En un mundo donde los Nerds son los más guapos del colegio, los Populares aman estudiar, los lindos son feos y los feos lindos...
Ya saben, lo típico ¿Verdad?.
¿Espera qué?
Ken Walt y Malena Jones, se encargarán de cambiar los estereotipos de Nerds...
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—Es bastante grande...— murmuré mientras observaba sorprendido la fachada del instituto Lincester.
Un gran edificio de seis pisos en un tono amarillo aceite de girasol con blanco en cada marco de puertas y ventanas. Todo tenía un ambiente fresco y hasta veraniego .
Al fin me había cambiado de Universidad. El instituto anterior era muy aburrido, no conocía a nadie y al parecer a todos les caía mal, además de que solo habían chicas tontas y hermosas. El cambio de instituto era totalmente necesario porque no aguantaba más a la bola de idiotas que estudiaban en el anterior.
Me sentía muy nervioso...Nunca había estado tan nervioso antes. ¿Por qué estaba temblando como Chihuahua?.
En el fondo temía que me pasara lo mismo que en el anterior instituto.
Pasar todo un año completamente solo y que los pasillos estuvieran repletos de chicas hermosas era una experiencia que me asustaba volver a experimentar.
—¡¿KEN?!— escuché un grito de sorpresa a mis espaldas, cuando estaba caminando por uno de los pasillos, y volteé rápidamente para mirar de quién vino.
—¡Laura!— exclamé igual de sorprendido cuando vi a mi vieja amiga de la sencundaria.
No había vuelto a saber de ella después de la graduación y verla de nuevo me alegraba mucho.
Ella se veía más horrible que nunca, mis piernas temblaron de tanta fealdad.
—Nerd hermoso, dime que te inscribiste en Lincester— dijo ella con los ojitos brillantes y voz ansiosa.
Me indigné un poco al escucharla decir que era hermoso.
¿Hermoso?, ¿Tan lindo era?. Que desgracia la mía.
—Sí, oficialmente pertenezco a esta Universidad— afirmé y Laura me saltó encima para darme un fuerte abrazo. Mis mejillas ardieron tanto que supe al instante que debía verme como un tomate.
Quizás necesitaría ir al baño luego...
Laura, tan cariñosa desde la secundaria. Ella era una fea y tierna chica de cabello castaño claro, casi rubio.
—Y dime, ¿Qué estas estudiando?— preguntó soltándome y comenzando a caminar.
—Especialización en logística de Energías combustibles y elementos motrices externos y generales de distribución de productos de terapia de alta rotación— respondí mirándola fijamente con una pequeña sonrisa.
Mi mami estará orgullosa cuando logre graduarme.
—Wao— pronunció aturdida.
Yo solté una pequeña carcajada. ¿No le gustará esa carrera?.
—Puedo guiarte hasta tu aula— propuso ella con una espantosa sonrisa.
