Cap. 21

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Narradora omnisciente

Era una noche un tanto extraña para los pecados los cuales habían descubierto que aquellas pequeñas niñas y nuevos miembros de la familia tenían poderes un tanto extraño, pero para los diez mandamientos era una noche como cualquier otra, todos dormían, solos o con us parejas, y más aquella pareja que hace poco perdió a su pequeño cachorro.

Estaban Kazemaru y Shirou durmiendo tranquilamente cuando sintieron que alguien estaba en la habitación, al levantarse a ver de quien se trataba, se encontraron con aquellas niñas que les había vuelto la noche loca a los siete pecados capitales -¿Quienes son ustedes, además como un par de niñas entraron aquí? - las niñas no levantaban su cabeza, y como si de un coro se tratase hablaron al mismo tiempo. -Lo grande se avecina, ustedes saldrán perdedores, lo que viene DIEZ MANDAMIENTOS no saldrán ilesos de lo que viene, tampoco morirán, la sangre de un demonio corre por sus venas y eso les dañara- Después de eso las niñas desaparecieron dejando al par de omegas desconcertados con las palabras, no les tomaron importancia y volvieron a dormir.

Al día siguiente se encontraban los capitanes con dos chicos, uno de ellos era su compañero de equipo en los diez mandamientos y el otro era un chico Estadounidense amigo de aquel chico, estaba tratando de encontrarle una pareja al otro capitán, ya que Kazemaru dijo que se quedaría con Zanack como amante -A ver Shi-chan, el es Mark Krüger, es un alfa, busca pareja e imaginé que tu puedes ser perfecto para el- Shirou lo miraba de pies a cabeza, era verdad que estaba bien bueno y no negó en un momento en dejarlo ir. Se acercó de manera provocativa y le plantó un beso al alfa en sus labios -Mucho gusto Mark, soy... - No término de decir aquella frase cuando el y Kazemaru calleron al suelo desmayados y es su piel se podía ver un líquido morado recorrer sus venas y una cara de dolor que hacían ambos chicos, los dos alfas los cargaron y los llevaron a la casa de los diez mandamientos, al llegar allí ambos los acostaron en sus camas.

Después de largo tiempo ambos chicos despertaron, sus cuerpos sentían que algo estaba pasando por sus venas, sentían que les quemaba todo sus cuerpos -Za... Zanack... ¡ZANACK! - empezó a gritar el nombre de su amante, el alfa no tardo en llegar a ver a su omega, y al verlo aruñando todo su cuerpo se le lanzo encima agarrando sus manos -Kaze... Que tienes por que te rascas así, te vas a dañar tu hermosa piel de porcelana - El omega logró soltarse y volvió a rascar su piel.

En otra habitacion estaba el peli-gris con el Rubio que ahora era su amante, el Omega estaba igual que el otro, y el alfa estaba también en el fallido intento de detener su arrancar de piel -Mark... Quema... Ah... Quema- el Omega se rasca el cuerpo y decía que le quemaba, el alfa aún confundido le hizo la pregunta -¿Que tienes cariño?, ¿Que te sientes? - el Omega lo miro a los ojos y solo respondió -QUEMA MIERDA- fue un gran grito que alertó a toda la casa, toda los que vivían en aquella casa entraron corriendo a la habitación del Omega peli plata, al ver lo que en su piel se pintaba las cuales eran unas líneas moradas que al parecer corría por la sangre de aquel bello Omega, todos se miraban confundidos, un grito hizo que todo corrieran a la otra habitación de su capitán -MIERDA ZANACK- algunos fueron malpensando el asunto, otros se preocuparon, pero todos corrieron a la habitación del peli verde. Al entrar y ver a su amante montado encima del Omega tratando de que no se arrancará la piel -Kazemaru, calmate joder- el peli verde se removia bruscamente en su cama mientras gritaba que su piel le quemaba -MIERDA AH QUEMA QUEMA AH- los chicos no sabían que hacer, algunos solo se abrazaron a sus parejas, otros solo taparon sus caras con desesperación, un alfa cabello rojo trato de acercarse al omega albino y lo único que consiguió fue que aquel bello omega le lanzara una fría mirada. Uno de los omegas hablo -Capitán... Detengase, se hará daño- él omega de cabellos negros se acerco a su capitán pero solo retrocedió al escuchar él desgarrador grito de su capitán -NO TE ACERQUES TORAMARU AH- el omega retrocedió con su alfa asustado, liberando feromonas un poco amargas del miedo, él omega pelo verde estaba agitado, jadeando y gimiendo del dolor que su cuerpo le otorgaba, gritos desde la otra habitación se escuchaban, Kazemaru miro a Zanack y le dijo -Di... Dile a Mark que ah... Traiga a Shi-chan a mi lado ah- él alfa asintió y salio a la habitación de al lado, es un momento los dos alfas entraron y él omega de piel nívea se le podían ver rasguños con algo de sangre en: sus brazos, piernas, cuello, cuerpo e incluso cara.

Jadeaba y de sus ojos salían lágrimas las cuales daban a entender que su cuerpo le dolía -Ma... Mark ah... Duele como un infierno... Ah, quema mucho- su voz estaba entre cortada y sus sollozos también eran escuchados por los demás mandamientos, los cuales estaban muy preocupados por sus capitanes, los acostaron a ambos en una cama -Lla... Llamen a ah... Shuuya Goenji ah... Él sabrá que hacer... Ustedes se taparan y no dejaran mostrar su rostro ah entendido- hablo él omega peli plata mirando a sus amigos, los cuales estaban sorprendidos -Pero Shi-chan, por que el- él alfa de melena miro a su capitán, uno de ellos lo fulminó con la mirada, aun practicamente muriendo controlaban a la perfección a su pandilla -HAS LO QUE DICE SHIRO MALDICIÓN- Kazemaru entendió él por que de llamarlo, él era él único que iba a entender que tenían aquel dúo, uno de los omegas corrió a la planta de abajo y empezó a llamar a su compañero de equipo, mientras que los demás quedaban preocupados en la sala -Vallan ah... Y tapen su cuerpo y rostro ah... No dejen ver ni su cabello- Kazemaru estaba que se arrancaba la piel de todo lo que se rasguñaba, quería arrancarse la piel, le quemaba de una jodida manera la cual nadie se imaginaba

Narra Goenji

Al pasar una media hora, me encontraba a las afueras de aquella casa, la cual recordaba muy bien, hay me conocí con Nagumo, Genda, Tobitaka y Toramaru, toque él timbre y a los segundos me abrieron la puerta, por su olor pude identificar que era un omega, pero su rostro y su cuerpo no lo lograba ver ya que tenia una mascara la cual solo dejaba ver su rostro, con una sudadera con capucha y unos pantalones. Estaba completamente tapado, así que solo pude identificarlo por su aroma, un olor a fresas invadió mis fosas nasales, de inmediato lo reconocí, era MI omega, esta hay adentro y huele como se estuviera en problemas, trate de correr a donde estaba él, pero seis alfas me detuvieron al entrar, yo solté un fuerte gruñido, estaba celoso de que mi omega estuviera rodeado de tantos alfas, uno de ellos se me acerco y con una voz muy espantosa me hablo - Quiero que lo que pase aquí, se quede aquí, o si no tu moriras- su voz era gruesa y daba miedo, pero me mantuve firme, asentí con mi cabeza y empecé a subir junto con ellos la escalera, al llegar a la segunda planta pude escuchar desgarradores gritos y fuertes gemidos de dolor, sentí por él lazo que Shirou estaba en peligro y eso me aterraba un poco.

Al entrar pude ver en la cama al omega de Endo y al mio juntos, Endo gastaría su fortuna por estar aquí, pensé, entre a la habitacion la cual esta repleta de omegas, lo se por su aroma, mas no por que veo su cuerpo o cara, me acerque a Shiro y él me miro a los ojos, y con desespero me miro y agarro mi camisa jalandome hacia él -A... Ayudame, mi ah... Mi cuerpo quema... Du... Duele jodidamente- estuvo a punto de caer de frente, lo sujete de la cintura y uno de los alfas se acerco a mi y me hizo soltarlo, él con toda la delicadeza del mundo lo acostó en la cama, me miro y me dijo -Solo revisarlo, pero no toques a mi omega- quería usar mi voz para alejarlo de mi omega, pero habían mas omegas así que solo deje libre mi aroma, vi como Shirou empezaba a relajarse un poco y él otro alfa a incomodarse, Shirou jalo la camisa del alfa suavemente -Ca... Cariño ah... Señaló hacer su ah... Trabajo- lo dijo con una voz apenas audible, él alfa se hizo a un lado y yo me acerque, empecé a revisarlo y vi algo extraño -Sangre... Sangre de demonio- que hacían un par de omegas con sangre de demonio en sus cuerpos, vi como ambos omegas gritaban y empezaban a tratar de arrancarse su piel, yo busque un bolso en él cual tenia un calmante, lo puse en una jeringa y se los inyecte a ambos, al instante calleron dormidos, mire al resto y lo único que les dije fue -Ellos tienen sangre de demonio en sus cuerpos. Su cuerpo esta reaccionando a ello, pueden suceder dos cosas. La primera es que su cuerpo rechaze fuertemente la sangre y ellos mueran- lo ultimo lo dije con un poco de dolor en mi voz, de verdad me dolía que mi omega tuviera aquella sangre en su sistema -La segunda es que su cuerpo lo acepte, pero puede llevarlos a una locura profunda, deberán ayudarlos si su cuerpo la acepta- despues de decir eso salí de aquella casa para no volver, mantendría esto en secreto, no se lo diré ni comentare a nadie.

Los Siete Pecados Capitales (Omegaverse)Where stories live. Discover now