Tras huir desesperadamente de su ciudad y de su manada, Jimin será recogido por Namjoon, líder actual de la manada de Daegu, quien lo llevará junto a los suyos para poder ayudarle.
Agradecido por su ayuda, jamás pensó que tendría que convivir con ci...
Así se sentía Jimin mientras corría a duras penas por las frías y solitarias calles de Gwangbokro, apartando con su pequeño cuerpo a las pocas personas que quedaban por esos lugares, las cuales seguían en busca de diversión en algunos locales que se mantenían abiertos.
Meterse en alguno de aquellos antros era una opción que quedaba totalmente descartada, ya que en caso de emboscada, sería muy fácil caer presa de todos aquellos hombres que le estaban buscando.
¿Por qué todo se había jodido de esa manera? Él solamente quería ser feliz junto a Taemin, el líder de la manada de Busan dónde fue vendido desde muy pequeño, y a pesar de ser un trato por dinero, lo intentó con todas sus fuerzas. Le obedecía en todo y le entregó todo su corazón, deseando con toda su alma poder llegar a formar una familia junto a él. Soñaba con ser feliz a su lado, y poder pasar junto a él el resto de su vida.
Se equivocaba.
Toda aquella vida de ensueño se torció después de su boda, cuando Taemin se cansó de su compañía y empezó a buscarse a otros omegas con los que pasar las noches después de trabajar, llegando a altas horas de la mañana simplemente para dormir y volverse a ir al trabajo por la tarde.
Jimin le esperaba pacientemente, aunque sabía a ciencia cierta que le estaba engañando, un pequeño atisbo de esperanza le hacía desear con todas sus fuerzas que Taemin cruzara la puerta y le dijera que le amaba, y que todo aquello había sido una mala época. Necesitaba de su Alfa, y necesitaba desesperadamente escuchar aquellas palabras por parte del hombre que le había jurado amor eterno.
Otro sueño del que bajó rápidamente.
El alfa sí que volvió una de aquellas noches, aunque la ilusión de un final feliz de Jimin se desintegró en cuanto vio el lamentable estado en el que se encontraba su alfa. Borracho y totalmente drogado, Taemin le golpeó y le insultó mientras se desquitaba con él de todo su estrés como líder de la manada, dejando a Jimin en el suelo con algo de sangre descendiendo por su nariz y con su orgullo añicos.
Empezó con un bofetón, un simple “omega defectuoso”, y un escupitajo a su lado, aunque siguió con cosas mucho peores.
Insultos a diario, violaciones, cortes, incluso algúna extremidad rota, se volvieron el pan de cada día para él, aprovechando la ausencia del alfa en su casa para llorar desconsoladamente en el baño, el cual se había vuelto el único lugar en el que realmente se sentía a salvo.
Quería morir, deseaba con todas sus fuerzas terminar con todo aquel dolor que le carcomía por dentro, pero no tenía valor, era débil.
Lo intentó varias veces, aunque ninguna de ellas resultó como esperaba. Era débil, y no se atrevía a simplemente cortarse el brazo de arriba abajo o a tomar más medicamentos de los necesarios. Quería desaparecer de aquel injusto mundo, de aquella maldita casa y de la vida de la única persona a la que había amado, y desgraciadamente, el único que había conseguido que Jimin cayera en la desesperación más absoluta.
Si creía que su vida ya era un infierno, todo empeoró cuando Taemin, deseoso por ser padre, abusó repetidas veces de él hasta dejarle en estado, usando miles de pastillas para acelerar sus celos y así conseguir de forma segura poder tener un cachorro.
Aquello terminó de romperle totalmente, maldiciendo su propia vida y la del bebé que ya empezaba a formarse en su interior. No quería un bebé, y menos fruto de una violación. No quería a Taemin, ni seguir en aquella maldita casa soportando ni un minuto más aquella vida de mierda. Por primera vez, quería huir y ser libre, afrontar la vida sin preocuparse de nada ni de nadie, volar de aquella jaula aunque fuera por poco tiempo y poder ver mundo, ya que su alfa le encerró en cuanto empezaron las disputas.
Un año aguantó todo aquello y más, hasta que su mente se quebró totalmente y vio de nuevo aquella pequeña luz que le instó a luchar.
Actúa de una jodida vez, eres demasiado joven para morir. Si sigo aquí por mucho más tiempo…
Y actuó, de la peor de las maneras.
Aquel día esperó pacientemente a que Taemin se marchase y corrió hacia la cocina, tomándose un pequeño tranquilizante para que no doliera más de la cuenta. Suspiró y cerró los ojos antes de golpearse contra la mesa una vez, dos, tres… A la séptima vez cayó al suelo con un agudo gemido de dolor, notando como la sangre descendía por sus muslos y le provocaba algunas pequeñas lágrimas en sus ojos.
No tenía tiempo de lamentaciones, así que se levantó a duras penas y se cubrió con una sudadera de unas tallas mucho más grandes, saliendo con cautela de casa y corriendo por su libertad a pesar del intenso dolor que sentía en todo su cuerpo, sobretodo en su vientre.
Así fue como terminó en un parque a las afueras de Gwangbokro, la calle por la que había estado huyendo aquella noche de los hombres de Taemin.
Llevaba todo el día huyendo, así que sus fuerzas se agotaron y cayó redondo en mitad del parque, notando como la sangre volvía a descender por sus piernas. Al menos había sido libre por un rato, y ya no iba a lamentarse de nada de lo que pudiera pasarle.
¿Le echaría de menos alguien? ¿Lo encontrarían finalmente los hombres de Taemin?
Ya no le importaba morir ni nada de lo que le sucediera, así que sonrió con pesar mientras una pequeña lágrima descendía por uno de sus ojos, encogiendo las manos en su pecho mientras observaba la luna brillar en lo alto del cielo.
Sus ojos se cerraron a los pocos segundos, aunque pudo escuchar perfectamente unas voces que se acercaban a él a toda prisa, así como también notó como uno de los jóvenes le sujetaba con cuidado la cabeza y la recostaba en algo bastante blando, seguramente sus piernas.
-Llama a un doctor Namjoon, se está desangrando.
-Jin, mantén su cabeza en alto, ahora mismo viene la ambulancia.
Y con esos nombres en mente, finalmente Jimin cayó inconsciente, sintiendo la calidez con la que le trataba aquel desconocido a pesar de no conocerle de nada.
Holis~~ Bueno, esto va dedicado a una persona muy especial para mí. Sé que hemos tenido unos días de... Meh, pero ya sabes que te quiero con toda mi alma. Siempre serás el Yoon de mi Min. Nuestra Shipp siempre será la más real de todas!!! Te quiero!!!!!!!
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
