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Nicole POV's.

— ¿Me vas a explicar cómo es eso de qué eres hermana de Jessica? — me pregunta Rich con curiosidad. — Es que no lo entiendo, ¿Por qué no lo sabíamos?

— Simplemente porque no es algo que me agrade contar. Nosotras nos llevamos realmente horrible. — le respondo con una mueca y recuerdo cada cosa que ha pasado entre nosotras.— Somos hermanas solo por parte de mi padre, ¿Me entiendes? Mi padre a mí no me quiere, porque dice que por mí culpa se tuvo que ir de Cuba y abandonar a su familia, me culpa de cada cosa mala que pase y sé que en algún punto le arruiné la vida.

— No digas eso otra vez, nena. No creo que le hayas arruinado la vida, aveces los padres simplemente dicen las cosas sin pensar o actúan por dolor. — él me abraza y comienza a acariciar mí cabello, lo cual me relaja. — Se va a dar cuenta de que está perdiendo a su hija y se va a arrepentir.

— ¿Qué te ha hecho Jess? — entra Erick a la habitación en la que nos encontramos y se sienta en frente de mí, su rostro luce serio, pero a la vez está preocupado.

— ¿De repente te importa que me haya hecho? — los chicos nos miran expectantes, pero yo solo los ignoro y fijo mí mirada en Erick, por unos segundos simplemente es todo silencio.

— Me importa todo lo que sea sobre tí, Nicole. — murmura. Niego con la cabeza y decido no prestarle atención, no me pondré mal otra vez solo por su culpa, no lo vale. — Te estoy hablando, ¿Podrías responderme por favor?

— ¿Qué quieres que te diga?  — pregunto un poco frustrada. — No es de tu incumbencia esto y si tanto quieres saber, pregúntale a ella, aunque no creo que te diga la verdad.

— ¿Tu padre cómo se lleva con Jessica? — observo a Zabdi ahora y le doy una pequeña sonrisa falsa.

— Ellos se llevan increíblemente bien, de hecho siempre hacen planes para hacerme todo imposible, es su favorita obviamente. — bufo y paso mis manos por mi rostro, como si eso ayudara. — pero bueno, no me voy a poner mal solo por ellos dos, tengo mejores cosas que hacer.

— Dime una cosa que te haya hecho, Jess. — murmura Erick. Decido responderle de una vez, aunque sé que luego me voy a arrepentir.

— A ver, wey. — empiezo a hablar y Johann toma mi mano enseguida. — no entiendo para que quieres saber que me ha hecho, no lo entiendo. Pero te diré algo, me estuvo culpando de algo realmente horrible, que no voy a decirte que es, todos los días despertaba con alguna maldad nueva de ella, no podía ir la escuela porque me hacía sentir inferior a ella y sus amigas. Seguiría, pero no lo vale, ahora por favor deja de molestarme con este mismo tema.

— Solo quiero que sepas, que no estoy con Jess, solo somos amigos y si hubiera sabido que eran hermanas, no me hubiera metido con ella nunca. — me observa por última vez y sale de la habitación tranquilamente, como si nada de lo que le dije le importara.

— Te volvió a salir lo mexicano, Nic. — suelto una risa junto con Johann y los chicos nos miran confundidos. — cuando se molesta empieza a usar el "wey", " No chinges ", " tu puta madre", "a la verga we".

— ¿Quieres contarnos de que te culpa Jessica? — Joel se sienta a mi lado con una pequeña sonrisa tímida y doy un suspiro. — si no quieres, está más que bien.

— Tenía una gemela. — murmuro y sé que voy a terminar llorando, ya que nunca hablo de esto. — un día estábamos en el mar, a mi se me cayó la pelota, ella la fue a buscar por mí, porque tenía miedo. — respiro hondo y siento como Johann corre unos centímetros a Joel para sentarse a mi lado, me abraza contra él y besa mi cabeza. — las olas estaban muy fuertes ese día y simplemente en cuestión de segundos dejé de verla, no sé que pasó, no sé en que momento fué, pero se estaba ahogando y mi padre no hacía nada para tratar de salvarla, parecía que ni preocupado estaba, solo fueron los salvavidas, aún así no la encontraron hasta luego de días y obviamente ya era tarde. — me encojo de hombros y hago una mueca, sigue doliendome como si hubiera sido ayer, pero ya pasaron más de tres años. — es decir, sé que en parte fue mi culpa porque a mí se me cayó la pelota, tendría que haberla detenido y no lo hice.

— Ya te dijimos muchísimas veces que no fué tu culpa, eran unas niñas, no sabían que podría pasar algo así, bella. — niega Yoyo, yo solo puedo asentir con la cabeza y quedarme callada. — ella está orgullosa de tí, de todo lo que has logrado y vas a seguir logrando, eso no lo dudes nunca.

— Desde ese entonces, ustedes son único que me queda y me aterra perderlos también, porque se hicieron mi vida.

— Te amamos, Nicky. — hablan todos a la vez y realmente me asusto, porque no sé cómo carajos hicieron eso.

— ¡Okay! ¡Eso fué raro! — exclamo.

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