!!.- grité.

Nikki me obligo a salir corriendo, escuchaba como lloraba al igual que yo.

Salimos de la casa...y escuché el cuerpo sin vida de Sadja caer en el piso.