Hyunjin sintió como los colores se le iban de la cara, pero su expresión seria nunca lo dejó. Por su lado, Felix se sentía al borde de tener un ataque de pánico; unas pequeñas gotas de sudor se deslizaron por su frente. Ojalá la tierra se lo tragara y lo escupiera de vuelta a Australia.
—Puedo explicarlo. —Hyunjin habló, dando un paso más dentro de la habitación y cerrando la puerta.
—¡No lo estás negando! —gritó Felix señalándole con cara de histeria— ¡Todo este tiempo fuiste tú!
—Baja la voz, aquí estoy. No hay necesidad de gritar. —se sentó en el filo de su cama y despeinó sus cabellos con nervios— Van a escucharte y no quiero que Seungmin se de cuenta.
—¿Cómo me pides que baje la voz si acabo de darme cuenta de que tú eres el de las notas? —Felix apretó el borde de su camisa con nervios— ¡Estás enamorado de mi mejor amigo y nunca me lo dijiste! Pensé que me tenías confianza.
—Claro que te tengo confianza, pero no tienes que gritarme. —Hyunjin se encogió y se removió con incomodidad.
—¿Quiénes lo saben? —Felix no se movió de su lugar, mirando a Hyunjin como si este pudiese saltarle encima y atacarle por violar su privacidad.
—Minho, Changbin, JeongIn y Chan... ahora tú también. —murmuró— No se lo cuentes a nadie más, te lo pido.
Felix quería correr y decirle a Seungmin que Hyunjin era J, pero eso sería traicionar al mayor y a su propia moral.
—No lo haré, e incluso voy a echarte la mano en todo esto. —Hwang sintió que podía respirar en paz y quiso levantarse a abrazar al australiano— Pero, —de nuevo le faltó el aire— si me cuentas por qué haces todo esto.
—Es una larga y vergonzosa historia.
—Tengo tiempo de sobra. —en ese momento alguien tocó la puerta, haciendo que ambos entraran en pánico.
—¿Felix? ¿Hyunjin? ¿Están ahí? La comida está lista. —era Seungmin.
—En... enseguida vamos. —Felix le dio una última mirada a Hyunjin junto a una sonrisa incómoda— Tenemos una conversación pendiente, Hwang Hyunjin. —le dijo antes de salir de la habitación.
—Al menos no encontró las fotos. —dijo Hyunjin en la soledad de su habitación, mirando un cajón que estaba lleno de fotos de Seungmin, fotos que solía tomar cuando el menor estaba distraído. Y se quejaba de Minho siendo un acosador...
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—Esto es más incómodo de lo que creí que sería. —Jeongin observó como casi todos tenían una expresión extraña en sus rostros; la excepción eran Changbin, Seungmin y él.
—¡Yah! ¡Quiten esas caras largas o se las quito a la fuerza! —el golpe que Changbin dio a la mesa hizo que todos se exaltaran.
—Estaban todos muy felices cuando llegamos. —Seungmin frunció los labios antes de llevarse un poco de espagueti a la boca— ¿Qué sucedió?
