Cicatrices y puntadas.

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Como todas las cosas buenas, tienen que terminar cuando simplemente ya estaban muy cansadas y simplemente decidieron sentarse en la cajuela para relajarse con el mar.

Como ninguna de las dos se me ocurrió llevar más toallas, ambas se tuvieron que conformar con compartir la única toalla que tenían disponible.

Lapis se destapa de la toalla para alcanzar la bolsa de compras que tenían en el asiento de atrás y el paquete de cervezas que habían comprado ahí.

Lapis saca de la bolsa un paquete de cigarros y se los entrega a Peridot.

Peridot agradece el gesto y toma los cigarros.

Y en eso, un silencio muy prolongado toma lugar entre las dos chicas, ambas están muy ocupadas admirando el susurro de las olas para poder poner siquiera una pizca de atención a lo que la otra tuviera que decir.

No. Sino más bien, ninguna de las dos sabía que decir, de que es lo que pudieran hablar además de la vista.

Y en eso, Peridot decide dar el primer paso por primera vez.—Hey Lapis...¿qué pasó después?—

—¿Hm?

—Tu sabes...la historia del parque.

Lapis le da un trago a su cerveza. Aun sigue sin saber lo que se está refiriendo Peridot.

—¿Porqué ya no vas?

Y de pronto, los cables se conectan tan rápido como Lapis se incorpora al entender la pregunta.

—¡Oh! A eso te refieres.—Lapis bebe el último trago de su botella para continuar la historia.—Porque el tiempo de pronto era muy corto, ¿Me entiendes?, De pronto ya no me podía dar esa clase de lujos cuando las tareas empezaron a ahogarme cada vez más. Como que ya no lo disfrutaba como antes...—

—Pero, volviste después, ¿no?

—Bueno...ocurrieron bastantes cosas que de pronto ya no me dejaron y simplemente ya no volvía ir hasta que llegaste tú...heh, la secundaria no fue mi mejor momento...—Lapis se detiene antes de que esto se ponga más emocional y en modo de hábito, Lapis esconde su rostro en sus manos, como si eso fuera alguna clase de protección.

Este momento se había vuelto mucho más incómodo lo que probablemente ya lo era, ¿qué es lo que estaría pensando Peridot en estos momentos?.

Pero en eso, en un espontáneo momento, Peridot responde con un suave:

—Yo te entiendo...

Espera...¿qué?...Lapis destapa las manos de su cara, interesada en lo que había dicho Peridot.

—Y-Yo...yo te entiendo...—Peridot inhala de sus cigarro para poder sacar esta información tan personal de ella.—Yo estoy mal, desde que soy pequeña...mi mamá me puso mal.

—Papá está muerto cuando tuve 3 años...Después de eso, mamá es una roulette russe.—Peridot comienza a recontar sus heridas, mentalmente se da un viaje en el tiempo para volver a los días más turbios de su infancia.—mamá me abraza ayer y hoy mamá me pega. Mamá me dice "mon amour" en la mañana y mama me dice "Petit garce" en la tarde...pero, todas las noches, mamá no está...y temprano, vuelve a casa enojada y olor a alcohol...y si estoy despierta a esa hora...ella grita o me lastima...—Peridot limpia sus lagrimas con su pulgar antes de continuar con su historia. Vaya, creía que ya no sería tan difícil hablar de esto.

Lapis solo se limita a asentir con la cabeza, pues Peridot no aceptó el abrazo que le trató de dar.

Sus ojos estaban melancólicos pero con el ceño levantado al entender la magnitud de confianza que le debe de tener esta chica para contarle algo tan personal como esto. Ella no sabía que podía decirle a Peridot para mostrar alguna clase de empatía, compasión, algo. Pero no podía, simplemente se quedó ahí, esperando a que Peridot termine de limpiarse las pocas lagrimas que no la dejaban ver con claridad.

El dilema Lazuli.Where stories live. Discover now