24.

750 86 29
                                    

«Extranjero pt.3»
——————



























Jungkook estaba enfadado. ¡Ese chico besó las mejillas regordetas de Eunha! Vio claramente el sonrojo de la chica, y eso en gran parte le entristecía. Él quería ser el dueño de sus sonrojos... Negó. ¿En qué estaba pensando? Suspiró.

Wook entró a la habitación donde se tiró a su cama listo para dormir, aunque era muy temprano. No había hecho nada en todo el día, pero por alguna razón se sentía muy cansado.

–¿Donde estabas?–Le preguntó el mayor mirándolo.

–En el baño.–Respondió y lo volteó a ver.–¿Sabias que omma chatea con Dylan-hyung?

A Jungkook le dio algo escuchar eso, ¿es encerio? ¿Le envía mensajes a ese tipo? ¡A él ni siquiera le envió uno cuando estaba en Japón!
Le dio la espalda al niño y cerró los ojos, no quería pensar en nada. A los minutos se durmió.

Cuando despertó eran las 6AM. Se sorprendió. ¡Se había quedado dormido! No había cenado. Realmente ayer llegó cansado.

Vio que del otro lado de la habitación estaba Wook durmiendo profundamente en su cama. Se levantó y caminó hacia la cocina, buscaría algo para comer. Tenía mucha hambre.

Tomó un par de manzanas, lucían deliciosas. Las lavó y le dio un mordisco a una, fue entonces cuando llegó Eunha a la cocina, recién arreglada. Se le calló la manzana debido a la impresión. Eunha lucía realmente hermosa y... Sexy.

Eunha dio un respingo, no esperaba verlo despierto tan temprano

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Eunha dio un respingo, no esperaba verlo despierto tan temprano.

–Annyeong, buenos días.–Articuló y caminó hacia uno de los armarios de la cocina, trataba de agarrar el dulcero que se encontraba arriba. Anoche los niños lo escondieron allí, se lo dijeron. No sabía como habían podido llegar a guardarlos allí arriba, pues no alcanzaba a llegar.

Eunha se puso de puntas de pie y aún no podía alcanzar aquel frasco de dulces. Jungkook finalmente salió de su trance, y con una sonrisa burlona, agarró el frasco fácilmente y se lo dio. La chica lo miró haciendo mohín y tomó unos cuantos caramelos y los guardó en sus bolsillos.

–Yo podía alcanzarlo.

–Sí, veía que podías.–Rió el rubio. Eunha solo se fue de la cocina. El chico recogió la manzana que seguía en el piso y la dejó sobre la mesa, luego caminó hacia la sala donde suponía que estaba la chica, y así era.

–¿A donde vas?–Le preguntó mirándola fijamente, le era casi imposible apartar su mirada de ella.

–Weekly idol.–Dijo simplemente preparando sus cosas. Se llevó una golosina a su boca y se puso su bolso.–Nos vemos.–Se despidió, y antes de que el rubio dijera algo, desapareció por la puerta principal.

Cómo SucedióWhere stories live. Discover now