—Seungminnie, ¡te había extrañado tanto! —el mayor dejó a Seungmin con delicadeza en el suelo, y se separó un poco de él para apretarle las mejillas con ternura— Mira cuánto has crecido, ¿te has hecho más adorable acaso?
Seungmin rio y negó con la cabeza avergonzado— Nunca lo he sido, hyung.
—¡Mentira! Siempre has sido el niño más lindo de todos. —Heejun lo volvió a abrazar, pero un carraspeo se escuchó detrás de él.
—Seungmin, ¿de dónde sacas tantos amigos? —Jisung arqueó una ceja mirando a Heejun con rojos entrecerrados.
—Es Heejun hyung. —señaló al mayor con su mano— Fue mi niñero desde como los tres años.
—¡Ah! ¡Ese hyung! —Felix chasqueó los dedos recordando como antes Seungmin solía hablar siempre de lo genial que la pasaba antes con su hyung Heejun— Me pareció extraño que alguien tan... huh... ¿adulto? Se acercará a ti de esa forma.
—Yo pensé que era un acosador. —Jisung admitió, siendo goleado con el codo por Felix.
—Qué amigos tan curiosos tienes, Seungmin. —rio el mayor, y abrazo a Seungmin por los hombros— ¿Son acaso los chicos de los que me hablabas en las cartas?
Heejun y Seungmin solían mandarse cartas bastante seguido durante los primeros dos años en los que el mayor vivió en el extranjero, pero la abundancia cartas fue disminuyendo hasta que solo enviaban una en Navidad, Año Nuevo y sus cumpleaños. Esto debido a que ambos estaban demasiado ocupados con cosas como la escuela -en el caso de Seungmin- y el trabajo.
—Sí, son Jisung y Felix. —presentó a sus amigos con una sonrisa— Creo que no hace falta que les diga quien es él, ¿o sí?
—No. —rieron ambos jóvenes e hicieron una reverencia saludando a Heejun.
—Minnie, los chicos nos están esperando al fondo; Heejun hyung puede venir también. —Felix tomó a Seungmin del brazo y tiró de él.
—Si no te molesta. —Kim miró a su exniñero con una sonrisa apenada.
—Claro que no, al contrario, estoy encantado de poder conocer a tus demás amigos.
Los cuatro caminaron a paso medio apresurado hacia el fondo del lugar, y como Felix había dicho, los chicos les esperaban ahí. Y aparentemente había alguien más con ellos; una chica de muy baja estatura y cabello corto.
—¡Y entonces ese chico raro no dejaba de parlotear sobre lo asombroso y adorable que era su dongsaeng! Tuve que aguantarlo hasta que el chico se presentó y no paraba de fingir ser un padre orgulloso. —habló quejándose la chica— Incluso creo que lo vi llorando, ¡llorando! —gritó golpeando el brazo de Chan con fuerza, ganándose una mirada con ojos entrecerrados de parte de Jeongin.
—Jamie, no te alteres. —Bang rio sobando su brazo, el golpe había dolido bastante— Debe de tenerle mucho cariño al chico.
—Oh, lo hago. —Heejun habló, confirmando lo que Chan decía— Hola de nuevo. —saludó a Jamie, casi riendo.
—La desgracia me persigue. —se quejó la chica, rodando los ojos con un bufido.
—¿Él es el chico raro? —preguntó Changbin, mirando a Heejun.
—Lamentablemente, sí. —la baja chica frunció los labios.
—Él es Heejun hyung, y no es ningún "chico raro". —Seungmin frunció un poco el ceño.
—Me halaga que me llamen chico, considerando la edad que tengo. —dijo para sí mismo, causando risas en los demás.
—¿De dónde se conocen? —Hyunjin señaló a Heejun y Seungmin, con curiosidad y recelo en su voz.
—¿Ni siquiera te esforzarás en disimular? —murmuró Minho a Hyunjin con una sonrisa burlona. Hwang sólo lo miro mal.
—Fue mi niñero muchos años. —explicó Kim, abrazando a su mayor con cariño.
—Pueden llamarme "padre de Seungmin". O solo Heejun, como les parezca mejor.
Para Seungmin, ver a una de las personas que más aprecia convivir con sus actuales amigos fue en verdad algo que lo hizo sentir en extremo feliz; e incluso Jamie, quien a un principio se mostraba irritada, terminó llevándose demasiado bien con Heejun y él. Con ilusión, miraba atento a todos hablar. Él casi no habló, pero mantuvo una sonrisa de oreja a oreja todo el tiempo hasta que el evento terminó y todos tuvieron que irse.
Habría ido con los chicos a celebrar que había quedado en segundo lugar en la categoría vocal, justo debajo de Allen y Jeongin, pero de verdad quería pasar tiempo a solas con Heejun para poder contarle todas las cosas que habían sucedido en su ausencia y no había podido decirle por las cartas.
Pasaron toda la noche hablando, aprovechando que los padres de Seungmin tenían turno nocturno en el hospital. Y en algún punto de la noche, Wonpil se unió a la conversación, cosa que rara vez hacía, pues Heejun y él nunca fueron cercanos, ya que de cierto modo sentía que su papel de hermano mayor había sido ocupado por Heejun durante mucho tiempo.
Para las dos de la mañana, un muy dormido Seungmin se encontraba siendo cargado por Heejun hacia su habitación. Después de ser colocado en su cama y arropado por el mayor, pudo caer con tranquilidad en el mundo de los sueños. Donde soñaba con tiernos ojos con un lunar, cálidos abrazos, lindas sonrisas, y una misteriosa persona con hermosas cartas que lo enamoraban.
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