Luna Valente.

Epílogo.

~Un Año Después~

Luna V.

-Definitivamente esta fue de las mejores cosas de regresar a Buenos Aires. -murmurro mientras deslizó la puntas de mis dedos sobre su pecho desnudo. Una sonrisa se forma en sus labios mientras siento como su mano recorre toda mi espaldas par posarse en mi trasero-. Manos quietas Bálsano.

-Mmm... No querías qué estuvieran quietas hace un momento. -me guiña un ojo, ruedo los mios pero sin embargo término sonriendo cuando empieza a darme una serié de cortos besos en mis labios-. ¿En serio debes ir a la mansión?

-Me están esperando allá chico fresa, creó qué me espera una buena después de haberme escapado contigo durante dos meses sin permiso. -comentó haciendo un puchero con mis labios y él vuelve a besarme.

-En eso te apoyó. -me sobresalto entré sus brazos al sentir como aprieta mi trasero fugazmente antes de ponerse de pie desnudó e ir se al baño sin ningún pudor.

Mi novio tiene un trasero tan sexy.

Muerdo mi labio inferior reteniendo una sonrisa. Diviso su camisa al pie de la cama y me inclinó para ponérmela cubriendome. Hace unas horas habíamos vuelto a Argentina después de dos meses muy agitados dónde Matteo daba su primera gira como solista por Latinoamerica y yo como buena novia decidí acompañarlo todo éste tiempo.

Elliott casi pierde la cabeza cuándo se entero qué iba caminó a Colombia sin permiso de nadie.

Lo qué si puedo decir es qué estos meses los disfruté bastante, fueron como un respiró después de todo lo qué a pasado. Él año pasado no fue él mejor para todos, nos golpeo tan fuerte qué a dejado cicatrices las cuáles aún no han cerrado de todo.

Todo lo sucedido con Sharon se a quedado enterrado en lo más profundo de nuestras mentes y le dimos espacio a los buenos de recuerdos, ella quedó en él pasado para todos nosotros. En cuanto la partida de mi abuelo es algo qué no se supera aún, los primeros meses era deprimente no sentir su presencia en la mansión. Aún que la alegría aun corre por los pasillos de esa casa gracias al pequeño Alfredo qué nos devolvió un poco de lo qué perdimos.

Ese niño a sido él ancla de todos, fue como una nuevo comienzo. Una nueva oportunidad de rehacer nuestras vidas.

A pesar de tener mi familia apoyándome, digo qué Ambar a sido de mucha ayuda hemos creado un vínculo entre las dos qué nos ha vuelto inseparables. Las dos nos encargamos de recoger los pedazos rotos de la otra y sostenernos cuándo nos sentíamos caer, no fue algo fácil por lo qué pasamos, llevábamos una vida llena de mentiras, dolor, amenazas y peligró la cuál son consumió cada gota de nuestro ser.

No todo es perfecto, tenemos nuestros problemas de vez en cuando pero son cosas qué no se pueden comparar con las qué nos hizo Sharon. Llevamos una vida normal, sin ningún tormento siguiendonos a todos lados.

Este año me lo dediqué a mi, tome él tiempo para pensar en las cosas qué queria hacer y recuperarme a mi misma. Me siento orgullosa de decir qué llevo un año y cinco meses totalmente sobria y sin consumir ningún tipo de drogas, aquella etapa quedó enterrado en él pasado también al igual qué las personas involucradas en ello.

En unas semanas finalmente me volveré una chica universitaria, después de tanto tiempo decidí entrar finalmente a la universidad y llevar a cabo mi carrera junto a Ambar. Con Elliott llevaremos las empresas familiares, no es tan malo como pensaba, aún que ¿que puede ser aburrido cuando tienes a esos dos como compañeros?