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Jueves por la mañana; una semana cuatro días sin saber mucho de los Hwang y J.

Chan se encontraba mejor físicamente; sus amigos supervisaban que tuviera sus tres comidas al día y que durmiese mínimo ocho horas por la noche, cosa que el australiano agradecía.

Allen y Jisung eran los encargados principales de asegurarse de que no se descuidara desde que fue dado de alta del hospital; ya que estuvo ahí dos días y medio en reposo.

Tomando en cuenta que los exámenes se acercaban, todos sentían un pequeño peso en sus hombros. Las conversaciones eran un poco incómodas, ya que cada uno tenía sus propios problemas.

Seungmin caminaba con Chan por el pasillo, intentando convencerle de que comiese una manzana, Bang se negaba, haciendo que el menor se sintiera frustrado; ¿por qué su hyung era tan terco?

—Hyung, si no se alimenta bien voy a tener que llamar a Allen hyung para que lo haga comerse esto a la fuerza. —bufando, Chan tomó la manzana de manera un poco agresiva— Hyung. —Seungmin hizo un puchero por el acto grosero de su mayor— Solo tratamos de ayudar.

—Perdón. —mordió la manzana y masticó con lentitud— Hoy... hoy no estoy de humor, ¿bien?

—¿Se puede saber por qué? —ambos chicos prefirieron detenerse para platicar mejor, aprovechando que las clases de ambos comenzaban en el segundo periodo.

—Creí escuchar a Jeongin esta mañana, pero cuando intenté buscarlo no había nadie. —Chan removió sus cabellos con molestia— Me siento culpable. Todo esto es mi culpa.

—No, hyung, no, no es su culpa. Las cosas pasan por algo, ¿no?

—¿Me estás diciendo que esto pasó porque el destino nos quiere a Jeongin y a mi separados? —Bang elevó una ceja, mirando a Seungmin con confusión.

—¡No! ¡No lo digo por eso! —Kim movía sus manos de un lado a otro con nerviosismo— ¡Me está entendiendo mal!

—Entonces no entiendo tu punto, Min. —la manzana salió volando hacia el bote de la basura, el poco apetito que tenía se había ido.

—Mire, tal vez, esto que está pasando traerá cosas buenas a su vida y a la de Jeongin, o tal vez no. —se encogió de hombros— Es solo cosa de esperar que algo más suceda, la vida te sorprende cuando menos lo esperas.

"Chan". 

Chan estaba acostumbrado escuchar la voz de su adorado Jeongin por todos lados, pero hoy no se sentía con ganas de soportarlo.

—Lo estoy escuchando de nuevo. —Chan sobó el puente de su nariz con demasiado estrés acumulado— No sale de mi cabeza, maldita sea.

"¡Christopher Bang!". 

De nuevo. Ahí estaba de nuevo la voz de Jeongin llamándolo, solo que esta vez se escuchaba más... como si estuviese ahí.

Bang levantó la mirada, y lo vio. Desaliñado, sudado, lleno de lágrimas y hasta pudo identificar un poco de sangre en sus rodillas. —¿Jeo-

El australiano no fue siquiera capaz de terminar de hablar cuando el delgado cuerpo de Jeongin se lanzó -literalmente- sobre él.

Ahí estaba. Esto era real. Lo tenía entre sus brazos. No era una alucinación. Esta vez no lo era.

—H-hyung. —sollozó el menor cuando Chan lo abrazó con fuerza— Hyung, hyung, he vuelto, estoy por fin con usted. —Jeongin sentía como si todas las cosas malas que vivió estos últimos días fueran solo un mal sueño.

—Jeongin, ¿c-cómo?

—Hyojong hyung, él... él nos ha sacado de ahí. —Jeongin se aferraba a la camisa de Chan, temiendo que cuando la soltase el australiano desapareciera— Se contactó con mis padres para decirles que estábamos atrapados en casa; ellos se llevaron a la abuela lejos de aquí.

—¿Lejos?

—No volverá a hacernos daño. Ya no más. —alejándose un poco, Jeongin observó los llorosos ojos de Bang, y sonrió— Ni a mí, ni a Hyuna, ni a Hyunjin, ni a ti. A nadie más.

—Jeonginnie, lo lamento tanto, esto es culpa mía. —Chan lo volvió a apretar contra su pecho, JeongIn ocultó su rostro en el cuello del mayor.

—Te perdono con una condición. —Chan sintió como la cara de Jeongin se ponía roja contra su cuello.

—¿Cuál? Haré lo que sea.

—Se mi novio, hyung.

Fue ahí donde Seungmin se sintió de sobra en el lugar. Dio un respingo cuando una mano se posó en su hombro. Era Allen.

—Vámonos, necesitan estar a solas. —Allen le dedicó una sonrisa. Una que no llego a sus ojos— Además, hay alguien que quiere verte.

—¿Verme? ¿Es... es Hyunjin...? —Allen asintió, y se llevó a Seungmin lejos de la nueva pareja.

Y bueno, ¿Quién diría que el pequeño Jeongin sería el primero en dar el paso final para iniciar una relación con Chan?

Chan dijo que sí, era obvio que lo haría. Sentía su corazón latir con fuerza, y sintió una enorme calidez en su pecho. Olvidó todas las cosas malas que sucedieron en esta semana y media sin Jeongin. Lo olvidó todo, menos ese sentimiento de adoración que tenía hacía su -ahora- novio.

Esto era solo el inicio de algo hermoso.

(Corregido: 2021

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(Corregido: 2021.11.26)

¡hey, chico bonito!Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz