Capítulo 8

15.9K 2.4K 361
                                    

¿En qué momento su enemigo jurado se volvió tan bromista? Porque eso mismo pensó la 'doncella' al negar la posibilidad de que esa revelación fuese cierta, una broma sin gracia para ella y tan aterradora que le alteró en una mueca sorpresiva y el abandono de color en su rostro quedando solo una dama pálida, casi traslucida. Externamente extendió su abanico y por primera vez tuvo su uso al agitarlo con bastante energía y sin gracia contra su rostro, una vaga forma de camuflar sus propias acciones torpes ¡Un golpe directo al mentón! Eso hubiese sido más esperado.



—¿No fue suficiente con robarme un beso que también quieres robarle la esposa al primer príncipe? —En alguna parte dentro de su conciencia un Jiang Cheng de tamaño compacto le regañaba « Estúpido imbécil, un día de estos te mataran por tu lengua larga » Y ese día pareció estar más cerca de lo estimado.

En consecuencia Lan Wangji apretó los puños con severidad hasta que sus nudillos se volvieron blancos por el corte de circulación. —¿Quien querría ser esposo de alguien tan vil? —Siseó sin la molestia de encararla y siguiendo el camino al que debió le hacia minutos.

Con el alma intranquila y un conejo en brazos Wuxian le siguió de cerca, olvidó cualquier rastro de falsa etiqueta que debía seguir y lanzó su abanico lejos al estorbarle, sus túnicas no estaban hechas para dar zancadas como deseaba sino pasos cortos y elegantes y una gran parte de elegancia la perdió dentro del jardín.

Marezco una explicación, segundo príncipe ¡Oye! No me ignores... ¡Lan Zhan! —Al diablo los modales. Entre más le ignoraba incrementaba la incertidumbre en la guerrera, más al saber a que sitio parecían dirigirse. ¿El segundo príncipe no debía estar dentro de la sala real de reuniones?

A decir verdad y usando mejor su escrutinio Wei Ying notó que el atuendo de Lan Wangji estaba ligeramente indispuesto, entre accesorios y los bordes de su túnica torcidos o mal puestos, su largo cabello permanecía mojado y pequeñas gotas caían de sus puntas. Para alguien que se regia por la perfección y las reglas esos pequeños detalles eran inauditos pero podrían ser fácilmente pasados de largo al tener un motivo de peso para olvidarlos.

Voy a lanzarte este conejo si no te detienes —Con la fama como matriarca YiLing respaldándole no fue difícil creer en sus palabras, el inocente conejo siguió cautivo y relajado entre los brazos de la mujer ajeno a las amenazas de ser usado como proyectil, en cambio su amo captó lo completo esas palabras y se detuvo en seco.

Con una sonrisa triunfal y salvando su atuendo de ser rasgado si no obtenía una respuesta deseaba Wei Ying logró alcanzar a su alteza, de nueva cuenta sintió las puñaladas hacia ella que salían de esos bonitos ojos mas no tuvo tiempo de pavonearse de ello. —Explicame, si esto es una broma no tiene gracia, es el peor momento para ser bromista

¿El segundo príncipe heredero era un hombre que acostumbraba bromear? No se volvió loco en estos pocos días de descanso y falsa meditación.

Se decretó que ascenderé al trono —Sin ningún tipo de rodeó explicó e intentó arrebatar a su mascota del dominio de esa arpía, por desgracia su afirmación la hizo retroceder. Incluso con pocas neuronas se podría asimilar con facilidad lo que significaba la coronación del próximo emperador, Wei Ying rápidamente palideció y maldijo el no poder esconder un arma más grande que una simple daga entre sus túnicas.

También se debatió sobre a quien debía castrar primero, si a su segunda alteza o a su amigo quien le metió en tal problema. Prácticamente le dejó sobre bandeja de oro a sus enemigos, con los ojos y las extremidades atadas y con una suerte tan oscura que no podría salir librado, ni ileso ni vivo.

Sin la intención de regresar aquel esponjoso conejo a su dueño original Wei Wuxian siguió el mismo camino que su alteza, con ambos brazos aferrados al felpudo animal sirviendo como alguna clase de método terapéutico para sus crecientes nervios.


Desgraciadamente, ambas partes involucradas llegaron demasiado tarde al recinto, las pesadas puertas de la sala de reuniones fueron abiertas de par en par, desde dentro el primero en salir fue su alteza imperial, Jiang Cheng, seguido del consejero real y el guardia asignado, estos dos últimos a comparación de Jiang no pudieron ocultar por completo la tensión que acababan de presenciar dentro de esa sala, incluso el anciano no recuperaba un sano tono de piel, se veía tan pálido y con restos de sudor frío en su frente que cualquiera pensaría que tendría un pie cerca del otro mundo.

Me preguntaba donde estaba el segundo príncipe —A unos pasos detrás de Wei Ying, Lan Wangji se detuvo al ser nombrado por Cheng. Con solo un desliz sobre el anillo perteneciente a su madre Wuxian supo que las cosas no habían salido del todo bien para alterar a su emperador al grado de querer masacrar gente con su látigo.

Debo felicitarloWanYin continuó—, por su nuevo ascenso al trono, después de la ceremonia tendremos más encuentros en nombre de nuestros reinos —Acabando su hueca felicitación su mirada acabó en su subordinado, queriendo decir más de una cosa a la vez y estando limitado por el inconveniente del sitio donde se encontraban. Tampoco necesitó decir más, Wei Ying captó el mensaje oculto y lo sumió más en su oscuro destino.

Su alteza imperial... entonces es verdad —Wuxian insistió en confirmarlo de la propia boca de Cheng.

—Las tradiciones de GusuLan son estrictas, debes quedarte aquí meditando en confinamiento por tres días junto con tu futuro marido antes de la boda. Al quinto día mandaré un guardia por ti. Veinte días a partir de hoy será la ceremonia —Anunció con prisa y sin detenerse, si permanecía más tiempo en ese lugar definitivamente mataría a alguien—. Confío en que te comportes, en un día enviaré parte de tus pertenecías y algunas sirvientas para ti

Espero que no se haya olvidado de lo que dije su majestad, quizás el paquete llegue antes de tiempo —Con su cabeza y miembros amputados le recordarían a su casi hermano que por su causa cayó en las garras del enemigo.

Con una última mirada furiosa no respondió y solo lo pasó de largo al seguir, en cambio, sus pasos se detuvieron a lado del entonces ajeno HanGuang-jun. —Una sola herida, un solo cabello fuera de su sitio en Wei Ying y lo multiplicaré a Zewu-jun —La amenaza estuvo implícita en su murmullo y al no esperar respuesta alguna finalmente se marchó.


Intransigente | Mo Dao Zu Shi |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora