Una noche de película

68.7K 5.1K 7.3K
                                    

—¿Ya conseguiste una amiga? De tu mismo sexo

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

—¿Ya conseguiste una amiga? De tu mismo sexo.

—Papá...

Estaban hablando por teléfono.

—Me parece que ni siquiera intentaste hallar una.

—¿Para qué?

—¿Cómo que para qué?

Emma puso su mirada en blanco y se alejó del teléfono colocado en altavoz.

Su padre siempre le preguntaba sobre sus cuatro amigos del sexo opuesto, aclaración necesaria, hacía preguntas raras como «¿Tienen novia?» o «¿Son de aquellos que se pasan hablando sobre relaciones sexuales contaminándote la mente a la par que no controlan sus impulsos y se infectan del virus del papiloma humano?»

—Creo que no necesito más amigos de los que tengo. ¿No eres tú el que dice que más vale tener un amigo sincero que miles sobándote el culo para sacarte dinero? Tú tienes una sola amiga cercana, aunque prefiera a su marido ruso y tu mujer tóxica no te permita hablarle, la consideras tu única amiga cercana. Y es mujer.

—Y salí con ella —suspiró estresado—. ¿No comprendes la gravedad de la situación?

—Supongo que no.

—Ellie McCartney...

—Creo que prefiere que la llamen Elizabeth Ivanov.

—Ni me lo recuerdes —tosió para esclarecer su voz—. Después de romper por primera vez, Ellie y yo creímos que podíamos seguir siendo amigos, eso terminó en un desastre porque los jóvenes no saben tener amistades con el sexo opuesto y cuando te haces mayor, comprendes que sí puedes ser amigo de una mujer sin hacer groserías, pero es demasiado tarde porque ya estás atado a tu esposa la dominante.

—No me gusta cuando me usas como basurero de catarsis en un lugar de botarlo en tu terapia matrimonial, ni siquiera sé porqué estamos hablando sobre esto. Ustedes, el otro sexo, subdesarrollados —comenzó a decir y escuchó a su papá reír—, tal vez no sepan ser amigos de una mujer, pero nosotras sí sabemos hasta dónde queremos llegar.

«Y tú... ¿querías llegar hasta los besos con tu amigo?», le preguntó su voz interior.

Emma mordió su labio inferior, la cara comenzó a hervirle por los recuerdos de la noche anterior. Los labios de Colin, Colin, ¿Colin? No lo había visto desde entonces, ni siquiera en el almuerzo, aunque Eugene le comentó que su amigo acostumbraba desaparecer cuando tenía una prueba importante, que nadie sabía dónde realmente se metía el día de un examen como ése, también le bromeó diciendo que «Quizá tiene una cueva especial donde no agarra señal», pero ella esperó al menos una prueba de vida.

Quizá era cierto eso de que la única mayor prioridad de Colin era estudiar, que ni siquiera haber besado a su amiga era más importante que su excelente promedio académico. Moría por saber de él, pero tampoco quería ser la primera en lanzar un mensaje porque sentía mucha pena; esperaba que fuera a la fiesta, que no cancelara su salida a última hora por quedarse a releer el mismo libro de siempre. Quería verlo.

Al Estilo Emma© #1Where stories live. Discover now