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Dedicado a PuellaCheese



Jimin despertó con la visión algo borrosa, incorporándose en la cama totalmente sobre exaltado. Recordaba las voces de dos personas a su lado, pero no logró ver sus rostros. ¿Acaso serían hombres de Taemin?

Quiso levantarse de la cama con brusquedad al pensar en aquel alfa, pero debido a su intenso dolor en el vientre, se dio de bruces contra el suelo, gimiendo de dolor mientras intentaba arrastrarse por el frío mármol.

-¡Hey!- exclamó el doctor en cuanto entró en la habitación, corriendo a toda prisa hasta detenerse al lado del omega. Con cuidado, le rodeó la espalda con sus brazos y lo subió de nuevo a la cama, estirándole con delicadeza y tapándolo de nuevo. –No puedes hacer esfuerzos-

-Yo no puedo quedarme aquí, voy…- silenció, imaginando la remota posibilidad de que Taemin lo encontrase. –Debería estar muerto…-

-Yo te salvé la vida- dijo una voz ronca procedente de la puerta.
Namjoon entró con cautela seguido por SeokJin, deteniéndose al lado de la cama y lanzándole una mirada al doctor. Éste lo entendió a la primera, así que le suministró el suero rápidamente y  salió de la habitación, dejándoles a solas.

-¿Por qué?- preguntó temeroso Jimin, tapándose con la sábana como si fuera una manta protectora. Aquel hombre le intimidaba, y más con su apariencia. Debería medir por lo menos metro noventa, e iba vestido con un traje negro junto a una corbata blanca. Su pelo estaba rapado por ambos lados, y su aspecto era totalmente de un mafioso. ¿Acaso iba a matarle?

-Mmm… ¿Preferías que te dejáramos  allí? –preguntó como si nada, recibiendo un fuerte golpe por parte del otro joven castaño. -¡Auch!-

-¡Namjoon!- reprendió Jin, apartándolo bruscamente al ver como el pequeño omega temblaba. –Soy incapaz de ignorar a alguien herido en mitad de un parque. No temas, puedes llamarme Jin- saludó, retirando con la mano el negro flequillo del menor.

Al escuchar aquella voz, Jimin supo que era el joven que le había sujetado la cabeza entre sus piernas, sintiendo la misma calidez que entonces mientras acariciaba su flequillo con cuidado. No obstante, desvió la vista hacia el mafioso, tapándose de nuevo con la sábana hasta tapar todo su cuerpo, dejando a la vista únicamente sus ojos.

-Nam, ¿puedes salir un momento?- pidió amablemente Jin, recibiendo un gruñido por parte del Alfa. –Namjoon, juro que si no sales ahora mismo…-

-¡De acuerdo!-gruñó de nuevo, incapaz de negarse a las órdenes de su amigo. Sin discutirle más, abandonó la habitación y se fue a por un café en una de las máquinas que había en la primera planta.

Jin tomó uno de los sillones y lo acercó a la cama, sentándose delante de Jimin sin quitarle la vista de encima.

-El doctor me contó que has sufrido un aborto- dijo directo, cruzando una de las piernas por encima de la otra y apoyando ambos codos en ella. -¿No eres muy joven para haber pasado ya por eso? ¿Cuál es tu nombre?-

Jimin tragó saliva en cuanto escuchó a Jin hablar, jugueteando con sus dedos e incapaz de mirarle. No podía contarle la verdad, aunque al menos se presentaría como era debido.

-Park Jimin… veintidós años- contestó, mordiéndose el labio inferior con nerviosismo. –Mi… me golpeé y lo perdí -dijo, levantándose la camiseta y dejando ver su abdomen totalmente morado. –No tengo lugar al que ir y… bueno, tampoco es como si me importase…

-Puedo ayudarte… Como omega, créeme que entiendo cómo te sientes. Deja que te ayude, un tiempo. Si luego decides irte no te detendré- dijo rápidamente, cogiéndole una de las manos para transmitirle confianza.

-No puedo… no tengo nada que ofrecerte- se rehusó Jimin de primeras, girando el rostro apenado.

-Jimin… No es necesario que hagas nada, solamente deja que te ayude- insistió, sentándose rápidamente en el colchón y girándole el cuerpo para que le mirara.- ¿Por qué no te vienes a casa unos días para que puedas recuperarte?-

No y mil veces no.

Acababa de huir de una casa por maltrato, ¿y un desconocido le estaba ofreciendo irse a la suya? ¿Acaso estaba loco?

A pesar de querer negarse, algo en la mirada de aquel omega le hacía querer confiar en él, pues entre omegas… ¿Qué podía pasar? Solamente serían unos días, y luego se buscaría la vida de cualquier forma.

-Unos… ¿días?- preguntó Jimin, como si asintiera a su propuesta.

-Unos días- afirmó Jin, con una tierna sonrisa en su rostro.

Solamente serían unos días… ¿verdad?


Aquí va la segunda!
Pronto se vendrá lo bueno
*Guiño, codo, guiño*
:)


All For You  {Jimin x BTS}Where stories live. Discover now