Luna Valente.

-Noventa Uno-

Matteo B.

Han pasado alrededor de un mes en lo qué no sabemos nada de Luna.

Estas semanas han sido lo más difíciles y desesperantes de mi vida, para la familia de ella también. No sabemos si está bien o mal, dónde está, si está dentro del país o no... Ni si quiera sabemos si está viva y ése hecho no me deja dormir por las noches.

Ya no sé dónde más buscarla.

Intente buscar en su celular quién fue la ultima persona qué llamó pero se encargó de borrar todas las llamadas, las cámaras de la mansión sólo captaron cuándo ella salio de esta y volvió entrar para buscar su auto, es lo único qué se sabe de ella.

Esto es tan frustrante.

-Matteo querido ¿me éstas escuchando? -sacudo mi cabeza alejando los pensamientos de mi, observó a Mia quién me mira con reproche y su tablet en manos.

-Perdón ¿que decías? -ella suelta un suspiro y deja la tablet a un lado.

-Se qué éstas pasando un momento difícil, pero necesito qué pongas algo de empeñó en esto ¿sabes? En esta semana saldrá tu disco y en uno meses sera él tour. -me informa. Vuelvo a tomar su tablet juntó a su bolso antes de ponerse de pie-. Ya no te molestaré más hasta unos dias.

-Gracias supongo.

Ella niega y se dirige a la salida de mi departamento, yo me quedo justo en mi lugar mirando un punto muerto- Matteo ella va a aparecer.

La miro sobre mi hombro, sus palabras se escucharon como una promesa qué en verdad amaría qué se hiciera realidad.

~•~

-No se en qué estaba pensando cuando decide tomar una carrera universitaria, no he dormido las últimas veinticuatro horas y dudo qué lo haga esta noche. -se lamenta Delfi cerrando su casillero.

-Yo ni he tenido tiempo de ducharme. -bufa Ramiro y todos los miramos con asco- Es un decir chicos.

-Esperó qué sea cierto... ¿dond está Jazmín?  -la castaña mira a nuestro alrededor.

-Hola, hola. -la mencionada aparece con una sonrisa radiante pero algo despeinada y con los labios hinchándos- ¿Qué hablan?

-Del orgasmo qué seguro debiste de tener hace un momento. -se burla Gaston y ella se pone roja- ¿Donde está la otra pervertida?

-Se fue a clases. -dice ella peinado su pelo con disimulo-. Ustedes no vieron nada.

-¿Ahora nos quieres pasar de ciegos? -comentó Apoyándome de los casilleros.

-Oh miren a Ambar. -desvía la atención de ella hacia la rubia.

Dirijo la mirada hacia ella, esta sacando algunos libros de su casillero. Ambar había dejado de vestirse de negro y volvió a usar colores vivos en su ropa pero sin eliminar aquél estiló "rudo" qué poseía estos meses, pero no sólo su estilo cambio si no ella.

Últimamente la veía muy vulnerable y paranoica, me preocupaba su actitud la conocía y sabia que algo la estaba atormentando. Fueron varias las ocasiones en las qué la encontré llorando en su auto en él estacionamiento y por más qué le preguntaba qué le pasaba se negaba a hablar.

Los problemas nos están consumiendo a todos.

-Ella está mal chicos. -asegura Delfi- ¿Alguien sabe qué le pasa?

-Tal vez este asi por lo qué esta pasando con Luna... -Jazmín va bajando la voz al recordar mi presencia- Lo siento Matteo.

Sólo asiento y acomodó mi mochila sobre mi hombro cuando él timbre anucia qué debemos volver clases. Gaston palmea mi hombro antes de irse junto a Delfi a su clase, copió él gesto mis amigos y también voy a la mia para ocupar un poco mi memoria.

~•~

-Hey Matteo, qué lindo verte por acá. -me recibe Lucy al abrir la puerta de la mansión. Se aparta para qué pasé y lo hago, justamente Mónica viene bajando las escaleras.

-Hola Matteo. -planta un beso en mi mejilla en forma de saludo- ¿Como estas?

-Estoy bien. -contestó caminando junto a ella a la sala- ¿Alguna noticia?

Ella niega con una expresión triste, se sienta en él sofá y me invita también a hacerlo.- La policía no nos dan ninguna noticia. -se lamenta- No se sabe nada de mi pequeña.

Lucy se retira a la cocina diciendo qué ira por algo de tomar para nosotros mientras Mónica me cuenta cómo van las cosas en la mansión, al parecer Alfredo no se a sentido bien estos dias pero se niega a ir a hacerse un chequeo.

Siento enojo por saber qué a pasado un mes y no se sabe nada de ella, la policía no han encontrando no la más mínima pista y es frustrante no saber absolutamente nada de Luna y su paradero.

Estamos viviendo un infierno.

-Ya no se qué pensar al respecto. -niega ella- Si es qué algún día la encuentran no estaré lista para verla, conozco a mi hija y ella esta destrozada se alejó de todos para qué no cargáramos con su tormento encima, no se si pensó qué estaríamos bien sin ella pero si fuera ese él caso está equivocada. -jura con los ojos cristalizados-. Sólo quiero tenerla en mis brazos y decirle que todo estará bien, quiero recoger todos sus pedazos rotos y ayudarla a superar esto.

La abrazo por los hombros en qué siento absolutamente todo lo que ella dice:- Todos queremos eso Mónica, todos.