-Sesenta Uno-

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Luna V.

Le doy un mordisco a mi tostada en qué escuchó como todos en excepción de Elliott quien no ha dado señales de vida y Ámbar qué bebe de su taza de café hablan. Observó como Lucy vierte café en la taza de mi papá, bebo de mi sumó de naranja y sigo comiendo.

-Al parecer alguien se despertó con apetito hoy. -habla ella dando la vuelta a la mesa- ¿Cafe?

-No gracias. -Ambar frente a mi arquea una de sus cejas sabiendo qué nunca rechazo un taza de café, pero en mi arranque de locura hace unos dias me entre a internet a investigar y leí qué no puedo beber cafeina. Creó qué morire sin mi dosis de café.

Le pongo mermelada a mi quinta tostada bajó la intensa mirada de Ámbar, no le pongo mucha atención y sigo comiendo. Los malestares no se me habían ido pero mi apetito había crecido, hoy era sábado y normalmente Elliott se pasaba todo él día en la mansión pero esta vez fue la excepción.

¿Dónde estará?

Por ahora las únicas personas qué sabían de mi embarazo eran Simón y Nina. La última casi le da un ataque cuando se entero pero al final me dejo saber qué tenia su apoyó, aún trataba de encontrar la forma de decirles a todos acá en la mansión. Con Matteo era otro cantar, hoy decidí ir a buscarlo para decirle y quitarme aquel peso de encima.

-Como qué deberías dejar de comer tanto Luna, éstas subiendo de peso. -señala Ambar dándole un sorbo a su café.

-Uy qué pena. -me encojo de hombros y le doy otra mordida a mi tostada. Cambiando de tema, debía ya planear una cita al ginecólogo para ver saber si todo iba bien.

Sólo me costo un tres dias hacerme la idea del embarazo y tras ello lo aceptó, hasta diría qué me emocionaba la idea de tener una vida creciendo dentro de mi. Trato de ser lo más positiva con esto todos los dias.

Él sonido de un motor llega a mis oídos, todos en la mesa nos miramos con él ceño fruncido ante él ruido qué al parecer,proviene de afuera. Papá es él primero en ponerse de pie y lo seguimos hasta la entrada.

Lo primero y único qué vemos es a Elliott sobre una moto dando vueltas por todo él aparcamiento de la mansión, cuando se da cuenta de nuestras presencias se detiene y se saca él casco mostrándonos su amplia sonrisa.

-Llegó mi juguete nuevo. -anucia, cuando creó qué mi abuelo lo va a regañar solo suelta una exclamación diciendo qué esta grandiosa.

Lo que faltaba.

-Quiero dar una vuelta en ella. -salta Ambar como niña pequeña bajando las escaleras.

-Uy eso si no, es muy peligroso. -niega Sharon pero ninguno le hace casó. Elliott le pasa un casco a Ámbar y ella lo toma- La estoy hablando.

-Iré con cuidado. -promete él cuando la rubia se sube atrás. Miro a mi mamá de reojo negar pero no dice nada.

-Bueno, yo me iré a alistar. -digo entrando a la mansión.

-¿Para donde vas jovencita? -pregunta mi papá entrenado junto a mi.

-Donde Simón. -miento, pero es una media mentira porqué Matteo vive en él mismo edificio qué Simón. Subo las escaleras con él propósito de cambiar mi pijama de unicornios por algo decente.

Luna Valente.Where stories live. Discover now