Capítulo 11

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Tal y como la anciana dijo, parte del pasillo en camino hacia la Primavera fría hubo gente presente, ninguna persona ordinaria que, aunque Wuxian no los reconociera supo que su estatus era lo bastante alto para tener el honor de ver los pasos de los futuros gobernantes al unísono. El único problema... Ninguno de los dos estaba en sincronía ¡Todo un desastre!

Por más batallas en sus antecedentes como simple 'guerrera' y después ascendida a general ninguna pudo compararse con la constante ansiedad que le embargaba y esto fue por un punto simple; durante los enfrentamientos Wei Ying se desenvolvía tan bien que las malas lenguas decían que nació en medio de una, con una madre tan aguerrida que después de dar a luz siguió de pie, peleando y acunando a su pequeño hijo en brazos. No obstante, nada lo preparó para tener una decena de miradas sobre él, atentos a cada paso que daba... Susurrando cosas con respecto a la futura pareja, en como el segundo príncipe heredero parecía negarse a tomar su mano y por ende rechazar el primer paso para su recorrido.

¿Donde estaba ese conejo que raptó? Esta vez de verdad se lo lanzaría a la cabeza.

—Lan Zhan... —la vista de la futura emperatriz se mantuvo siempre enfrente, tal como las tradiciones dictaban, apenas pudo divisar de soslayo la apariencia del príncipe y no importaba, pudiera verlo o no supo con certeza que se veía excepcional con su atuendo real y que además, de seguro mantenía su típica cara de palo, helada y distante—. Ingrato, hago esto por honor a sus tradiciones y justo hoy haces tus berrinches de príncipe mimado

Los únicos que escucharon tal falta de respeto fueron las dos doncellas de Yunmeng que le acompañaban a solo unos pasos detrás de ellos junto con un sirviente personal del segundo príncipe, solo este último dio un brinco involuntario de sorpresa y rápidamente soltó una plegaria a los cielos en nombre de la futura monarca pidiendo perdón. En cambio, el semblante de Lan Wangji cambió ligeramente, tragándose de nuevo el veneno verbal y, con una acción torpe tomar finalmente la mano de Wei Wuxian entre la suya. Solo de esta forma el recorrido comenzó.

Con el escrutinio de Lan Qiren calando entre los huesos de Wuxian por sobre todas las demás sus pasos no disminuyeron, se sincronizaron con los de Lan Zhan, firmes pero elegantes, ondeando entre cada movimiento parte de sus túnicas y pasando de largo sin un solo ápice de atención todos los tesoros que fungían como tentación. A mitad del camino los sirvientes se detuvieron, mostraron una reverencia y dejaron en soledad a la futura pareja.

Sin decir nada más, pasando finalmente el umbral de la entrada y con deseos de querer soltar el aire retenido en un suspiro de tranquilidad Wuxian sabía que el reto apenas comenzaba, por lo menos se alejó del escrutinio ajeno y se presentó frente a una mirada clara, llena de odio y desprecio de su querido enemigo, tan siquiera estuvo  mas familiarizado con ella.

Sin prestar atención a sus propios gestos Wei Ying hizo un pequeño mohín conforme analizaba lo bien que se veía Lan Zhan entre túnicas de un azul claro y joyas creando patrones como recuerdo de los antiguos gobernantes masculinos. —¿Cual es el emblema que bordaron para ti? —como acto de buena fe mostró el suyo al alzar el brazo para expandir mejor la flor de loto sobre ella. En el mismo sitio del bordado el del segundo príncipe permaneció con un par de nubes, bellamente adornadas, cubriendo el cielo sobre un pequeño estanque... Estanque donde la flor de loto debía reposar.

Sin duda fue hermoso pero... Habría escogido mejor dibujar un conejo, lo identificaba mejor.




Cierra los ojos —Más allá de ese gesto severo Lan Wangji no planeó hacer nada inadecuado con su futura esposa, eso incluía matarle, además contaminaría para siempre un sitio tan sagrado y ella no lo valía. Algo dubitativa Wei Ying no tuvo más remedio de obedecer—. No debes fallar aquí, este ritual es importante

Intransigente | Mo Dao Zu Shi |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora