En esencia

2.2K 229 45
                                    

En esencia

El sol ya brillaba cuando el dosel de la cama se abrió desde el exterior.

—¿Ahora qué? —preguntó una somnolienta Lyra ocultando la cabeza entre las almohadas.

—Necesito un favor —afirmó Rabastan.

—Eso no va a pasar.

—Si lo haces, te dejaré dormir.

—¿Es tan importante como para que vengas a molestarme tan temprano?

—Es algo que puedes hacer desde tu cama. Tu padre ya volvió y hoy seguiremos entrenandote. Yo intentaré postergar la oclumancia, pero si pasa necesito que no le muestres lo que viste en el pensadero.

—Ya te he dicho que no lo haría.

—Él no debe enterarse jamás.

—¿Por qué?

—Porque me mataría.

Lyra se frotó los ojos y le dirigió una mirada sarcástica —Creo que exageras.

—No, dulzura. Intenta complacerme, al menos en esto.

—¿Me estas sugiriendo que lo engañe? —cuestionó con falsa indignación.

—Pretendo sobrevivir.

—¿Y yo qué gano con eso?

—¿Vas a sobornarme?

—Por supuesto.

—¿Qué quieres?

—Dices que te mataría ¿Que estás dispuesto a hacer por seguir vivo?

—Te compraré lo que quieras.

—No puedes comprarme nada que quiera y no tenga.

—Mi idea original fue un encantamiento desmemorizante, así que intenta cooperar.

—Quiero un favor abierto.

—¿Qué?

—Significa que cuando necesite un favor, tú me ayudaras. Aunque no quieras hacerlo, incluso cuando sepas que molestará a Rodolphus o a mis padres.

—¡Eso es extorsión!

—Tú eres él que me necesita.

—Hecho.

—¿No vas a negociar? —con una mirada de superioridad y un tono inocente, Lyra, afirmó —No te preocupes, tío, prometo que mantendré la boca y la mente cerradas.

—Más te vale, con lo que va a costarme.

—Es un trato —tras una sonrisa, añadió —Ahora, si fuera tú, saldría de aquí y me dejaría dormir.

—¿Por qué?

—Dijiste que Rodolphus regresó y reconozco que siento curiosidad por saber qué ocurriría si grito y él te encuentra en mi habitación.

El rubio rio —No serías capaz, dulzura.

—¿Quieres apostar?

—Diría que soy una mala influencia para ti, pero esos trucos sucios ya venían con el apellido.

La nueva sesión de entrenamiento comenzó. Se encontraba en el salón con los dos hermanos intentando un hechizo, ya que había mencionado un constante dolor de cabeza producto de las intromisiones a su mente.

—Debes concentrarte aún más —anunció Rodolphus.

—Ya es el quinto intento.

Lyra los miró sin perder la calma —Nunca tengo problemas con los hechizos, tal vez es que no son buenos enseñando.

Malfoy y LestrangeWhere stories live. Discover now