Capítulo 39

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La agudeza en los los ojos de Wei Ying terminó barriendo todo su alrededor, dentro de un banquete masivo en uno de los salones principales no dejó a nadie exento de lo que a cualquier otro solo sería una simple cena. En cambio todo funcionario junto con su familia fue estratégicamente colocado dependiendo su rango, hasta entonces nadie logró ser uno de los favoritos de su majestad al ser un gobernante reciente, así que, estando en la misma linea de meta buscarían la forma de avanzar ya sea por sus propios medios o usando métodos nada honorables.



Con un resoplido mental Wuxian se lamentó, el campo de batalla era más sencillo que esto, un blandir de su espada o una orden concisa acabaría con todo arrancando el problema. Por supuesto, a base de sangre.
Nadie sería tan estupido para intentar dialogar en medio de un combate... Quizás Wei Wuxian, los resultados no fueron nada buenos para la parte enemiga y aunque les tuvo consideración no se rendirían a menos que les cortaran la cabeza.





El honor te da orgullo, pero no sirve de nada cuando se está acorralado y tu vida depende de ello.




Pero esto, dentro de las relaciones de un reino se trataba de estrategia y doble cara, la búsqueda de poder dentro del palacio solo atraería cuervos disfrazados de palomas, como si alguien no pudiese reconocer el hedor de sus avances, naturalmente si era captado el o los desafortunados terminarían siendo parte del festín, con un giro bien trazado incluso se beneficiarían externamente al pisotear a pobres presas que solo tienen la desdicha de ser lo bastante correctos para no callar, la ignorancia es felicidad y en muchas ocasiones salva vidas.





De tal forma, no hubo gran diferencia en el desenlace entre la guerra y el poderío imperial.



Lan Zhan, Lan Zhan.
¿Qué hiciste todo este tiempo?



El tamborileo de sus dedos sobre la mesa atrajo la atención del dueño de sus pensamientos.


La fria mano del emperador cubrió la suya, como siempre sin decir nada en palabras. Wei Wuxian se basó en su mirada ambar y sólo así dejó que su ansiedad se disipara un poco. Sin embargo no se fue por completo, persistió en su cabeza, esta vez siendo más cauteloso al no exponerlo abiertamente ante su esposo.

Todavía con la mirada fija hacia los presentes no todos estuvieron conscientes del escrutinio de la emperatriz. La mayoria estuvo inmerso en su propio pequeño mundo entre conversaciones irrelevantes, algunos cotilleos sin sentido u otros referentes a la corte o las conexiones entre familias.



Esta última atrajo la mayor atención en Wei Ying. 

Estar un par de escalones arriba junto con el emperador y esa concubina no le impidió inclinar su asiento un poco más hacia la conversación bajo ellos, Lan XiChen fue el único consciente de esta acción junto con su hermano mas no hicieron algún comentario al respecto.







—Este ministro no miente, su alteza, he rechazado muchas solicitudes de matrimonio para mi querida hija, como padre sólo quiero que sea tratada bien en su nueva casa —Las menciones "casuales" de ese hombre no fueron nada discretas, tal vez debido al vino a su lado o al ambiente relajado.





Puedo imaginar eso ministro LaoLan XiChen no se molestó el dirigir la vista hacia el hombre, su voz armoniosa encapsuló su indiferencia y es que, el primer príncipe era el tipo de persona que podría maldecir a tus dieciocho generaciones venidas y por venir y uno actuaría como si fuese bendecido por una deidad.


Intransigente | Mo Dao Zu Shi |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora