En un mundo donde los Nerds son los más guapos del colegio, los Populares aman estudiar, los lindos son feos y los feos lindos...
Ya saben, lo típico ¿Verdad?.
¿Espera qué?
Ken Walt y Malena Jones, se encargarán de cambiar los estereotipos de Nerds...
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—¿Y cómo te fue en la Universidad?— preguntó mi madre con una sonrisa cariñosa.
—Me sorprendí porque conozco a medio instituto— reí tirando mi mochila en el sofá— Creí que tendría que buscar amigos— me encogí de hombros— Pero parece que todos los pendejos de la preparatoria se fueron a Lincester.
—Me alegra que la hayas pasado bien, es bueno que estudies en un ambiente que te haga bien— mi madre me dió un beso en la mejilla y se fue a la cocina.
Me quedé parado un segundo en la sala de la casa viendo al infinito y cuando reaccioné fuí hasta mi habitación y le envié un mesaje a Laura.
Ken:Hola ternurita, ¿Puedo ir a tu casa?
Su respuesta no llegaba, así que, bajé hasta la cocina que estaba vacía y mordí un pedazo de pollo frito que encontré y salí corriendo de la casa.
Mi madre odiaba que picoteara la comida.
Tendría que buscar algo para hacer mientras que Laura tardaba cinco años en responder.
—¡Jacob!— exclamé cuando recordé que tenía un mejor amigo para visitar.
Una señora me vió raro y comencé a caminar sonrojado por la calle.
Quizás sería buena idea visitar a Jacob antes de ir a casa de Laura.
Laura:¡Claro! Bombonsito, te espero, sigo viviendo en casa de mis papás.
Sonreí y omití la idea de visitar a Jacob y moví mi culo hasta la casa de Laura.
Hacía mucho que no la visitaba, incluso había olvidado como era su casa, pero no dónde quedaba. Que tipo raro que era.
Toqué el timbre y esperé unos segundos allí parado.
De repente recordé que Laura tenía una hermana un año menor que ella. No recordaba a la hermana, la verdad, la había visto un par de veces en mi vida. ¿Estaría allí su hermana?.
—¡Mi Nerd favorito!— abrió emocionada Laura y me abrazó con fuerza — Pasa, ignora al perro tirado en el sofá— se hizo a un lado para dejarme pasar y yo entré algo confundido por lo último que dijo.
—Ah...ya entiendo a lo que te referías...— murmuré desconcertado cuando vi a la chica rubia que me había "pateado el trasero" en Lincester, acostada en el sofá mientras roncaba como oso.
Ella era su hermana menor. Jodida suerte.
—Es mi hermana menor, Malena ¿No la recordabas?—dijo Laura parándose a mi lado.
—La verdad es que no— respondí algo amargado mientras observaba al perro tirado en el sofá.
Laura se acercó hasta el sofá en donde estaba acostada su hermana menor y tomó una almohada y...la comenzó a golpear con ella de una manera bestial. Un poco más de fuerza y le aplastaba la cabeza a su hermana con la almohada.
