Veintitrés

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Las horas en clase no transcurrieron lentas y aburridas como normalmente, incluso puede decir que disfrutó cada minuto de ellas gracias a la agradable compañía. Daniela tenía una personalidad risueña y divertida, decidida a aprovechar al máximo su adorable apariencia y estatus como omega, una sola sonrisa de ella y tenía a quien quisiese a sus pies.

Muy diferente a Harry, el chico no se preocupaba si tenía la aprobación de los demás, vivía el día a día con divertidas travesuras, importándole nada molestar a alguien. Él dejaba en claro desde un principio que su cuerpo grita omega, estaba más que capacitado para hacer las cosas que los débiles no podían hacer.

Liam sonrió mirando a su nueva amiga, quien le contaba todo tipo de cosas para no caer en silencio y ponerlo cómodo, mientras caminaban fuera del gran edificio para comenzar su receso.

La achocolatada mirada se conectó con la que esperaba ver. Salió corriendo a los brazos abiertos del alfa, sin darse cuenta de la mirada evaluadora que le dirigía a su amiga.

Frotó su rostro en el ancho pecho, ronroneando por la calidez que lo envolvía. Una vez que se detuvo, pudo apreciar a cierto alfa ojiazul, caminando con la apariencia de estar perdido.

— Harry está en celo, como te habrás dado cuenta, no vino. Louis está sintiendo su ausencia y necesidad de calmar a su omega. —El moreno informó con voz ronca, mirando a los ojitos llenos de dudas.

Liam le regresó la mirada, asintiendo en comprensión.

¿Zayn estaría igual que Louis la próxima vez que él entre en esos días de calor o él se dejara llevar por su instinto?

Sus mejillas se colorearon de un claro rosa con la idea del moreno tomándolo.

— ¿Quién es la omega que sigue mirándote, pequeño? — Liam parpadeó hacia él por el tono de molestia que usó al preguntar.

Liam sonrió y comenzó a saltar, queriendo besar al moreno para tranquilizarlo. Zayn gruñó cuando la chica se cruzó de brazos y una sonrisa burlona se alumbró en su rostro, sin quitarle los ojos de encima besó a su omega y luego lo empujó hacia su espalda.

—¿Se te perdió uno como el mío?— el pequeño castaño se abrazó a la espalda de Zayn y ronroneo, el aroma varonil y boscoso se impregnó en lo más profundo de los pulmones.

—Tal vez— Daniela se encongio de hombros, burlándose del alfa. —Liam, ¿nos veremos mañana, verdad?— su amigo se asomó por detrás y asintió.

Ella río al ver como los ojos del omega parecían convertirse en corazones y sujeta en puños la playera del moreno.

—Hasta mañana, bonito— riendo se despidió y caminó fuera del estacionamiento.

Zayn la apuñalo con la mirada hasta que desapareció entre los estudiantes, esa chica parecía ser una molestia más adelante. Dándole por cabida a la lista negra, se giró y pillo a su adorable novio mirarlo, sonriendo tan tierno y perdido que tuvo que bajarlo de su nube con un beso.

—Bah— Louis rodó los ojos, sacudiendo la mano en seña de asco. —No hagan eso, me hace recordar lo solo que me siento ahora que mi Harry no está.

Liam río avergonzado que se colgó del cuello de Zayn, escondiéndose y los llaveros sonaron. No se había dado cuenta en qué momento el alfa se acercó a ellos.

—Recuerda la fiesta este fin de semana— gritó el ojiazul mientras se alejaba del meloso par.

Zayn llevó al pequeño koala al auto y lo depositó en el asiento, lo amarró con el cinto de seguridad y luego le dio un beso nuevo, corto y romántico. En el camino se detuvieron en el restaurante favorito del omega y pidieron de comer, cuando Zayn avanzó a la ventanilla para esperar su orden, miró a Liam agacharse a su mochila y buscar desesperado.

—¿Que tienes ahí?— preguntó, se recargó en la ventana y miró el entusiasmo del chico. Lo miró detenidamente, sonriendo por lo diminuto que era en ese suéter gigantesco que le llegaba a las rodillas y que ocultaba el pequeño pantalón que tenía por debajo. Sin embargo, fueron los calcetines de ositos color morado y azul que lo mataron en extasis ternura.

Su pequeño novio es la cosita más hermosa y bebé que haya podido encontrar, tan lindo y frágil.

Finalmente Liam se alzó con un papel en la mano, lo abrazó a su pecho para dejar su aroma en él y luego lo extendió a su dirección. Zayn lo tomó, era un dibujo, mostrando palitos y círculos que formaban unas personitas muy similares a ellos. Sonrió enternecido cuando vio en la mano, el llavero de osito y supo que ese accesorio era algo especial entre los dos.

Sin mirar, agarro el llavero con su mano, confirmando que fuera el mismo del dibujo, también río por el gran corazón rojo que Liam trazó alrededor de ellos y sus nombre encima.

—Oh, bebé. Esto es precioso— olfateó el papel y prácticamente Liam había pasado un buen rato frotando su aroma en él. —¿Que tal si compramos un bonito retrato para el dibujo y lo colocamos a lado de nuestra cama cuando nos mudemos?— Liam asintió emocionado , sintiéndose especial para su alfa.

Luego de tomar la orden y pagarla, llegaron a casa del omega. Comieron las hamburguesas y las papas que Liam devoró al instante, Zayn lo miró comer y no sabía qué tan adorable podía ser una criatura tan preciosa como Liam. Le limpió la salsa de tomate en las comisuras y trataba de que masticara lento, sin prisa, como también arrimaba su vaso de refresco.

Alimentó a su omega como si de un bebé se tratara, y él pareció feliz con eso.

Para el final del día, contó sus planes a Liam para el día siguiente y es que Zayn recoleto muchos periódicos con el fin de ver en los anuncios algún tipo de trabajo que tuviera buen ojo en el salario. Su pequeño niño ya era su prioridad, aun que no estuviera marcado, si lo estaba cortejeando y eso debía implicar responsabilidades en su vida.

Como esperaba, él omega se ofreció ayudarlo y se emocionó más con la noticia que el fin de semana terminarían de llevar las pertenencias de Zayn a su casa.


¡Sentimos la demora! Thani tiene problemillas con su cuenta, pero ya estamos  aquí y esperemos que les guste el capítulo ❤️

Jaz&Thania

La calma del alfa.Where stories live. Discover now