¿Qu'est ce que c'est?

591 63 52
                                    

—Así que...¿Este es el famoso lugar?—se pregunta a si misma merodeando con la vista el local vacío en el que ahora se encuentra.

No parece estar tan impresionada por el diseño tan ¿interesante?, no, la mejor palabra para describirlo...es algo hippie para su gusto.

Es un lugar pequeño y la estructura es bastante similar a los otros establecimientos; no es algo difícil de deducir si tomamos en cuenta que es un local en una plaza. Pero este lugar tenía un poco de su chispa, algo único que lo diferenciaba de todos los locales, como por ejemplo los diseños de rosales arriba de la puerta ó el ventanal pintado a mano que anuncia con esa letra cursiva el nombre.

Pero lo que diferencia este lugar de los demás espacios es el interior; paredes decoradas con pocas fotos de paisajes naturales (muchos de ellos cielos estrellados ó atardeceres únicos) con dibujos de vida marina en acuarela enmarcados y distribuidos por el espacio, mesas y sillas rústicas de madera; sin ninguna decoración en las mesas salvo a un frasco con un listón azul amarrado en el anillo de traspaso que contenía servilletas, un techo que sostenía estrellas de papel maché junto a las luces y le daban ese efecto fantasioso al lugar.

Es un lugar simplón, no hay ninguna duda; pero por mas difícil que se le haga admitirlo, el lugar tiene su encanto con este modo único de ambientación.

Conforme el tiempo pasa, la gente está llegando; primero son solo otros empleados que ayudaban a las dueñas con el lugar y poco a poco, llegaba lo que ella deducía que era la clientela frecuente debido a las largas conversaciones que se mantenían; o a la mejor en este lugar la gente es más amigable y la gente le cuenta sobre su día en lugar de solo limitarse a pedir, pagar y evitar contacto visual.

Ahora, aquel tedioso tictac del reloj había sido tapado por la gente que había llegado al lugar para juntarse, terminar pendientes en la computadora ó simplemente pasar el rato leyendo un libro; dándole vida a aquel ambiente una vez más con sus charlas, sus ocasionales risas y el habitual sonido de la campanilla anunciando la llegada de alguien o los pasos por el piso de madera que se dirigen al mostrador.

Algo muy relajante para muchas personas, pero Peridot no era una de esas personas, hasta prefería volver a tomar el vuelo de once horas una vez más a tener que esperar que Perla salga de su trabajo.

Su mirada llega hacia el mostrador que ahora tenía a alguien atendiendo, era la señorita de llamativa cabellera azul eléctrico; color que lentamente se difumina por el fleco dándole un tono azul marino hasta llegar al negro puro.

Peridot observa a la chica una vez más, no le importaba si llamaba la atención su mirada, porque cada que posaba sus ojos a la chica de cabello llamativo, todo parecía tener colores más vivos, podía sentir un perfume de rosas invadirla e hipnotizarla de manera que la hacía sentir como si de pronto la gravedad se desactivara.

"¿Qu'est ce que c'est?"

Es una pregunta muy difícil de contestar sin obtener distintos puntos de vista.

Porque a diferencia de todos los sentimientos, este en particular parece ser algo como ninguna otra cosa; un tipo de emoción híbrida que poseía desde siempre pero que salió de su escondite en cuanto esos ojos azules traspasaron hasta su alma.

Pero la pregunta sigue igual

¿Qu'est ce que c'est?

Y la respuesta sigue siendo un gran signo de interrogación, un enigma misterioso que siembra cuestiones y hace florecer distintos pensamientos que se deben plasmar al papel antes de que las flores se desbaraten y los pétalos se pierdan en el río de pensamientos.

Así que, con el fin de guardar esos pensamientos, ella saca de la mochila que trae consigo un cuaderno de bolsillo en el que normalmente escribe sus pensamientos, saca una pluma y la comienza a escribir en aquella minúscula bitácora:

El dilema Lazuli.Where stories live. Discover now