Malfoy y Lestrange

Increíble familia

Increíble familia

—¡Lyra! —insistió Draco mientras agitaba su mano.

La joven volvió a la realidad y sacudió la cabeza para descubrir que el visitante ya se había ido, pues todas las miradas estaban sobre ella.

Se levantó elegantemente de la silla, desviando su mirada a Rodolphus, quien en un tono sereno afirmó —Tómate tu tiempo, nos iremos cuando estés lista.

—Quiero irme lo antes posible. No quiero retrasarlo más tiempo del necesario.

La muchacha se dirigió a la entrada del comedor, pero fue detenida por Narcissa, quién en un gesto maternal situó su mano sobre su rostro —Lyra estás pálida.

—Estoy bien.

—Al menos déjame encargarme de tu brazo.

La joven negó, repitió la misma frase y continuó el camino hacia su habitación, evitando cualquier otro contacto.

El corazón le latía con más fuerza al recordar la escena.

Mientras trataba de calmarse, notó las marcas que Bellatrix había dejado en su piel junto al pequeño resto de sangre que salía de las medialunas. Maldijo interiormente y aceleró su actuar.

Abrió un bolso preparado con un hechizo de expansión y colocó algo de ropa, lo más elemental. Giró hacia el tocador, tomó unas fotografías y el brillante envoltorio que le había dado Alice Longbottom.

Reflexionó unos segundos y abrió uno de los cajones que solía tener cerrado con un hechizo, sacó algunas pociones y se colocó un brazalete protegido por un estuche de terciopelo.

Guardó todo rápidamente y dio una última mirada a su habitación. Estaba a punto de salir cuando la puerta se abrió dando paso a Lucius y Narcissa.

—Me alegra mucho que vinieran, pero ahora no quiero hablar —anunció la joven.

—Debemos hacerlo.

—¿En serio papá? ¿Vas a poder decir algo que me haga sentirme mejor? Creo que no. Entonces, no tiene sentido.

—Podría sorprenderte.

—Quiero irme ahora.

—Rodolphus dijo que podían irse por la noche —respondió la mujer.

—Eso no lo hará más fácil —dijo mordiéndose los labios —Gracias al Señor Tenebroso debo dejar mi casa y ser iniciada ¿Saben cómo me siento? Como si antes de que naciera, todos ya hubieran decidido lo que sería de mi vida y odio no tener control alguno.

—Sé qué no la has pasado bien desde que Bella y Rodolphus salieron de Azkaban.

La joven interrumpió a la mujer —Ese todos también los incluye. Del mismo modo ustedes decidieron por mí y me mintieron. No solo con mi origen, también con lo que sería del mundo si el Señor Tenebroso estuviera en el poder.

—Sé que cometimos muchos errores, pero siempre quisimos lo mejor para ti.

Narcissa se aclaró la garganta —En todo caso déjanos disculparnos por fallarte tanto.

La muchacha abrazó fuertemente a su madre — No tengo nada que perdonarles, al contrario, siempre estaré en deuda con ustedes y siempre serán mis padres.

—No tienes idea cuánto te amamos.

—Estaré bien, mamá, tú estarás bien y yo estaré bien. Te prometo que volveré y que ellos no podrán cambiarme.