New King / ChenMin

Tierno.

—No está de nuevo —fue lo primero que dijo el rey Seok al despertar y notar que su esposo no estaba a su lado una mañana más.

Desde hace un mes atrás, JongDae tenía muchos asuntos que resolver tanto de política como mentales, según SeHun.

—La princesa, Yura. —anunciaron en el despacho principal del rey.

—¿Qué te trae por aquí?

—¿Sabes en qué mes estamos viviendo? —fue lo primero que dijo.

—¿Eso qué tiene que ver?

—Marzo.

—¿Y eso es importante por qué?

—26 de Marzo es el día del rey MinSeok.

—¿Qué?

—El cumpleaños de tu esposo es en una semana, y conociéndote estoy segura de que ni siquiera un buenos días le has dicho.

—Pediré que preparen algo para él.

—Hazlo tú, Kim.

—No puedo, tengo cosas importantes que hacer aquí.

—¿Más importantes que el cumleaños número 18 de tu esposo el cual espera un hijo tuyo? —ella se recargo en el respaldo de la silla con sus manos sobre su regazo sin dejar de sonreír.

—Soy el rey del reino leopard.

—Él también y no está lloriqueando porque será padre con apenas 18 años.

—¿Cómo…

Yura se levantó: —Te conozco, te lo he repetido muchas veces, pero también he observado a MinSeok y no estoy muy segura si es completamente feliz a tú lado.

Por supuesto que sabía que MinSeok era feliz con su hermano, pero si JongDae no escuchaba algo de ese estilo, estaba segura que no haría nada al respecto.

—El rey, Kim JongDae.

Al escuchar ese anuncio en el jardín, el corazón de MinSeok se aceleró demasiado que rápidamente se levanto de la mecedora logrando marearse un poco.

—¿Estás bien? —Chen tomó sus mejillas entre sus manos haciéndolo sonrojar y sonreír hasta cerrar sus ojitos.

—Perfecto ahora que estás aquí conmigo. —el otro rey sonrió con él y tomó su brazo para comenzar a caminar entre ese pequeño jardín del palacio, era el favorito de Seok, pues él mismo lo adorno tiempo atrás.

—¿Cómo… —carraspeo un poco —¿cómo lo estás llevando?

—Bien, según el médico en dos semanas cumplo aproximadamente 3 meses —Chen asintió sin decir más.

Estuvieron juntos algunos minutos más, pero como era de esperarse, tuvo que regresar a los asuntos del reino.

—¿Galletas? —Seok negó.

—¿Bombones? —negó de nuevo.

—Podemos combinar ambos, rey Kim, sabemos que son sus favoritos.

Por más que las personas que servían para él, trataban de que dejara de llorar esa noche, no podían.

—Qui...quiero que Dae… este aq… aquí…

—El rey Kim no puede venir.

—Está ocupado en…

Las puertas se abrieron de golpe y sin pensarlo, JongDae corrió a abrazar a su esposo.

—¿Qué pasa, Minnie? —escucharon las puertas cerrarse teniendo privacidad de nuevo.

MinSeok no respondió sólo se abrazó más al cuerpo de su esposo, y cuando menos sintió era un pequeño hámster, uno color café muy clarito, pero más panzoncito.

—¿Mi-Mnnie?

JongDae lo sostuvo con mucho cuidado entre sus manos y vio cómo el pequeño roedor se sentaba sobre sus palmas y tapaba sus ojos con sus manitas.

—Cariño… debes regresar a ser un humano de nuevo y…

Seok negó y JongDae puede jurar que las mejillas del roedor de inflaron aún más mientras dejaba sus pequeñas manos sobre su estómago.

—Min, no puedes quedarte así, ya es muy tarde, debemos dormir y lo que menos quiero es que te lastimes o peor, que por moverme mientras dormimos te lastime yo.

MinSeok se levantó como pudo y trató de bajarse de las manos de su esposo, éste al ver lo que quería hacer lo bajó a la cama y vio cómo se acostó en su almohada correspondiente y cerró sus ojitos.

—MinSeok no puedes hacerme esto —el rey mayor pasó sus manos por su rostro. —No cuando estaba a punto de crear la estrategia perfecta para hacer firmar un tratado con otro reino.

Esa noche JongDae veló el sueño de su pequeño esposo, el cual se acomodo en su pecho cuando se acostó a su lado.

—¿Puedo acariciarlo?

—¡Es tu rey, Yura!

—Pero es tan adorable —MinSeok puso sus pequeñas manos en el dedo de Yura y comenzó a oler al aire.

—¡JongDae quiero abrazarlo! —lloriqueo su hermana al ver las acciones de su pequeño cuñado.

—Si continuas así me lo llevaré al despacho conmigo.

—Min no querrá escuchar a muchos señores aburridos diciendo cosas aburridas.

—Como sea —se acercó a su esposo él cual estaba en las manos de Yura. —No tardaré, Minnie —besó su cabeza y lo acaricio. —Cualquier cosa avisame, así sea mínima.

—No será necesario, lo cuidaré muy bien y para empezar no quieres dejarlo, llevas despidiendote 40 minutos de él.

JongDae dejó salir un gran suspiro: —Debo irme.

Sin mirar atrás salió de la habitación de su hermana y se sintió la peor persona del mundo al poder escuchar un pequeño chillido por parte de Seok cuando cerró la puerta.

—También podríamos cambiar…

—Es una buena idea, pero sería mejor…

JongDae no escuchaba nada de lo que decían en la junta, su mente sólo estaba pensando en su esposo.

—¿Sucede algo? —pregunto alguien cuando JongDae se levantó en medio del debate.

—Voy al sanitario, contador Lee, ¿Acaso quiere ir conmigo?

En verdad odiaba que buscarán cualquier pretexto para hacer creer al pueblo que tenían un rey débil, el cual no podría cuidar bien de ellos. Por suerte, había gobernado ese reino desde hace un gran tiempo atrás y al menos la mayoría de los pobladores creía en él.

—No, siento mi atrevimiento en preguntar, mi rey.

Con la mandíbula tensa se desvió totalmente del baño y fue a la habitación de su hermana.

—¿No crees que es realmente lindo?

—El rey MinSeok siempre fue hermoso en su forma humana, no me sorprende que también lo sea en su forma animal.

¿Qué hacía el doctor en la habitación de su hermana? Se preguntó y quedó detrás de la puerta escuchando.

—¿Entonces es lo que pensé? —hubo silencio a la pregunta de Yura hasta que Leeteuk hablo.

—El rey MinSeok siente el rechazo de su pareja y esposo ante su bebé, quedará siendo un roedor, en su caso, hasta que sienta la aprobación del rey Kim, su pareja, hacia su hijo.

Casi un mes sin actualizar ಠ⌣ಠ
Como siempre, gracias por leer y votar por esta historia que va con mucho amor (≧∇≦) para ustedes, espero les guste.
¿Se imaginaron a Min de hámstercito? (๑>v<๑)