Nueva Vida.

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El almuerzo fue todo un éxito gracias a los dotes culinarios de MinSeok.

—Casi siempre me daba hambre por las noches, mis nanas estaban dormidas ya, y sería descortés de mi parte despertarlas así que desde pequeño aprendí a cocinar.

JongDae lo veía y escuchaba atentamente con una boba sonrisa en su rostro.

Los padres de Seok partieron a su castillo ese mismo día, dejando a los nuevos reyes de Leopard solos, pues Yura tomaría un viaje como recompensa por ser una buena hermana, según ella, aunque JongDae no se oponía, en verdad era una buena hermana.

—¿Estás pensando lo mismo que yo?

Ambos se voltearon a ver con miradas pícaras, Min tocó el hombro de Chen para salir corriendo no sin antes gritar.

—¡Las traes!

Los nuevos reyes jugaban y corrían por todo el castillo, era el turno de atrapar a Min, pero por más que Chen corría y corría no lo encontraba. Su temperamento no era muy bueno así que sin pensarlo mucho se transformó en un leopardo y rugiendo siguió con su tarea.

—El señor Kim está enojado —dijo temerosa una de las mucamas.

—Señor, lo mejor será que salga debajo de la cama y lo calmé —habló otra de ellas de la misma manera.

Seok salió pero con una enorme sonrisa. —¡Esto es tan emocionante!

Corrió por los pasillos sin dejar de reír, escuchando cada vez más cerca los rugidos de su esposo.

—¡Alto!

Pudo escuchar claramente la voz de JongDae en su mente al tener a un enorme leopardo frente a él. Seok sonrió asombrado al ver los colmillos del leopardo en posición de ataque. Otra persona estaría muerta de miedo, pero confiaba ciegamente en su esposo, a pesar de saber que los depredadores suelen perder la noción al transformarse en su animal, dejándolos dominar su cuerpo por completo.

—Ven aquí, cariño.

JongDae rugió asustando un poco a Min, pero éste alzó sus manos y con su dedo índice invito al felino entre sus piernas. Chen a paso lento avanzó rasguñando el fino piso de madera con sus grandes garras.

—En verdad eres lindo, Dae.

Susurró al tener sobre sus ojos los hipnotizantes y profundos ojos de su esposo. Poco a poco comenzó a acariciar detrás de las orejas del leopardo, dejándose recostar en el piso cada vez que el felino se inclinaba más hacia Min, el cual cerró sus ojos sintiendo al instante unos finos y reconocidos labios sobre los suyos.

—No lo vuelvas a hacer —hablo entre el beso. —no vuelvas a desaparecer frente a mí, así sea para jugar.

Seok sonrió y acarició el rostro de JongDae: —Eres mi esposo, estoy unido a tí, Dae, no me iré de tu lado aunque me lo pidas.

—¡Jamás!

Juntaron sus labios de nuevo para besarse hasta el cansancio o al menos hasta que escucharon ruido en el pasillo y el Kim mayor tomó la cintura de su esposo para entrar a la primer habitación que tenían enfrente. No sería muy bueno para sus empleados, verlos besarse en el pasillo mientras el rey JongDae estaba desnudo sobre su recién esposado MinSeok.

—Mhn… espera… Dae…

Se separó de los labios de su esposo haciéndolo gruñir.

—¿Qué?

—¿Ya viste dónde estamos?

Min tomó los hombros de Chen y lo volteó para que también mirára la habitación.

—Estamos en el cuarto del pequeño príncipe Kim.

Habló Seok sin borrar su sonrisa y comenzó a ver los juguetes de niño, la cama con pequeños caballos de peluche, el tocador color crema con toques de color azul, todo estaba intacto, pero lleno de mucho polvo.

—Cuando mamá se fue, dejé de usar esta habitación.

—¿Y por qué no usarla de nuevo?

—¿Para qué? Esto es para un niño pequeño  —Seok iba a responder, pero alguien los interrumpió.

—¿Rey JongDae?

El nombrado puso a su esposo frente a él y sin abrir la puerta aclaró su garganta.

—¿Sí?

—¿Está todo bien? Aún tenemos órdenes de tener clausurada está parte del castillo.

—¡Estamos bien! Pero Dae perdió sus pantalones, ¿Pueden traer ropa limpia?

Chen sintió sus mejillas arder cuando las chicas de servidumbre rieron ante lo que dijo Min.

—No se preocupen, nosotras traeremos ropa para el rey.

—Una vez lleguen con mi ropa nos vamos de aquí y no abriremos más está habitación.

Con brazos cruzados se fue a recargar en la puerta frunciendo el ceño.

—Abriremos esta habitación más pronto de lo que piensas —susurró Min con un ligero rubor en sus mejillas.

🏰

JongDae sabía que la vida como rey sería pesada, pero estaba acostumbrado al estrés de la realeza así que por ese lado no hubo mucho problema, lo que no contaba era que sus celos se hicieron mayores, así como el ser posesivo con su esposo.

—Mm ¿Dae?

—No.

—¿Lo hago aquí?

El rey mayor negó con cara seria.

—Cariño no creo que haya alguien esperando por mi en el baño.

Min llevaba 10 minutos tratando de liberarse del fuerte abrazo de su esposo para poder ir a orinar.

—Tu mismo viste como el bastardo de seguridad te miraba. ¿Debería despedirlo?

—JongDae si no me sueltas, te juro que me haré pipí en la cama.

—Además, ya fuiste al baño hace apenas unas cuantas horas.

—¿En serio? Cuentas las veces que entro al baño.

—Es que ponte a pensar, puede escabullirse por el drenaje en su forma animal y llegar a tí. ¡Yo lo haría!

—¿Cómo entraría un leopardo en el inodoro?

Aprovecho que JongDae alzó su mano para pensar y salió corriendo al baño sin contar un fuerte mareo que casi lo hace caer.

—¡MinSeok! —su esposo corrió a tomarlo antes de caer. —¿Seokkie?

—Estoy… bien, Dae —trato de sonreír.

—¡Seguridad!

Los guardias entraron a la habitación ante el grito.

—Traigan al médico en este mismo instante.

—¡Como ordene!

—Es tarde para traer al doctor.

Sin hacer caso a su esposo, lo tomó en brazos y con sumo cuidado lo acostó esperando al doctor.

—¿Mi rey?

—Pase.

El doctor en cuanto entro a la habitación dejó salir un pequeño suspiro, así como una ligera sonrisa.

—Diga a seguridad real que salgan un momento, debo revisar a nuestro rey.

Hizo caso al doctor y sus manos sudaron frío al pensar lo peor. El doctor Park Jung Soo era realmente bueno en su trabajo, así que confiaba en él.

—¿Está todo bien, Leeteuk?

El doctor tocó un poco el estómago del rey Seok y se alejó con una pequeña sonrisa para hacer una venía.

—Felicidades reyes de Leopard, un pequeño príncipe ó una pequeña princesa viene en camino —se levantó. —El rey está en gestación.

New King / ChenMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora