Misión autoimpuesta

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Misión autoimpuesta

Ahí estaba, rodeada de una multitud ansiosa por irrumpir en el castillo.

La máscara de Rabastan cubría su rostro y la hacía sentirse tranquila, aunque no controlaba por completo los pensamientos oscuros en su cabeza.

¿Todos habían olvidado que existía la posibilidad de que murieran esa noche?

Lyra negó, tenía claro su propósito, pasara lo que pasara, nada ni nadie impediría que ella encontrara a Draco.

Nada ni nadie.

Reconoció a varios de los presentes: muchos amigos de sus padres, personas que alguna vez había visto en su casa.

La muchacha apretó los puños con rabia contenida cuando escuchó una broma de mal gusto sobre la situación actual de su familia.

Decidió alejarse con prudencia al identificar a Bellatrix, la mujer dirigiría el ataque y con verla se notaba su emoción por la batalla.

Caminaba hacia un extremo sin estar segura respecto a donde ubicarse, por un lado, estaban los gigantes; por otro, un grupo de hombres lobo, y ni podía mirar al cielo porque todo lucia más tormentoso por los dementores.

Aparentemente había menospreciado el tiempo que había pasado, pues mientras terminaba de idear su siguiente movimiento, el ataque comenzó.

Rayos de colores iluminaron el cielo, haciendo pasar la noche por el día.

Ella no se quedó atrás, comenzó a lanzar una serie de encantamientos, no sabía a quién apuntaba y no le importaba, lo único que quería era camuflarse en el grupo.

Sin importar por donde se mirase, la destrucción se intensificaba con el avance de los mortifagos.

Al entender que participar en el ataque frontal haría que le tomara más tiempo ingresar al castillo, decidió separarse del grupo principal aprovechando que empezaban a dispersarse formando parejas de batalla.

Éste se había convertido en una de esas ocasiones donde la slytherin agradecía su velocidad al correr. Como si sus terrores nocturnos la persiguiesen, sólo se detuvo unos segundos antes de que comenzara a faltarle el aire.

Ya estaba mucho más cerca del castillo.

Al ver una túnica de ravenclaw tirada en el piso, pensó que ya era momento de deshacerse de la capa y la máscara que utilizaba.

Al intentar tomarla, un ataque la hizo chocar contra un muro.

No lo había visto venir.

Lanzó un hechizo al aire y volteó para ver a su víctima. Al parecer había mandado a una especie de maceta a volar por los aires.

¿El objeto volador era una mandrágora?

No tuvo tiempo de analizarlo, otro rayo se dirigió a ella y lo desvió.

No era momento de ponerse a jugar.

Ubicó a su atacante y tragó en seco. Al parecer el destino tenía un agrio sentido del humor.

Sin duda alguna lo que había escuchado de las habilidades de duelo de Neville, se trataba de una mentira.

Un fuerte hechizo tras otro.

La muchacha desvió sus ataques y al encontrar la oportunidad, le devolvió el favor logrando que cayera de bruces.

Se acercó a él tras asegurarse de haber separado al chico de su varita.

Malfoy y LestrangeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora