New King / ChenMin

Extraño.

Se escuchó una pequeña risa femenina en el baño dónde están hospedados los reyes de rodent, haciendo bufar al rey.

—Cariño, es tan divertido jugar con las burbujas de la tina.

—SoHee sabes el porqué estamos aquí.

Enojado salió de la tina colocando una toalla en su cintura.

—Aburrido —susurro ella continuando su juego con las burbujas.

—¡Escuche eso! —grito desde la habitación.

—¡Por supuesto que lo hiciste, eres un roedor! —respondió de la misma manera.

Minutos después de un silencio profundo, la reina cepillaba su cabello tarareando una canción sentada frente al tocador.

—¿Al menos lo has intentado? —ella no respondió —No podemos perder más tiempo, deberías...

—Sabes que desde que me casé contigo perdí cualquier poder por voluntad propia.

Su esposo bufó mordiendo la punta de un puro para encenderlo abriendo su balcón.

—Además nadie sabe que era una hechicera.

—Kim no es estúpido, él debe saberlo.

—Un estúpido que ama a tu hijo, JiSeok.

El rey negó soltando el humo acumulado en su boca —Muchos se casan por conveniencia.

—¿Te casaste conmigo por lo mismo?

—¿Que? —soltó una carcajada y se levantó del pequeño sillón para tomar los hombros de su esposa —Le demostramos a Min que debe emparejarse con quién en verdad ame tanto su lado animal cómo su lado emocional ¿No es así? —la veía desde el reflejo del espejo.

—Tienes razón, cariño —lo beso pasando sus brazos por su cuello.

—Ey no —la separó sonriendo —Nuestro hijo debe de estar durmiendo en una habitación no muy lejana a está.

—Esta bien —se alejó.

—Y debemos seguir ideando el plan que teníamos para Min.

La reina decepcionada soltó un largo y pesado suspiro.

🏰

—Shh.

Susurro sobre su boca con una sonrisa traviesa plasmada en su rostro.

—Da...Dae...

Pasó sus varoniles manos por la delicada y lechosa piel de MinSeok.

—Dijiste que no harías ruido.

El roedor frunció el ceño sin abrir sus bonitos ojos, pues cómo no haría ruido si el miembro de su prometido estaba enganchado a él.

—¿Por... por qué sigue... ah... creciendo?

—Mhn... si te soy honesto —besó sus párpados logrando calmar un poco a Min —no lo sé.

—¡Ah! —dejó caer su cabeza sobre la almohada —Duele.

—Tranquilo Minnie —besaba su marca y acariciaba sus muslos.

—¿JongDae?

—¿Sí?

El pelirrojo tomó sus mejillas y comenzó a acariciarlas con una pequeña sonrisa.

—¿Minnie?

Éste no contestó simplemente le dejó admirar ese brillo que se formó en sus almendrados ojos. 

🏰

—¿Verde o azul, príncipe?

Se encontraban adornando el castillo para la gran boda de los futuros reyes.

—¿Príncipe?

—¡Te están hablando, torpe!

Su hermana golpeó su nuca sacándolo de sus pensamientos.

—Eh... azul, está bien.

—¿Qué tal te fue ayer con tus queridos suegros?

Tomó asiento en la silla del jardín frente a él.

—¿No has notado extraño a Minnie?

—Mm nop —miró hacia otro lado.

—Oh, debo ser yo.

—¿Príncipe Kim?

El rey se acercaba a ellos con una cara seria.

—¿Qué ocurre, rey?

—Me han negado el acceso al área Oeste del castillo y me informan que solo siguen órdenes de su parte.

—Así es, yo dicte esa orden.

El rey bufó indignado.

—¿Es por qué somos de rodent?

—Es porque no veo necesario el que quiera pasar al calabazo.

—Yo —carraspeo su garganta —Yo no sabía a dónde conducía ese lado del castillo.

—Un gusto conocerlo, rey Kim.

—El gusto es mío, princesa Yura —beso el dorso de su mano y salió de ahí.

—Solo una semana —se dejó caer en la silla del jardín haciendo reír a su hermana.

—Al menos Min se ve feliz.

Voltearon y vieron como el roedor emocionado elegía junto con su madre, los arreglos florales que adornarían el pasillo por donde muy pronto caminaría hacia JongDae.