Capítulo 13: La Chica de Amadeus

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Patrick me había abierto la puerta del despacho de Natalie y no pude disimular mi malestar. Había olvidado la última vez que lo había visto, tal vez haya pasado un año. Me había esforzado mucho en ignorarlo durante los últimos seis años y Patrick ya tenía más canas. Respecto a su vestuario, siempre usaría las mismas camisas cuadrillé y sus jeans azules.

—Jackson—sonrió Patrick y me hizo pasar.

—Patrick—lo saludé frío y miré a Natalie, quien seguía sentada en su sillón detrás del escritorio—¿Qué hace aquí?—le pregunté.

Natalie se levantó de su asiento y vino hacia mí apurada.

—Espera afuera, Jackson—me ordenó Natalie.

—No, no hace falta—dijo Patrick sacudiendo sus manos en el aire—De hecho nos sería de mucha ayuda que te quedaras, quiero hablar contigo.

—¿De qué?—pregunté con el ceño fruncido y observé a Natalie, que no parecía nada cómoda con esta conversación.

—Erikson—respondió Patrick con una sonrisa.

—¿Y tú qué sabes de Erikson?—pregunté con una sonrisa irónica.

—No mucho en realidad, pero ahora soy el encargado del caso y necesito toda la información posible sobre él—respondió sin aún quitar su sonrisilla falsa.

Volteé hacia Natalie y la miré con la mandíbula tensada. Por su cara, me quedó muy claro que ella no tenía pensado contarme las buenas nuevas. Patrick encargado del caso Erikson, me parecía una burla. Él era el jefe del laboratorio, incluso yo sabía más sobre mafiosos que él. Natalie tomó asiento nuevamente sobre su silla y se apoyó sobre la madera del escritorio con sus dedos entrelazados.

—Así es, fueron órdenes de la Junta Directiva—explicó Natalie mirándome a regañadientes.

La Junta Directiva eran palabras mayores. Estaba conformada por un grupo de cinco personas, todos ex directores, que se encargan de mantener en pie la Sede Central y la Academia. La Junta Directiva es el último escalón en la pirámide jerárquica de la Sede y para llegar ahí primero se debe ser director. Creo que Natalie aspira a un lugar dentro de la Junta para cuando termine el mando de directora dentro de dos años. La Junta se encuentra en el edificio de la Sede Central y tienen su propio piso al que nada más que ellos y los directores tienen acceso. Por otro lado, a pesar de que vendrían a ser los jefes de Natalie, se dice que el director es la máxima autoridad dentro de la Sede porque los de la Junta se encargan más que nada de asuntos gubernamentales. Por eso mismo, me parece muy alarmante que la Junta haya intervenido en el caso Erikson, hasta Natalie peligra aquí. Sin embargo, Erikson era una de las luchas más antiguas de la Sede, han muerto muchos espías en la búsqueda de información y nunca se conoció nada sobre este narcotraficante. Claro, hasta que vino un don nadie y se besuqueó con una completa desconocida en una discoteca.

—Si me disculpas, Natalie, quisiera hablar a solas con Jackson—dijo Patrick. Natalie lo miró con una nota de ironía, pues la estaba echando de su propio despacho, pero decidió levantarse de su asiento e irse—Jackson, es increíble la información que has conseguido en tan poco tiempo, la verdad que me sorprendiste—continuó Patrick con su charlata. Él sacó una copia del dibujo del tatuaje de Lovren y se quedó observándolo con una sonrisa—Esta es la mejor pista que nos pudiste haber traído, seguro que si interrogamos a un par de personas, encontraremos fácilmente al dueño de este tatuaje.

Patrick caería desmayado si le dijera que se llama Drake Lovren y que almorzaremos juntos el domingo. Su madre iba a preparar lasaña.

—Esto es una gran oportunidad para ti y para todos—continuó Patrick. Su voz me irritaba más cada segundo, me sonaba tan falso—Acepta trabajar para mí, te daré un vehículo, pondré a gente a tu cargo, lo que sea. Si me ayudas a atrapar a Erikson, no me hace falta ni decirte el futuro que te espera en la Sede Central.

JacksonWhere stories live. Discover now