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"Entonces nuestros corazones se combinaron como un choque de estrellas de neutrones."

-MUSE.




Uno...

Dos...

Tres...

- ¡FELIZ CUMPLEAÑOS HIJO! 

Eso fue lo que escucho Park Jimin cuando entro a la casa, había regresado de una algo aburrida y tediosa jornada de estudios, con las ansias en su cuerpo de poder llegar a su casa para celebrar que ahora cumplía sus quince años de vida.

Jimin sonrío al ver que la casa estaba decorada de globos de distintos colores, además de algunas serpentinas regadas por diferentes partes de la estancia hacia el comedor, sus ojos brillaron emocionados por estar presente allí viendo la sencilla pero detallada decoración que sus padres habían puesto.

Rápidamente corrió hacia sus padres abrazándolos lo más fuerte que podía y sentía que con solo un abrazo no les agradecía y no demostraba tanto su alegría.

- ¡Gracias, gracias, gracias! -repetía Jimin, su tono de voz salía con una gran emoción que sus padres sonrieron complacidos al escuchar el entusiasmo de su hijo.

- Y hay más sorpresas mi pequeño -dijo su madre revolviendole los cabellos negros.

- Viene alguien especial a verte -completo su padre ante la atenta mirada de su hijo.

¿Quién podría ser esa persona tan especial? ¿Acaso venía alguno de sus primos de visita? O ¿era la abuela que viajo desde Japón para verlo? Cualquiera podría ser.

- ¿Quién es? -pregunto Jimin, quería saber de quien se trataba, la curiosidad era demasiada.

- Adivina -dijo su padre sonriendole.

¿Acaso era el tío Lee? ¿Podría ser la molesta vecina que siempre lo molestaba diciéndole que se quería casar con él cuando grande? ¿Será un amigo de su escuela? ¿Algún maestro? ¿¡El director?! Un segundo, ¿por qué el director? 

- Mmm ¿lo conozco?

- Por supuesto que lo conoces, ¿recuerdas al niño que te ayudo cuando unos niños mayores te estaban molestando?

Como olvidarlo, es más no lo había visto desde hace un año, pero Jimin lo recordaba perfectamente, es más le gustaba. Y de eso Park Jimin estaba muy seguro, era un año mayor que él, y a veces podía ser demasiado gruñón con todos, pero Jimin sabía que era un chico muy atento hacia él.

Aquel día en que lo conoció, fue el mejor día de su vida, Jimin apenas había entrado a la escuela primaria con los pensamientos de hacer nuevos amigos, pero al parecer no fue así, y es que estaba siendo molestado por unos niños más grandes que él, y lo peor era que lo empujaban, le decían cosas que Jimin trataba de no escucharlas tapándose los oídos con sus pequeñas manos, pero aún podía escucharlos.

De un momento a otro dejo de escuchar las voces, y dejo de sentir los golpes que le daban, en cambio recibió una caricias en sus cabellos, dejo de taparse sus oídos y miro hacia el frente, allí estaba un chico de cabellos negros y mirada felina que le sonreía sin mostrarle sus dientes.

Desde allí Min Yoongi se encargaba de cuidar del pequeño Jimin, para que no lo molestaran para nada, y Jimin era feliz, llego a tomarle un cariño muy especial a aquel pelinegro de nombre Min Yoongi.

- ¿Yoongi hyung? -pregunto Jimin, su corazón comenzó a latir de manera rápida, sentía emoción, solo esperaba una respuesta afirmativa para poder saltar de la emoción.

I LOVE YOU ||JimSu||. OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora