Los Siete Pecados Capitales (Omegaverse)

CAP. 12

⚠ Advertencia Lemmon ⚠

Narradora omnisciente

En la casa de un omega albino. Solo se escuchaban jadeos y leves gemidos, ya que en la habitación del albino se encontraba el y su pareja apunto de tener relaciones sexuales.

El chico alfa con cabellos rojos tenía tres dedos dentro la entrada del omega, el cual gemía del placer que le otorgaba su gran amor.

-Ah! Ha-Haruya~... Mas~- el albino gemía el nombre de su alfa

-Fusuuke~ voy a entrar-

-Ha-Hazlo~ que... Esperas... Ah entra... Fuerte~- el albino solo podía gemir ante el tacto de su amado peli-rojo.

En un momento el alfa peli-rojo entró de la forma más suave para no dañar el cuerpo de porcelana de su amado, el cual soltó unas lágrimas por el dolor que sentía en ese momento. Nagumo se quedó quieto para esperar que su reina de hielo le diera la aprobación de que podía seguir.

-No... Ngh quiero hacerte... Daño- hablo para besarlo de forma apasionada y con sus manos recorrer cada parte de las piernas del albino.

Luego de un rato el chico omega movió sus caderas dando a entender de que podía empezar con las embestidas. Al principio eran lentas pero a medida de que el albino gemía por más el alfa peli-rojo lo hacía y subía las embestidas a más rápidas y profundas.

-Me... Cansé de esta posición- hablo el alfa para ponerlo en una posición comprometedora pentrandolo al instante sacando un fuerte gemido del albino

-Ha... Haruya~ es ah... Gra-grande ah~- el albino gemía de tal placer

-Eres nhg... Tan apretado... Me encantas- el peli-rojo le dió una fuerte nalgada mientras penetraba fuerte a su omega.

Mientras que Nagumo seguía penetrando a Suzuno toco el punto dulce de Suzuno. A Suzuno sus ojos se le pusieron en blanco, solo le tocaba disfrutar ese momento en el que se sentía en el cielo. Luego de un par de horas y varias posturas más ambos se corrieron, el alfa mordiendo la glándula Omega de su pareja, Suzuno se corrio en la cintura de ambos y Nagumo dentro de Suzuno.

Sus respiraciones estaban agitadas, estaban agotados de la acción hecha, cayeron a la cama. Suzuno se acomodó en el pecho de Nagumo y este solo lo abrazo. Cuando estaban apunto de quedarse dormido el teléfono de Nagumo comenzó a sonar

-Maldigo al que nos interrumpe- hablo Suzuno medio dormido.

-Tsk quien llama a esta hora- Nagumo tomo su teléfono y vio que es Aphrodi -Es el afeminado- contesto y comenzaron a hablar. Después de un rato colgaron y Nagumo tenía la sonrisa sádica -Llego la hora de despertar al resto~- hablo aquel alfa con una voz canturrona, mirando a su Omega con aquella sonrisa sádica que tanto le encantaba a el omega.

-Y como haremos para despertar a los chicos y a los capitanes.- el Omega apresar de estar medio adormitado estaba conciente de las cosas que decía. -Cuando los capitanes se enteren que estamos devolviendo recuerdos y aún nos matarian- hablo mientras una corriente le recorría su espalda al pensar en lo que sus capitanes son capitanes de hacerles cuando se enteren

-Calma Fusuuke. No nos harán nada. Ahora durmamos para mañana poder tener energía- hablo abrazando a su Omega para ambos caer en los brazos de Morfeo.

A la mañana siguiente el albino se despertó primero, se disponía a levantarse para bañarse, cambiarse y salir a una sección fotografica, pero, primero le hará el desayuno a su alfa. Cuando se levanto, callo al suelo adolorido de la acción de la noche anterior soltando un fuerte quejido.

-Ah~ maldicion. Maldito Haruya ahora me duele el culo- hablo abrazando su cintura.

Cuando el alfa despertó y vio a su amado omega en el piso se preocupó -Reina estás bien, ¿Te duele el culo? - preguntó lo obvio a lo que su Omega lo miro con un aura asesina.