Un bebé.

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Un bebé, un pequeño trocito de amor de él y JongDae crecía en su interior, no podía estar más feliz en su vida, pues tendría un hijo con el amor de su vida. Era joven así que los cuidados de su embarazo serían mayores, pero su esposo estaba atento de cada movimiento de él, así sea mínimo.

—Duerme, duerme y sueña tener…

JongDae acariciaba su aun plano estómago sin dejar de cantarle a su futuro hijo.

—¿Crees que le guste como canto?

—Amor aún es muy pequeñito para saber que siente —Chen bajó sus hombros asintiendo triste. —Pero estoy seguro que ama tu voz —Seok acarició sus mejillas haciéndolo sonreír.

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—Tengo entendido que el reino rodent dejó de aliarse con otros para destruir…

El rey Kim veía atento al tesorero Lee, pero en su mente sólo estaba una cosa.

—¿Está de acuerdo, rey?

—Señor HyukJae ¿usted tiene hijos?

Todos en la sala de juntas se sorprendieron por la pregunta, pues esta no tenía nada que ver con la propuesta de guerra.

—¿Nos iremos a guerra y usted habla de niños pequeños? —preguntó en forma de burla el ministro.

—Ahn Chil Hyun —susurro JongDae. —Tu esposa te perdono tu disfunción eréctil, pero se quedó tu mal carácter.

La sala estalló en risas siendo callados por un gritó de parte de Kangta, como solían llamarlo las personas más cercanas a él.

—Nuestro rey es muy bueno en la cama ¿no es así? —hablo entre dientes tratando de calmar su animal interior.

—Mm sí, mi esposo lo disfruta y eso lo demuestra.

—¿Si sabe que la gente suele fingir los orgasmos, no?

Lo ignoró y a mitad de su pregunta volteó hacia el contador Choi —¿Kyu si estuvieras embarazado qué te gustaría comer?

—Bueno —se sonrojó —mi esposo solía pedir mucho picante acompañado de chocolate.

—¡Qué asco, Kyu! ¿Acaso tu bebé es mitad latino, mitad francés?

—¡Rey Kim! —Kangta se levantó enojado —el reino de las costas quiere atacar nuestro reino y usted está como idiota con el tema de su… bebé.

JongDae borró su sonrisa y regreso su cara seria, se levantó de su silla y avanzó hacia Kangta aplaudiendo.

—Un aplauso para el verdadero imbécil de la sala de juntas —volteó la silla del ministro y se agachó un poco. —¿En verdad crees que no sabía del trato de hiciste con el reino de las costas? El rey DongWoon cumple lo que dice —asintió y con sus manos en su espalda comenzó a caminar alrededor de la mesa. —Un ministro real sin poder dejar descendientes, eso era lo que realmente te preocupaba, pero ese reino maneja tan bien las cosas que el trato que firmaste dice que le dará una buena vida sexual a tu matrimonio —quedó frente a Kangta de nuevo. —Recoge tus cosas ahora mismo porque no trabajarás aquí más, no te mandaré al calabozo porque fuiste un buen ministro para el reino mas no para mí.

Éste se levantó de su asiento y tomó el pomo de la puerta sin mirar a nadie, pero antes de salir el rey habló.

—Ah y por cierto, le mandas mis saludos a tu esposa y a su amante, porque como te digo, DongWoon cumplió con el trato, le regreso su vida sexual a tu matrimonio, le regreso su vida sexual a tu esposa, Ahn.

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—¡Despediste al ministro Ahn!, creí que tu papel de un rey idiota iba en serio porque te queda bien, pero mira que nos recalcaste una vez más que siempre vas un paso adelante —su primo hablaba sin parar mientras caminaban por el pasillo. —Es que en verdad es lindo, pero es tímido, él dice que es porque viene de China.

—¿Quién?

—¿Quién qué?

—¿Quién viene de China?

—Tu soldado.

—Ah bien.

—¿No escuchaste nada de lo que dije, cierto?

JongDae no respondió sólo se limitó a seguir caminando.

—Eres un pésimo primo, mira que abrí mis sentimientos y te conté que…

—¡Creo que seré un pésimo padre!

Gritó respirando pesado y dando un largo suspiro.

—Eso está en mi mente desde que supe que Minnie está embarazado, soy gruñón, me enojo rápido y estallo en cualquier momento, nunca he convivido con niños pequeños, pero éste no será cualquier niño, será mi hijo, mío de mi y de Minnie y… y… —tomo su cabello entre sus manos y se dejó caer en el filo del ventanal sintiéndose débil por primera vez en mucho tiempo. —Tengo miedo.

New King / ChenMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora