Venir al mundo por error, tener trastorno de pánico y poseer un coeficiente intelectual brillante, eran cosas de Emma Miller. No podemos dejar de mencionar la ansiedad, que la azotaba en los peores momentos, y lo ingenua e inexperta que podía llegar...
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Ese miércoles treinta y uno de octubre se sintió diferente desde que amaneció, unos gritos provenientes del pasillo las despertaron segundos antes de que sonara la alarma, Emma se levantó inmediatamente y abrió la puerta, entonces, encontró a un grupo de muchachos haciéndose los graciosos con unas máscaras de Jason, Scream y Freddy Krueger, asustaron a unas jóvenes y se echaron a reír. Emma cerró la puerta de nuevo mientras Vivian apagaba el despertador, la primera sonrió emocionaba cuando cobró conciencia, era su noche preferida del año y Colin no había hecho más que darle intriga sobre su disfraz de la fiesta, había pasado los últimos veintiún días alardeando sobre eso y Emma realmente hizo una cuenta regresiva porque se moría por verlo.
Pero no solo era noche de brujas, también el macho menor de la manada cumplía veinte años, y pasó los últimos veintiún días organizando su fiesta de cumpleaños que prometía ser un éxito porque desplazó completamente a la fiesta de la hermandad, nadie hablaba sobre ir a la fiesta de las Beta esa noche, todo el campus tenía grandes expectativas sobre la nueva fiesta, sobre todo porque era del amigo de McClain.
Hacía una semana que Emma le comentó a Colin que no tenía idea de qué regalarle a Alan, a lo que recibió el consejo de que le comprase alcohol por su noche, y eso fue exactamente lo que hizo, Emma compró bebidas para toda la fiesta, gastó un dineral y tuvo que pedirle auxilio a su hermano para que su padre no se enterara después del gasto. El rumor de que habría alcohol, hasta para bañarse en él, aumentó la popularidad de la fiesta, tanto así que la hermandad tuvo que cancelar su tradición para no quedar en vergüenza sin invitados. Emma aprovechó la situación, de andar gastando, y contrató a especialistas de decoraciones de terror, así que la fiesta de Alan iba a quedar marcada en la historia de la universidad, y el cumpleañero jamás había estado tan emocionado como en aquel momento, no era tan fanático de su cumpleaños como aparentaba porque extrañaba a su madre, mas Emma le cambió su manera de ver esa noche.
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Oschner: Discúlpame!!!!!!!!!
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Era final de la jornada cuando recibió ese mensaje. Él le había prometido el día anterior que almorzarían juntos porque llevaban dos semanas sin comer en su compañía, los muchachos estaban incluidos, estaba trabajando arduamente en horarios extras para una investigación, en la que su nombre aparecería en letras minúsculas, pero él estaba dentro del equipo porque le gustaba, antes que por el reconocimiento.
