Capítulo 37: Después de Erikson

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La Junta Directiva cumplió su trato y me dejó visitar a Erikson, pero no podía hablarle. Él estaba encerrado en una prisión de máxima seguridad mientras que a Drake Lovren lo enviaron a la prisión común. Los guardias me abrieron las puertas de la prisión y me condujeron a través de ella. Nunca antes había estado en una prisión, pero no era muy diferente a los calabozos de la Sede Central. La prisión era más grande y más sucia que los calabozos. La celda de Erikson estaba apartada del resto, puesto que era de máxima seguridad.

—No puede tener contacto con nadie—me explicaba el guardia que me acompañaba mientras abría las puertas de la celda de Erikson—La única persona que ve en el día es el guardia que le entrega la. Aunque comida cada día es alguien distinto, para evitar cualquier tipo de relación. Tiene vigilancia por cámara las veinticuatro horas del día.

Su celda se parecía bastante a la celda de la Sede Central en la que Renner había estado encerrado y de la cual escapó. Este recuerdo me incomodó bastante, Erikson podría salir de aquí fácilmente.

Por fin lo vi, estaba postrado en una silla de ruedas con ambas piernas enyesadas y la cabeza vendada.

—Sufrió graves lastimaduras luego de que cayó del helicóptero—señaló el guardia—Es casi un milagro que haya sobrevivido.

Eso no era nada parecido a un milagro, más bien era una desgracia. Ojalá hubiera muerto.

Erikson volteó la silla de ruedas hacia nosotros y sonrió. Creí que verlo en este estado me calmaría un poco, pero lo único que hizo es aumentar mis deseos de verlo muerto.

—¿Volverá a caminar?—pregunté.

—No lo creo, debido a su edad...—respondió el guardia encogiéndose de hombros.

Erikson con o sin piernas seguía siendo Erikson, y aún encerrado me daba escalofrío verlo.

Erikson comenzó a acercarse con su silla de ruedas hacia mí e hice un paso atrás, como si temiera que me atacara.

—También dice cosas incoherentes, en las noches se la pasa gritando "Jackson"—prosiguió el guardia— Tal vez sea algún familiar—volvió a encogerse de hombros.

Fruncí el ceño y me acerqué al vidrio para quedar frente a frente con Erikson. El miedo se disipó porque me di cuenta de que lo había vencido. Él nunca saldrá de aquí, lo que significaba que yo tenía que continuar con mi vida de una vez por todas.

—Yo no soy el único ni el peor—murmuró Erikson. Su dolor interior era evidente en su voz—Te encontrarán y entonces volverás a mí en busca de respuestas.

Cuando abrí la boca, el guardia me tomó por el brazo y me sacó de la celda rápidamente.

—Ni siquiera le hablé—me quejé.

Quería escuchar lo que Erikson tenía para decirme. Estoy seguro de que hay muchos afuera que son como Erikson y que odian a los espías, pero no entendía por qué me dijo que volvería a él.

—Eran sólo tres minutos, no más—contestó el guardia frío—Te daré un consejo, chico, olvídate de este hombre, está mal de la cabeza.

No creía que Erikson estuviese mal de la cabeza, creo que quería vengarse de mí. Lo intentará, estoy más que seguro de eso. Si no es él, alguien más lo hará y yo estaría preparado entonces.

Ya habían pasado cuatro meses desde que murió Tim. Mi vida después de Erikson no volvió a ser la misma. Mis amigos festejaron mi regreso a la Academia; pero sabía que la mayoría allí no estaba muy feliz de que hubiese vuelto, principalmente el grupo de Tiffany. Durante esos meses el tema de conversación era Erikson y Tim, me rodeaban preguntándome cosas sobre esa noche. Yo jamás dejé caer una sola palabra sobre lo que sucedió la última noche de la misión, por lo cual comenzaron los rumores. Chicas como Fatima se encargaron de culparme hasta de la muerte de Tim. La odiaba con todo mi ser y no podía hacer nada al respecto más que callar.

JacksonUnde poveștirile trăiesc. Descoperă acum